Michal Kwiatkowski, vencedor destacado de la Strada Bianchi. |
En plena discuta del Giro de Italia y con la primavera en todo su apogeo, los aficionados al ciclismo después de vivir durante esta parte de una estación muy esperada por su esencia y tradición, que hacen de estas pruebas de un día con sus calzadas de tierra, sus pavés, sus muros y sus monumentos, verdaderos campos de batallas donde los ciclistas lucha metro a metro por el prestigio, buscando un lugar que la historia les reserva a los triunfadores.
Después de pasadas estas competiciones especiales de cada temporada, hoy me toca hacer el balance de lo visto y acontecido.
Quizás la
emociones este año no fueron tan intensas, ya que la mayoría de estas carreras
empiezan a parecerse a las del resto de la temporada, en las cuales el común
denominador fueron las escapadas tempranas, el ritmo aletargado del pelotón que
controlaba todas esas escapadas y que poco a poco neutralizaba las fugas para
que al final los favoritos de siempre impusieran su dominio. Eso sí, la
excepción continua siendo aquellas carreras
que en su recorrido cuentan con los temidos tramos de adoquines, que son
afrontados por esos ciclistas potentes que desconocen el miedo, un factor
humano que en estos terrenos hizo fracasar a muchas de esas grandes figuras que
por allí transitaron sin pena ni gloria.
El primer día de
marzo comenzaba a disputarse la primera parte de esta primavera dedicada a las
grandes clásicas. Ian Stannard vencia en la Omloop Het Niewsblad. Una semana
después Michal Kwiatkowski vencía en la Strade Bianche, logrando después un
quinto puesto en la Amstel Gold Race, tercero en la Flecha Valona y en la
Lieja-Bastogne-Lieja, mostrandonos a este polaco de solo 23 años como uno de
los corredores con mayor futuro, no solo de las clásicas, donde ha sido una de
las revelaciones de la temporada, sino también
de las carreras por etapas, donde ya dejo su impronta.
Alexander Kristoff, imponiendose al sprint en la Milan-San Remo |
Alexander
Kristoff, nos sorprendió al triunfar en la Milán-San Remo siendo más rápido de
Fabian Cancellara, días más tarde con su quinto puesto en el Tour de Flandes,
demostró que con sus 26 años es alguien con el que se debe contar en el futuro
para este tipo de pruebas.
La victoria en
la E3 Harebelke, el segundo lugar en la Strade Bianche y el sexto en el
Infierno del Norte parece que no colmaron las expectativas de Peter Sagan. Los
aficionados realmente siempre vimos a este joven de 24 años como uno de los
futuros triunfadores de estas clásicas y monumentos.
El joven alemán
John Degenkolb ganador de la Gante Wevelgen y segundo en la París-Roubaix,
continua confirmando sus grandes condiciones.
Dentro de estos
nombres que sobresalieron en esta primavera hay que destacar a Fabián
Cancellara, ya que se impuso por tercera vez en el Tour de Flandes, fue segundo
en la Milán-San Remo y tercero en la París-Roubaix, sin contar con un fuerte
equipo que le respaldara, basando su actuación en la gran fortaleza física que posee y en un espíritu triunfador a toda
prueba.
Para completar
la baraja de estos hombres que destacaron en esta primavera también esta Marcel
Kittel vencedor en Scheldeprijs.
Niki Terpstra
ganó con autoridad y en solitario la París-Roubaix, ratificando su triunfo en
la Dwars Door Vlaanderen y su tercer puesto en la E3 Harelbeke, demostrando ser
un especialista en el paves y desde ahora mismo gran favorito para las clásicas
de la próxima temporada 2015.
Philippe Gilbert, venciendo en la Amstel Gold Race |
A Philippe
Gilbert, después de su triunfo en el Mundial de ruta en Valkenburg en el 2012,
parecía habérsele mojado la pólvora, pero sus triunfos en la Flecha Brabanzona
y en la Amstel Gold Race le vuelve a colocar entre los grandes favoritos y
especialistas de estas grandes clásicas de primavera.
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