El próximo 4 de mayo
arranca la 101ª edición de un Giro de Italia que a día de hoy ya es historia,
porque desde que se anunció con sorpresa que la salida seria en Jerusalén
entendí que sería un Giro especial.
Por primera vez una de las
tres grandes carreras de tres semanas saldrá fuera de la propia Europa, para
terminar como ya había ocurrido en 1911, 1950 y 2009 en la Roma que durante
siglos fue el centro de la civilización occidental. Además de ser la ciudad
santa para la Iglesia católica.
Un Giro de Italia 2018 con
3.562,9 kilómetros de recorrido, 169,7 kilómetros de media por etapa, dos
cronos individuales de menos de 45 kilómetros en total, 7 etapas con claro
perfil para los velocistas, 6 etapas de media montaña que los especialistas en
fugas tendrán marcadas para su lucimiento y ansias de victoria y 6 etapas de
alta montaña, todo un recorrido inspirado y pensado para que sea equilibrado.
La ciudad israelí de
Jerusalén, considerada la ciudad sagrada por las tres mayores religiones
monoteístas: el cristianismo, el islam y el judaísmo, dará el pistoletazo de
salida con una contrarreloj individual de 9,7 kilómetros de un recorrido muy
articulado dentro de la ciudad, bordeando algunos de los lugares más simbólicos
para finalizar en cuesta cerca de las murallas de la histórica ciudad.
La primera etapa en línea
se corre el sábado 5, la serpiente multicolor entre Haifa y Tel Aviv se
enfrentara a dos únicas dificultades, los altibajos de Acri y el particular GPM
de Zikron Yakov, para después de 167 kilómetros llegar a la recta del paseo
marítimo donde está situada la meta de esta segunda etapa.
La tercera y última etapa
por tierras israelíes transcurre entre el mar Mediterráneo y el Mar Rojo
pasando por el desierto del Négev, 226 kilómetros entre Be´er Sheva y Eilat
totalmente llanos.
Tras el día de descanso y
traslados del circo multicolor, el Giro se
adentra en Sicilia con una etapa rompepiernas que terminará con la ascensión a
Caltagirone, y que podría hacer que haya algunas diferencias entre el abanico
de favoritos al triunfo final.
La 5ª
etapa, como antesala de la llegada a la alta montaña tiene dos partes
diferenciadas en su recorrido: la primera mitad, parcialmente llana, y la
segunda, con tres subidas puntuables antes de la ascensión final a Santa Ninfa.
La
primera llegada en alto de este Giro 2018 será en el mítico volcán siciliano.
Arrancará a 25 kilómetros de meta con las primeras rampas en Paternò y
atravesará un camino estrecho entre parques y flujos de lava hasta llegar al
Observatorio Astrofísico (30 kilómetros al 8% de media en total), 3 kilómetros
antes del Rifugio Sapienza, que ya ha sido llegada en otras ocasiones. Una
vertiente que incluso el propio Vincenzo Nibali ha reconocido que no
conoce.
La 7ª
etapa, antesala de la segunda llegada en alto es totalmente llana con
previsible llegada masiva.
Con la
disputa de la 8ª etapa llega la Segunda meta en alto. El recorrido de la
serpiente multicolor sigue en dirección norte cruzando el Cilento hasta llegar
a Salerno, donde arrancará la subida al santuario de Montevergine di
Mercogliano (14,7 kilómetros al 5,5% de media). Será una subida dura después de
una semana de pedaleo ya en las piernas.
Después
de este duro esfuerzo, los gallos repondrán fuerzas con el segundo día de
descanso y antes de poner rumbo a los Alpes, la carrera pasará por el macizo
rey de los Apeninos, el Gran Sasso D'Italia (la gran piedra de Italia), en el
centro de la península. Primero los ciclistas pasarán por Roccaraso, puntuable,
en el kilómetro 108 y a partir del 177 serán casi 47 kilómetros sin parar de
subir al 8,2% de media, con otra cota que repartirá puntos (Calascio), en el
kilómetro 191, a 33 de la meta de Campo Imperatore.
El trazado
rompepiernas de la 10ª etapa servira para apuntalar las primeras raciones de
alta montaña. Será la etapa reina en longitud, que no en desnivel y que arrancara
con una subida puntuable a Fonte della Creta para después cruzar el corazón de
los Apeninos hasta llegar a la región de Umbría.
La primera
subida dura con que se encontrara el pelotón estará situada en la 11ª etapa con
el Passo del Termine, en el kilómetro 38, después Valico di Pietra Rossa en el
97 y una cota corta y explosiva en Osimo. También la serpiente multicolor
pasará por Filottrana, ciudad natal del malogrado Michele Scarponi, en la que
se llegará al 14% de desnivel.
