El pasado domingo, mientras Tom Dumoulin arrasaba a Nairo Quintana en la crono de la última etapa del Giro de Italia,en España después de haber vivido capítulos escalofriantes con pérdidas de vidas de ciclistas, miles de aficionados al ciclismo, peñas ciclistas, múltiples colectivos, federaciones y familias enteras se manifestaban en bicicleta por las calles del centro de las ciudades reclamando mayores medidas de protección para los que vamos en bicicleta con el fin de evitar fatales atropellos.
Bajo el lema “Respeto. No más ciclistas muertos”, miles de ciclistas, luciendo crespones negros, equipados con vistosos maillots y cascos, portando camisetas y pancartas con los lemas “No más atropellos”, “Basta ya”, “En una bici no va un ciclista sino una vida” y “Respeten los 1,5 metros de distancia de seguridad”, protagonizaron tanto pitadas como momentos de silencio en protesta por los atropellos mortales de las últimas semanas.
Este problema es internacional y afecta sin
distinciones a cualquiera que practique ciclismo. Da igual que seas ganador de
tres Tour de Francia, como le ocurrió a Chris Froome, o que seas un ciclista
anónimo.
Entre las fechas de la muerte de Michele
Scarponi, ganador de un Giro de Italia y la de Nicky Hayden, campeón del Mundo
de Moto GP, arrollados por coches en Italia, aquí en España una conductora sin
carnet, borracha y drogada mataba a tres de esos ciclista anónimos que salen
los fines de semana en grupeta a disfrutar de su afición favorita, que sin
comerlo ni beberlo se cruzan con estos irresponsables conductores, siendo los
más débiles los que pagamos los platos rotos.
No voy a negar que hay ciclistas incívicos,
igual que conductores, ya que es el resultado de esta sociedad nuestra, cada
vez más ignorante, cada vez más mal educada, cada vez más impaciente, siempre
con prisas y sacando pecho por que van al volante de una apisonadora y se creen
los amos de la carretera.
Pero lo más triste de estos casos es que cada
vez que hay noticias de este tipo, los comentarios descorazonadores de ciertos
individuos manifestando su alegría por los atropellos, amparándose en que
estorbamos y que somos insolidarios, que no pagamos impuestos y por tanto no
tenemos derechos en la carretera.
No logro entender esa animadversión hacia los
ciclistas diciendo lo que se dicen en las redes sociales y que podrían ser
denunciables, me resultan incomprensibles y eso que intento ver esto desde
lejos, sin la pasión del ciclista practicante y ni así logro encontrar la
explicación.
Desde aquí, quiero decirles a esos conductores
que piensan que los ciclistas circulamos mal, que repasen el código de
circulación. La mayoría de los que piensan eso, desgraciadamente siguen sin
saber que los ciclistas pueden ir a la par, claro que puede que en algún caso
cometamos errores y no solo vallamos de dos en dos, sino de tres en tres u
ocupando todo el carril derecho, pero no es la regla general, y por supuesto,
no vale como excusa para pasar por encima de nadie, ni para matar a nadie. Sé
que es frustrante no poder adelantar a una grupeta de ciclistas durante un buen
rato, pero también lo es no poder adelantar a camiones pesados, a tractores, excavadoras, coches de los sin
carnet, carros de vacas, etc. y vosotros, conductores, a todos estos vehículos
no los investís como hacéis con los
ciclistas.
Efectivamente, las bicicletas no pagan
impuesto de circulación, pero no conozco a ningún ciclista que no tenga un
coche o una moto, con lo que está pagando impuestos.
Haciendo una reflexión más profunda, no
recuerdo ningún atropello en el que la culpa haya sido de los ciclistas por ir
mal en la carretera, con prisas, borrachos, drogados o sin respetar su propia
vida y la de los demás.
Sres. conductores tened un poco más de paciencia,
sobre una bicicleta vamos personas, que podríamos ser vuestro padre, vuestro
hermano, tío, primo, nada justifica atropellar a nadie ya sea familiar, amigo,
conocido o vecino.
A los borregos, a los asesinos que atropellan
ciclistas y luego dan positivo por alcohol o drogas y a todos aquellos que
amparándose en las redes sociales les jalean, os deseo que disfrutéis de la
vida, que viváis felices sin pensar en las normas, pasando de todo por querer
vivir demasiado aprisa y sin arrepentiros por segar una vida o jalear al que la
siega, hasta que un día, en un futuro no muy lejano, vuestros hijos salgan a la
carretera con su bicicleta y la grupeta de amigos y se encuentren con un mal
nacido como vosotros. Entonces y solo entonces, empezareis a comprender lo que
es seguir viviendo con ese dolor.
Y por último, a los ciclistas irresponsables,
que no lo niego, también los hay, les pediría que seamos listos, ya que somos
la parte débil y a los que nos toca morir. Respetemos las normas, los
semáforos, los pasos de cebra y aunque la ley nos permite ir de par, cuando
veamos que formamos cola, echémonos a un lado y dejemos pasar a los coches.
Casi todos los que practicamos ciclismo somos
también conductores, tratemos de convivir y respetémonos.
Con este post no trato de señalar a unos o a
otros, se que aunque tomemos todas las precauciones y cumplamos las leyes,
siempre habrá accidentes, pero muchos se pueden evitar. Conductores: “Si bebes, te drogas o vas falto del descanso necesario,
con posibilidad de quedarte dormido, no conduzcas.
El ciclista es la
parte más débil, cuando una vida se va, se va para siempre, nadie nos la puede
devolver. Evitemos el accidente antes de que pase, después ya no hay remedio ni
marcha atrás.
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