Después de la
segunda jornada de descanso en el Giro, que excepcionalmente este año tendrá
tres, el martes los ciclistas retomaban
la competición, esperaba que esta segunda semana el Giro nos empezase a enganchar, ya que en
lo que llevamos de carrera no hubo heroicos ataques. De momento en el pelotón, hay cansancio,
hay dolor y hay miedo a dar una pedalada de más. Con
cansancio, dolor y miedo, el Giro es normal que todavía no enganche.
El martes volvía la
competición al Giro de Italia, tras la jornada de descanso, que sirvió para que
muchos ciclistas se recuperaran de sus magulladuras por culpa de las caídas en
la primera semana. Una etapa propicia para la llegada al sprint ya que sólo
contaba con un pequeño repecho en los kilómetros finales y en la que el francés
de la FDJeux Nacer Bouhanni en un sprint
que contó con pocos corredores, por culpa nuevamente de una fuerte caída dentro
del último kilómetro, daba en la diana por tercera vez en este Giro al superar
en los metros finales a Giacomo Nizzolo y a Michael Matthews. Cadel Evans
seguía al frente de la general.
La 11ª etapa del
miércoles, fue una larguísima etapa de ataques, contraataques y nuevas caídas
donde Michael Rogers, ciclista del Tinkoff-Saxo que la UCI absolvió de su
positivo por clembuterol en la Japan Cup de 2013, venció en solitario tras
arrancar en el descenso de Naso di Gatto, a unos 18 kilómetros de la meta. El
tres veces campeón del mundo contrarreloj, exhibió sus prestaciones en
solitario manteniendo siempre la ventaja suficiente como para reivindicar de
nuevo en la meta que el ciclismo australiano sigue imparable.
Si Michael Rogers
había reivindicado el ciclismo australiano el miércoles, el jueves el
escarabajo colombiano Rigoberto Urán reventaba el crono en Barolo arrebatándole
la maglia rosa a Cadel Evans. Los grandes favoritos se enfrentaban en una
jornada vital para el desenlace final de la carrera. La contrarreloj individual
clarificaría la general, justo antes de la última semana, donde la montaña
pondrá a cada uno en su sitio. Entre los viñedos del Piamonte el ciclista del
Omega se sacó un perfecto doblete de la manga: victoria, la segunda que
consigue en el Giro, tras la de 2013 en el Altopiano del Montasio, y primero en
la general, convirtiéndose en el primer colombiano en vestir la maglia rosa. El
hasta hoy líder Cadel Evans nos decepcionaba en la primera etapa exigente,
provocando una imagen de falsa solidez, durante toda la etapa le vimos
cruzadísimo, con varios sustos y salidas de la carretera que al final le
hicieron perder 1:34 con respecto a Urán, que ahora le aventaja en 37 segundos
en la clasificación general.
Marco Canola, batió a Rodríguez y Tulik |
La etapa del viernes
fue la tercera escapada que alcanza la meta de este Giro 2014, después de las
de Weening y Roger. El mal tiempo, la lluvia nuevamente, incluso granizo, frio
y la montaña del fin de semana provocaron que el pelotón no se exprimiera en la
caza, lo que hizo que el italiano del Bardiani Marco Canola culminara una larga
escapada consiguiendo su primera victoria en una grande tras batir a Jackson
Rodríguez y a Angelo Tulik. Etapa de transición para los hombres fuertes de la
clasificación general, donde Rigoberto Urán paseo orgulloso la maglia rosa de
líder.
Ayer sábado
Rigoberto Uran iniciaba la defensa de su maglia rosa en la llegada al Santuario
de Oropa. Llegaba la montaña, pero esta 14ª etapa estuvo marcada por la escasez
de ritmo y ninguno de los gallos aposto por la ofensiva. Tras una fuga
numerosa, prácticamente consentida nada se puede destacar de esta etapa que no
se rompió hasta la pancarta de cuatro kilómetros a meta. El más valiente entre
los favoritos nuevamente fue Domenico Pozzovivo, como en Sestola, únicamente el
escarabajo del Movistar Nairo Quintana respondió al arreón, intentando más que
nada acallar las dudas, los rumores y queriendo disimular también la falta de
solidez de su equipo. Nairo no le relevo ni una sola vez. La debilidad y dudas
de Rigoberto Uran deberían haber animado al resto de sus rivales, pero solo Wilco
Kelderman se movió tímidamente, hasta que en la última rampa Evans, Rafal Majka
y Fabio Aru se lanzaron a la yugular del líder. Pero solo Pierre Rolland y Ryder
Hesjedal demostraron verdadera ambición con su ataque a 50 kilómetros de la
llegada, el resto de la etapa tanto la cabeza como el pelotón parecían estas
participando en una de las numerosas marchas cicloturistas que se disputan por
el territorio español, sin importarles que había una clasificación general en
juego.
El joven ciclista
italiano Enrico Battaglin, fue el más fuerte en la cima de Oropa ganando una
etapa de apatía general y donde Pozzovivo y Nairo lograron limar una veintena
de segundos al líder.
Un líder que hoy
domingo sufrió, pero los demás rivales también sufrieron. Nadie dijo que ganar
el Giro de Italia fuera fácil, Rigoberto
Uran sabe que será una tarea complicada
y difícil, ya que nadie regala nada a pesar de ser un Giro vulgar porque de
momento las diferencias se produjeron más por fallos que por aciertos y por la
escasa batalla entre los favoritos.
Fabio Aru, explota en Montecampione |
Hoy en la subida a
Montecampione, los intentos de Urán y Quintana fueron solo balas de fogueo. Uno
corre con la calculadora, ya que dispone de un buen colchón de tiempo, el otro
no termina de encontrar ese punto dominante en la montaña, ya que los golpes de
las caídas y la enfermedad le están pasando factura. Otros como Evans, Majka,
Pozzovivo y Kelderman no aguantan el ritmo de los escarabajos. Mientras Fabio
Aru hizo valer su ataque a tres kilómetros de la meta ganando en el alto de
Montecampione, colocándose cuarto en la general.
En esta 15ª etapa
disputada hoy, como en todas las de montaña que llevamos visto, los ciclistas esperaron
a los últimos kilómetros para intentar ganar, aunque algunos ya hace días que
cayeron en bancarrota caso de Michele Scarponi. Pozzovivo tampoco le quedan
fuerzas para una apuesta tan grande. Evans poco a poco va dejando sus fuerzas sobre la carretera.
Pierre Rolland, apuesta como los nuevos ricos, sin que le importe ganar o
perder. Nairo Quintana, perdió mucho la primera semana, y como las hormigas
poco a poco trata de recuperar ese tiempo. Sabe que el martes, en territorio
Stelvio tendrá que exprimirse ya que Rigoberto Urán empieza a perder poco a
poco la ventaja adquirida en la contrarreloj. No sabe hasta cuándo le llegara,
pero tratara de limitar los daños lo máximo posible. Ahora tiene a Evans a 1:03
y a Quintana a 2:40 y a partir del martes llega lo peor, la temida tercera
semana decidirá hasta dónde llegan todos.
Ahí solo valdrá
emplear la artillería pesada.
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