Toda la 12ª
etapa recorrerá las autopistas SS16 y SS9 a través de Emilia hasta llegar a Tre
Monti, donde entrará a todo tren en un circuito que terminará en una muy
probable llegada al sprint dentro del Autódromo Enzo e Dino.
En la 13ª
los esforzados de la ruta atravesarán al completo la Pianura Padana hasta el
Montello, en el kilómetro 160, que será puntuable. Antes de entrar en un
circuito donde existen algunos de los monumentos de la Segunda Guerra Mundial,
este Giro de Italia pasará por zonas que no atravesaba desde hace más de 30
años.
La 14ª
etapa será la primera alpina de esta edición. Habrá cinco cimas puntuables
antes del final en el Monte Zoncolan: Monte di Ragogna (km. 42), Avaglio (km.
105) y después un encadenado con el Passo Duron (km. 142), Sella
Valcalda-Ravascletto (km. 160) y el propio Monte Zoncolan (arranca en el km.
171 y son 10 kilómetros al 11% de desnivel medio y rampas máximas del 22%).
En la 15ª etapa se pasara de los Alpes a los Dolomitas
para ascender el Passo della Mauria (km. 48), el Passo Tre Croci (km. 110, el
coloso del día con 7,9 kilómetros al 13,4%), el Passo di Sant'Antonio (km. 146)
y el Costalissoio (km. 160) antes de la llegada en alto en Sappada.
Tras
esta etapa llega el tercer día del merecido descanso antes de la contrarreloj. Una etapa para especialistas con largas
rectas y curvas anchas. El final, en el casco urbano de Rovereto, será más
enrevesado.
La 17ª
etapa empieza con una subida no puntuable a Molina di Ledro y se sigue con un
recorrido medianamente escarpado que sólo puntúa en la subida a Lodrino, en el
kilómetro 71. Después descenso hasta el Lago Iseo y última oportunidad para los
sprinters antes del último día en Roma.
Nueva
incursión en los Alpes en la 18ª etapa. Acercamiento a través de la Pianura
Padana hasta Novello, primera cota puntuable, en el kilómetro 140. A partir de
ahí falso llano hasta Mondoví, donde arranca la subida al Prato Nevoso, un
ascenso largo y constante (19,7 kilómetros al 7,8% de media).
La 19ª etapa,
por su ubicación en el recorrido y su durísimo encadenado de puertos será la
etapa reina. La primera escalada será al Colle del Lys (km. 48), seguirá el
Colle delle Finestre (Cima Coppi, 18,6 kilómetros al 9% de desnivel medio), que
se coronará en el kilómetro 110, y después vendrán Sestriere (km. 137) y el
final en el Monte Jafferau, que arranca en el kilómetro 181, en la localidad de
Bardonecchia.
La 20ª
etapa será la segunda etapa en los Alpes occidentales y última de montaña. 4500
metros de desnivel repartidos en tres ascensiones: Col Tsecore (km. 146), Col
St. Pantaleón (km. 185) y Cervinia, la última gran subida del Giro 2018 (18,7
kilómetros al 7,2%) antes de poner rumbo a Roma.
La última
estampa del Giro de Italia 2018 la veremos en la 21ª etapa por un circuito de
11,8 kilómetros por las calles de la capital italiana que se repetirá diez
veces. El pelotón homenajeara a los campeones
y segurísimo que no dejará indiferente a nadie.
De entre
todos los ciclistas que partirán el día 4 desde Jerusalén, los candidatos a llevarse
la ansiada maglia rosa serán: Chris Froome que estará en el punto de mira tras
su posible positivo por dopaje durante la pasada Vuelta Ciclista a
España, Tom
Dumoulin, que
defenderá el título de la pasada edición, o el italiano Fabio Aru, que luchará por hacerse con el liderato en
una edición que también contará con Thibaut Pinot, Miguel Ángel López y Esteban Chaves. A ellos se sumarán otros líderes de
renombre como Domenico Pozzovivo, Alexandre Geniez, y Michael Woods.
El
objetivo de los 11 españoles que serán de la partida: Mikel
Nieve, Víctor de la Parte, Antonio Pedrero, Jaime Rosón, Rafael Valls, Pello
Bilbao, Luis León Sánchez, Igor Antón, Francisco Ventoso, David de la Cruz,
Markel Irizar y Rubén Plaza, será el de ayudar a sus líderes pero también
conseguir alguna victoria de etapa, algo que el año pasado no se le dio del todo
mal a la representación española.