Peter Sagan, ganador del GP E3 Harelbeke 2014 |
Continuando con el resumen de la temporada 2014, la serpiente multicolor
llegaba al GP E3 Harelbeke, en el corazón de las Ardenas flamencas, lo que
suponía un punto de no retorno para muchos clasicomanos, ya que esta prueba,
antesala del Tour de Flandes, confluían todos los pesos pesados de la
primavera, después del ascenso, hace dos años, a la máxima categoría World
Tour.
Mirando a nuestros ciclistas, el interés estaba puesto en la novedosa
presencia de Alejandro Valverde en la salida. El murciano ya había anunciado a
comienzos de temporada su cambio de rumbo hacia Bélgica, con la intención de
rodar en el Pavés, un material que estaría muy presente en el Tour de Francia.
Pero Alejandro no tuvo una buena actuación terminando en el puesto 63º. Quien
sí tuvo su día fue Peter Sagan, que en un grupo de tres fugados, se impuso en
un sprint final contundente con velocidad y fuerza llevándose un triunfo
indiscutible en una de las carreras clásicas de Europa de esta temporada de
clásicas.
La Gante-Wevelgem despedía el mes de marzo con un Peter Sagan que buscaba
la victoria después del éxito de hacía unos días en la E3 Harelbeke, pero le
faltó suerte en la parte final, caracterizada por las caídas y el fuerte ritmo
que impusieron, el BMC y el Omega Pharma-Quick Step. En un final extraño, el
ciclista alemán John Degenkolb inscribió su nombre en esta prestigiosa clásica
belga al imponerse en un sprint complicado debido a las caídas que cortaron el
ritmo de varios de los favoritos, entre ellos el eslovaco Peter Sagan, que
defendía el título.
El mes de abril traía la disputa entre otras, de las carreras tan
interesantes como el Tour de Flandes, la París-Roubaix o la Lieja
Bastogne-Lieja.
El día 6, la pura esencia de Fabian Cancellara de correr a lo bestia, para
ganar por fuerza bruta, como ya lo hemos podido ver en varias carreras, donde
logro buenos resultados por aprovechar esa potencia y su don de gran rodador
que le llevo a ser cuatro veces Campeón del Mundo contrarreloj, vencedor de
siete monumentos, de ser el corredor que más veces vistió el maillot amarillo
del Tour de Francia, sin nunca haber sido
el ganado final. El domingo 6, en Oudenaarde, en De Ronde, lo volvimos a
comprobar. La carrera se estaba decidiendo con la escapada de Van Avermaet y
Vandenberg, ante la pasividad de los demás favoritos y en especial Tom Boonen y
Peter Sagan. Ante esta pasividad fue cuando volvió a encender la locomotora y,
a pesar de no ir “super”, dejó a sus rivales con un palmo de narices en el
Paterberg, lanzándose a la busca de la cabeza de carrera, con el belga
Vanmarcke a rueda, que fue el único que pudo reaccionar al ataque más que
previsible de Cancellara.
Después de eso, replantear la carrera, correr y tirar
para distanciar a quienquiera que se atreva a alcanzarlos y preparar el sprint,
que también fue lanzado por el suizo, desde lejos, para aprovechar su potencia.
Habíamos visto a Van Avermaet vencer en sprints masivos en La Vuelta, por ejemplo,
habíamos visto a Vanmarcke venciendo al sprint al mismísimo Boonen en clásicas
del estilo de Flandes, no habíamos visto a Vandenberg nunca hacer nada, pero de
los tres que podían disputar ese sprint con ciertas garantías, Cancellara no
era el más rápido, simplemente era el más potente y con eso jugó, con eso
apostó y con eso ganó, su tercer Tour de
Flandes, entrando en la historia como uno de los triple vencedores de esta
carrera.
Niki Terpstra, ganador de la París-Roubaix 2014. |
La París-Roubaix es una de las carreras más
representativas del calendario ciclista internacional. Todos los años es un
aliciente ver esta prueba y poder vibrar ante la gloria que alcanza el ganador.
