venres, 22 de novembro de 2019

ALBERTUS GELDERMANS

Albertus Geldermans naceu en Beverwijk (Holanda) o 17 de marzo de 1935.
 Foi un ciclista holandés con clase e estilo e demasiado sacrificado polo equipo.
Logo director deportivo, con el gañou Jan Janssen o Tour de Francia (primeiro holandés en conseguilo).
Campión amateur do seu país de persecución en 1957,
Profesional de 1959 a 1966 durante os cales os seus maiores éxitos deportivos logrounos en 1962 ao lograr unha etapa na Volta a España e liderar durante dous días o Tour de Francia. Tamén destaca entre as súas vitorias a conseguida na Lieja-Bastogne-Lieja do ano 1960.
TRIUNFOS: 1960, vencedor da Lieja-Bastogne-Lieja e da Volta a Alemaña, máis unha etapa.
1961, vencedor dos Catro Días de Dunkerque, da Mento-Roma e dunha etapa da Volta aos Países Baixos.
1962, vencedor do Campionato de Holanda en roteiro, dunha etapa da Volta a España e dunha etapa do Circuíto de I´Aude.
1963, vencedor da Menche-Océan e dunha etapa do Midi Libre.
1964, vencedor do G. P. Parisién.
1965, vencedor dunha etapa da Volta a Andalucía.
1966, vencedor dunha etapa da París-Niza.
XIRO DE ITALIA: 1964 (37º).
TOUR DE FRANCIA: 1960 (12º), 1961 abandoa, 1963 (24º), 1964 (38º), 1965 retírase e en 1966 (69º).
VOLTA A ESPAÑA: 1962 (10º, máis unha etapa).
Outros resultados dignos de mención: 1960, segundo nos Campionatos de Holanda de fondo na estrada.
EQUIPOS: 1959-1964 Saint-Raphael. 1965 Margnat-Pomba. 1966 Molteni.

domingo, 17 de novembro de 2019

POU-POU, EL ETERNO SEGUNDON.

