La temporada ciclista 2017 arrancó con una decisión que no ha
dejado indiferente a nadie y que ha dado lugar al debate: los organizadores del
Tour Down Under han suprimido la presencia de las habituales azafatas en los
podios tras cada etapa de la carrera para entregar los ramos de flores y dar
los besos en las mejillas de los ganadores. La medida, que es parte de una
campaña que lucha contra el machismo, ha sido tomada por el gobierno de
Australia Meridional, estado que lo promueve para "mejorar la imagen del
cuerpo femenino".
Los australianos han resuelto que en lugar de las habituales
modelos suban ciclistas júnior a entregar los premios a los vencedores del día.
Una solución diferente a la que se pudo ver el pasado año en el Tour de Abu
Dabi, donde los trofeos en el podio fueron entregados por azafatos masculinos,
por cuestiones religiosas del Islam.
A pesar de que todavía no está claro que todas las carreras
adopten la misma medida en un futuro inmediato, tal decisión ha sido recibida
de diferente forma dentro del pelotón.
Tras la medida adoptada por la organización de la carrera
australiana de suprimir la arraigada tradición en el deporte de la bicicleta, otros
organizadores obligados por los patrocinadores de las carreras tuvieron que
optar por romper los estereotipos del ciclismo. Hasta el momento de lo que
llevamos de temporada opto por la misma medida la Challenge de Mallorca, donde
se llevó a cabo la ceremonia de premios sin ninguna azafata. La Volta Ciclista
a la Comunitat Valenciana no ha seguido los pasos del Tour Down Under ni los de
la Challenge de Mallorca y ha escogido una nueva vía optando por incluir también
hombres en la entrega de premios después de cada final de etapa.
La Volta a Cataluña, mantiene la cautela en este aspecto y las
explicaciones que da su presidente es que: “La Volta, como carrera, no tiene ninguna azafata propia en el
podio. Otra cosa es lo que hacen los patrocinadores de los diversos premios,
que quieran lucir la marca y lo hacen con sus azafatas propias. Nosotros lo que
si controlamos es que la imagen de la mujer se trate con respecto”.
Azafatas ¿sí o no?. Azafatos en su lugar ¿sí o no?. El ciclismo ha
entrado con fuerza en esta batalla y todo hace presagiar que los vestidos
ceñidos de licra, las faldas cortísimas o los maillots exageradamente abiertos
por el pecho parece que podrían tener los días contados en los podios del
ciclismo.
Dejando de lado las actuaciones extremas, el debate sobre la
simple presencia de azafatas está abierto. Y no siempre con los puntos de vista
que podría pensarse.
El deseo de suprimir la imagen femenina en las entregas de premios
no es nuevo. Desde hace un tiempo esa histórica costumbre viene recibiendo
críticas por parte de diferentes asociaciones generando controversia, ya que
son muchas las personas que opinan que no hay necesidad de que se adopte el rol
que adopta, ni que vayan vestidas como van y que tampoco es necesario que todas
ellas parezcan representar un único rol femenino, el de un cuerpo proporcionado
y perfecto.
Como con el resto de cosas, cada carrera ciclista seguro que
tratara este tema con diferentes criterios y con más o menos tacto.
Es una decisión que puede sentar cátedra y que puede significar un
antes y un después en el mundo del ciclismo.
Algunos ciclistas españoles ya mostraron públicamente su apoyo a
esta iniciativa, Mikel Landa defiende la postura de alejar a las azafatas de
los podios: “Esa es la línea que debemos seguir. Las azafatas en los podios
sobran. Es como tratarlas como objetos. Las infravaloramos”.
La ex ciclista y medalla mundialista Dori Ruano afirmaba: “No me gusta ver a chicas
florero en los podios”.
Otros sin embargo defienden la presencia femenina. Alberto
Contador: “Yo no las veo como chicas florero, sino más bien como unas azafatas
que dan visibilidad a una marca determinada”.
Oscar Pereiro: “Yo no creo que sobren y dudo que los patrocinadores prefieran que
sean los políticos quienes entreguen los premios que pagan”.
Jorge Arcas: “Es algo que se ha hecho toda la vida y que se elimine ahora no lo
veo muy lógico. Es un trabajo más y hay chicas que se ganan la vida con esto.
Es un oficio como otro cualquiera. No entiendo la decisión y no la comparto”.
Fernando Escartín tiene clara su postura: “Cada carrera puede hacer
lo que quiera y la Vuelta a España es partidaria de seguir con las azafatas. No
es un tema de machismo, ni mucho menos lo entiendo así”.
La opinión de Pedro Delgado: “Es una polémica absurda, pues actualmente los podios, sobre
todo los de las grandes carreras, Giro, Tour Vuelta, están muy dignificados”.
Sin embargo, David de la Cruz evito manifestarse de forma
contundente: “Yo no estoy ni en contra ni a favor. Aunque soy consciente de que en
muchas o en la totalidad de las carreras es una labor remunerada y por lo tanto
eliminar la figura de la azafata equivale a eliminar un puesto de trabajo. Para
mí el machismo es infravalorar a la mujer, y por lo tanto lo que puede parecer
machismo es tomar una decisión de este calibre sin consultar a las
protagonistas, porque en realidad a nosotros lo que nos importa es recibir el
premio, ya sea de manos de un hombre, mujer o un canguro en el caso de
Australia”.
Polémicas y debates aparte, lo que parece claro para esta
temporada, es que el Giro de Italia, con el vestuario menos apropiado y extremo
seguirá contando con Miss Italia para entregar cada día la Maglia Rosa, el Tour
de Francia continuará contratando a Top Models y la Vuelta a España mantendrá a
sus modelos que ficha a través de las agencias del sector con las que lleva
trabajando desde años.
Como se puede observar el debate ya está en la calle, habrá que
estar atentos a ver si las medidas tomadas en Australia, Mallorca y Valencia se
extienden a otras carreras ciclistas del calendario internacional. De momento
los pesos pesados del pelotón no se han pronunciado al respecto.
Yo también opino que si desaparecen las azafatas, se
evitaran situaciones como la protagonizada por Peter Sagan en el Tour de
Flandes en el año 2013, cuando pellizcó el culo de una azafata para sorpresa de
ésta y de todos los que vimos aquella escena.
Azafata
esta que, todo sea dicho de paso, apareció dos años después en biquini en la
prueba femenina.
Colorín colorado este cuento no ha acabado.