Esta vez, se produjo una inesperada sorpresa que llevo a cabo el holandés Niké
Terpstra. A falta de algo menos de cien kilómetros para la meta, se entabló un
duro forcejeo entre el belga Tom Boonen, que se adelantó a los acontecimientos tomando
la delantera con otros audaces y el suizo Fabian Cancellara, ayudado por su
equipo. Una lucha dantesca presidida por una calzada polvorienta y con un piso
en deficiente estado, que hizo que hubiese numerosas caídas y pinchazos, con
los ciclistas tratando a toda costa de sobrevivir en un escenario de tintes dramáticos. Ante esa danza vivida a golpes
de pedal, muchos de estos protagonistas en esta París-Roubaix, se vieron
obligados a abandonar la competición, zanjando así todas sus ilusiones. La
relación de corredores que pusieron pie a tierra espoleados por el signo
inapelable de la rendición fue larga.
A menos de 20 kilómetros de la llegada, ubicada en
Roubaix, los pocos corredores que paladeaban la victoria neutralizaron un
ataque certero que había protagonizado el bravo corredor eslovaco Peter Sagan,
queriendo poner tierra por medio tratando de romper los moldes de la carrera. Cuando
quedaban por delante apenas siete kilómetros para cruzar la meta, surgió
inesperadamente el holandés Terpstra, que en el anillo de 250 metros del
velódromo de Roubaix, con unas gradas repletas de público entusiasta, no tuvo
ningún inconveniente en imponerse en solitario como hacen los valientes, aunque
fuera con una ventaja de tan solo veinte segundos.
Tras el bonito espectáculo de las clásicas de Flandes
y Roubaix, la Amstel Gold Race nos supo a poco, ya que los 34 muros repartidos
en los 251 kilómetros del recorrido sirvieron para que los favoritos se
marcaran un inmovilismo, reservando todas sus balas para la última subida al
Cauberg donde un conocedor de cada palmo de subida que ya le ha dado tres
Amstel Gol Race y un maillor arco iris
como es Philippe Gilbert que volvió a exprimir sus cualidades en este
mítico muro donde nuevamente volvió a sacar de rueda a todos sus rivales, para
ser el único dominador y ganar esta Amstel Gold Race 2014, en la que Alejandro
Valverde fue cuarto y Joaquim Purito Rodríguez tuvo que abandonar por caída
aunque no sufrió fracturas, únicamente algunos hematomas en la zona de las
costillas que no le impidieron disputar el Giro de Italia.
El 27 de abril con la disputa de la
Lieja-Bastogne-Lieja llegaba la más antigua de las clásicas. Este año se
celebró la 100ª edición, que salió de
Lieja y que después de 263 kilómetros de recorrido los ciclistas cruzaban la
meta en Ans. Esta prueba también pertenece al UCI World Tour 2014, siendo la
decimotercera prueba de dicho calendario. El recorrido de esta 100ª edición
contó con 10 puertos puntuables, uno menos que en la edición del año anterior,
aunque recuperaron la subida a La Roche-Aux-Faucons cima que el año anterior
había sido suprimida. El ganador fue Simon Gerrans, que en la pequeña recta
final con Valverde y Kwiatkowski, sobrepasaron a Caruso sobre la misma línea de
meta, convirtiéndose así en el primer ciclista australiano en ganar esta
prueba. Segundo en el podio fue Alejandro Valverde y tercero Michal Kwiatkowski.
Finalizada la temporada de las clásicas, el mes de
abril lo cerraba el 68º Tour de Romandia
que se disputó del 29 de abril al 4 de mayo en la región francófona de Suiza y
que es una prueba por etapas de la categoría World Tour. Con el inicio del Giro
de Italia cerca, hace que esta prueba sea muy interesante para corredores con
estados de forma y objetivos muy diferentes, ya sea para aquellos que terminan
su primera parte de la temporada tras disputar a tope las Árdenas o las
carreras por etapas de una semana, como los que buscan afinar su forma de cara
al inminente comienzo del Giro, o incluso aquellos cuyo gran objetivo es el
Tour de Francia.