Raymond Poulidor (el sabio que hizo rentable la derrota), ha fallecido a los 83 años, tras casi un mes de haber acusado que sus fuerzas disminuían, una fatiga que preocupaba a los médicos y a la propia familia.  
La cara redonda, iluminada por los pequeños ojos achinados,  en las últimas semanas se fue apagando en el Hospital de Saint-Leonard-Noblat, Macizo Central de Francia, donde había nació y murió.
Su figura como emblema del ciclismo, el eterno segundón, el perdedor risueño, se fraguó en una contradicción que se ha instalado en la memoria popular. «Pou-Pou», como le apodaban, se pasó la vida persiguiendo el maillot amarillo del Tour, la victoria en la mejor carrera, y nunca lo consiguió. Nunca vistió el maillot  amarillo de los campeones en sus 14 participaciones y nunca ganó el Tour (segundo en 1964, 1965, 1974, tercero en 1962, 1966, 1969, 1972, 1976). Pero la hoja de servicios de Raymond Poulidor es intachable: 184 victorias, que incluyen siete etapas del Tour, la Vuelta a España (1964)la Milán San Remo, la París-Niza, la Flecha Valona o el Dauphiné Liberé.
Raymond Poulidor marcó una época junto a Jaques Anquetil en los años sesenta.
Había nació en Masbaraud-Mérignat, en el departamento de Creuse, donde sus padres, eran caseros que tenían que pagar la mitad de sus productos en alquiler a un amo. Después de que un maestro de escuela le diera la revista deportiva Miroir-Sprint, comenzó a correr a los 16 años junto con dos de sus tres hermanos, al principio tuvo que ocultarle a su madre esta nueva afición, ya que ella temía los peligros de la carretera.
Poulidor se convirtió en profesional en 1960 con el equipo patrocinado por la compañía ciclista Mercier; permanecería con este equipo hasta su retirada en 1977. En 1961 ganó el campeonato nacional francés y la Milan-San Remo; un año después terminó tercero con Anquetil el Tour de Francia . La rivalidad alcanzó su clímax en el Tour de 1964, donde el duelo codo a codo de la pareja en el Pûy de Dôme creó una única imagen icónica que resume la edad de oro del ciclismo.
Los aficionados de Poulidor afirman que podría haber ganado tres Tours si no hubiera sido por una combinación de circunstancias, mala toma de decisiones y mala suerte. En la carrera de 1964 llegó en segundo lugar por solo 55 segundos en París, pero perdió tiempo porque se equivocó al terminar la etapa en Mónaco, sufrió un pinchazo y se estrelló en el camino a Toulouse, y eligió la marcha incorrecta en ese final de etapa en el Pûy de Hazme. En 1965 fue víctima de una alianza de ciclistas rivales que trabajó a favor del italiano Felice Gimondi , mientras que en 1968, cuando Anquetil estaba en semi-retiro, fue golpeado por una moto y obligado a abandonar la carrera.
Sin embargo, después de 1964, su popularidad (o, como dicen algunos, Poupoularité) fue mayor que la del "maestro Jacques", y también lo fue el dinero que recibió en las carreras locales. Él y el gerente de su equipo, Antonin Magne, cultivaron la imagen de campesinos torpes, pero eso es desmentido por las historias de Poulidor en los campos de entrenamiento de pretemporada.
Habiendo sido aniquilado por Anquetil, en las últimas etapas de su carrera, Poulidor cayó sobre Eddy Merckx , el insaciable "Caníbal"; aun así, en 1974, a la edad de 38 años, logró sacudir a Merckx en los Pirineos, ganando la etapa de Pla d'Adet para finalmente volver a terminar segundo. Dos años más tarde, con Merckx en camino a la jubilación, terminó tercero en el Tour a los 40 años antes de colgar la bicicleta al año siguiente.
Aparte de sus tres subcampeonatos en el Tour de Francia, Poulidor quedó cinco veces en la tercera posición y además ganó La Vuelta a Espala de 1964, por delante de los españoles Luis Ocaña y José Pérez Francés. En la edición de 1965, acabó segundo porque el alemán Rolf Wolfshohl le arrebató la victoria en la clasificación general.
Su récord de ocho podios en el Tour se mantiene hasta el día de hoy, aunque ni un solo día vistió el mallot amarilla de líder de la carrera. 
La sonrisa bonachona y afable de Poulidor se paseaba cada día por el Tour de Francia desde hace décadas, embajador e imagen del maillot amarillo de Credit Lyonnais, el banco que patrocina la prenda y el singular leoncito que se entrega cada día a su portador. Raymond Poulidor era esa figura, al que se acercaban abuelos, padres y nietos en la línea de salida de cada etapa del Tour para charlar, preguntar o reclamar fotos y autógrafos. Como un amigo común al que nunca le fallaba el gesto afectuoso.
Un sabio popular que rentabilizó su histórica fatalidad en el Tour. «Lo que más me gustaba era cuando los niños me preguntaban, ¿eres tú, PouPou? ¿Y nunca ganaste nada?», declaró en una entrevista. Su voz dura y rocosa, pasajero de la Francia profunda, agricultora, acompañó siempre a los visitantes de la carrera como si fuese uno de los monolitos que se erigen en el Tourmalet, el Galibier o el Izoard. «El Tour es mi casa, mi vida», dijo alguna vez Poulidor.
El Tour que lo maltrató como ciclista y lo convirtió en un telonero de dos gigantes, primero Jacques Anquetil y después Eddy Merckx. Sobre todo, con el primero, al que superó en popularidad y cariño aunque no en éxitos.
Ambos protagonizaron aquella célebre escena, hombro contra hombro en el Puy de Dome, de Tour de 1964, en el que Anquetil se hizo con el maillot amarillo. Anquetil fue ganador, pero Poulidor el héroe».
Siempre hubo una caída, un pinchazo, una doble fractura de hueso o una mínima de distancia de segundos que apartaron de la victoria a Poulidor, un escalador nato.
La estética del perdedor fue rentable para el inteligente campesino, cuyos padres granjeros educaron entre ovejas, vacas y sólidos valores pegados a la tierra. «Cuanto más desafortunado era, más gustaba al público y más dinero ganabaIncluso pensé que ganar era inútil», declaró PouPou.
Poulidor, también cuenta en su palmarés con una plata y tres bronces en los Mundiales, por eso es que resulta sencillo y facilón atribuirle esa vitola de "segundón". Pero fue primero en muchas otras. Sus dotes de "grimpeur" lo condujeron en España a vencer en tres ocasiones en la Escalada a Montjuïc, y en una en la Subida a Arrate. También se llevó la Setmana Catalana de 1971.
Su primera autobiografía más vendida, publicada en 1968, se tituló La Gloria sin el maillot amarillo. Después de retirarse, Poulidor continuó apareciendo en el Tour, trabajando para el banco Crédit Lyonnais, el patrocinador de la camiseta amarilla. En 1987, pocos días antes de morir, a los 53 años, de un ya incurable cáncer de estómago visitó a Anquetil en su lecho de muerte, cuando el normando le dijo con un amargo sentido del humor a su antiguo rival que estaba a punto de terminar segundo una vez más. Ahora ya da lo mismo entre héroes de hierro pero vulnerables. El eterno segundo… El eterno primero… Eternos los dos.
En 1961, se casó con Gisèle Bardet, una trabajadora postal de St Léonard de Noblat, donde la pareja hizo su hogar. Ella lo sobrevive junto con sus dos hijas, Isabelle y Corinne. Sus dos nietos, David y Mathieu Van der Poel, son ciclistas profesionales.
Poulidor, que quiso ser boxeador antes que ciclista, tenía en los últimos años de su vida una ilusión por encima de todas, su nieto Mathieu van der Poel, hijo de su hija Corinne Poulidor y del exciclista holandés Adrie van der Poel. El chaval es el nuevo portento del ciclismo, un fuera de serie que estuvo cerca de ganar el último Mundial en Yorkshire (Inglaterra) y que también triunfa en el ciclocross y la bici de montaña. Su abuelo lo deja como legado  de la leyenda del alegre y astuto segundón.