Chris Froome, ganador del Tour de Romandia 2014. |
De hecho, los tres últimos ganadores en Romandia fueron luego
los vencedores en París. La edición de este año contó con un prólogo inicial y
cinco etapas, siendo la 3ª etapa la reina de la prueba ya que tuvieron que
ascender cuatro puertos de montaña de primera categoría y la última fue una
contrarreloj de 18,5 km. a la que Froome y Spilak llegaban con solo un segundo
de ventaja para el eslovaco. Sin embargo, en la etapa, el del Sky le supero en
29 segundos, dejando claro su superioridad en la clasificación general por
segundo año consecutivo. Al británico Chris Froome le acompañaron en el podio
Simon Spilak (2º) y Rui Costa (3º).
Mayo es el mes de las flores, quinto mes del año en el
calendario gregoriano y tercero en el antiguo calendario romano, pero en el
calendario ciclista es el mes en el cual se disputa el Giro de Italia, primera
de las tres Grandes Vueltas ciclistas por etapas de tres semanas de duración.
Este año desde el día 9 de mayo hasta el 1 de junio se disputó la 97ª edición
del Giro 2014 sobre 3.445,5 km. El inicio de esta edición tuvo lugar en Irlanda
del Norte en donde se disputaron dos etapas y la tercera que finalizó en
Dublín. Tras estas tres etapas, el Giro se trasladó a Italia para la disputa de
las 18 etapas restantes.
La edición de este año se inició con una contrarreloj,
en una primera semana con muchas caídas que provocaron abandonos de favoritos
como Dan Martín y Purito Rodríguez entre otros. Una primera semana que sirvió
para que viésemos la calidad como sprinter de Nacer Bouhanni, la velocidad de
Diego Ulissi o la veterania con la que controlaba la carrera Cadel Evans. Una
primera semana en la que también vimos que la general no empezó a quedar bien
definida hasta la contrarreloj que ganó Rigoberto Uran, vistiéndose la maglia
rosa y con los corredores dispuestos a disputar las etapas de alta montaña en
las que los jóvenes Fabio Aru y Wilco Kelderman demostraron su futuro.
Después
del día de descanso, los ciclistas disputaron la etapa que el año pasado no se
pudo disputar, los corredores tuvieron que superar unas condiciones
meteorológicas muy adversas al paso por el Gavia y el Stelvio, con temperaturas
muy bajas e incluso nieve. Esto provoco mucho desconcierto junto con un
comunicado poco claro de la organización, que aprovechó Nairo Quintana para
ponerse líder. Siendo el ganador final, y quien también se hizo con la
clasificación de los jóvenes. Le acompañaron en el podio el también colombiano
Rigoberto Uran y Fabio Aru. Es la primera vez en la historia del Giro de Italia
que un latinoamericano es el campeón. Igualmente es la primera vez que dos
colombianos hacen 1º y 2º en la clasificación general final, algo histórico
para el ciclismo colombiano. Fue un remate a un Giro un tanto extraño que había
empezado en la ciudad de norirlandesa de Belfas y que acabó en Trieste en lugar
de Milán, como era habitual, al fin y al cabo fue un festival de los
escarabajos colombianos que se mostraron muy superiores, especialmente en la
montaña, de ahí el doblete al final de la carrera. A pesar de un comienzo un
tanto irregular debido a las caídas y a una infección pulmonar, Nairo ya partía
como uno de los favoritos. Tuvo que llegar la montaña para que los escarabajos
colombianos arrasaran, primero Rigoberto Uran, ya había sido segundo en 2013 y
líder algunos días y luego Nairo, que dio el vuelco en la 16ª etapa que luego
remató con un nuevo triunfo en la cronoescalada de la 19ª etapa, con el final
en Cima Grappa.