En el
capítulo de hoy intentare dar unos consejos sobre nuestros cuidados para evitar
problemas, poder descansar y recuperarse.
Con los
primeros días de octubre se inicia prácticamente la estación de otoño. Los
cambios que ocurren entre las diferentes estaciones del año son leves y, por lo
mismo, no sentimos mucha diferencia de clima. De todas formas, los cambios de
estaciones traen variaciones climáticas y algunos microorganismos, como los
virus respiratorios, predominan preferentemente en las estaciones de otoño e
invierno.
Por eso
es, que antes de la llegada del invierno la vacunación contra la gripe es
especialmente importante. Una simple gripe puede complicarse con neumonía,
empeorar afecciones médicas existentes y lo que es más importante impedirnos
entrenar normalmente.
La gripe
y el resfriado son unas de las enfermedades más habituales y temidas por los
ciclistas cuando empieza el invierno, ya que esta actividad se desarrolla al
aire libre y es posible que en ocasiones no llevemos la ropa adecuada o que al
detenernos nos enfriemos. A menudo no nos damos cuenta de ello debido al calor
que generamos mientras estamos en movimiento.
La mejor
actitud es tomar precauciones para prevenir la gripe o el refriado. Mientras se
trate de un simple resfriado y no tengamos fiebre, hacer ejercicio, si es posible ya que reduce la
congestión nasal y fortalece nuestro sistema inmunológico, procurando al llegar
a casa, prepararnos un buen baño caliente, ya que reforzara el efecto descongestionante
y mejorará la circulación en la zona de la nariz. Los efectos del ejercicio
perduran unas cuatro horas después de haberlo realizado.
Pero si
creemos que tenemos gripe, lo mejor sin lugar a dudas es escuchar a nuestro
cuerpo.
La gripe
se acompaña habitualmente de dolor de cabeza y cuello, dolor de articulaciones,
fiebre alta, dolor de pecho, dolor de espalda, estornudos ocasionales y tos
profunda con esputos densos.
La
conclusión a la que ha llegado el Dr. Fernando Gutiérrez del Centro Médico para
el Deporte (CSD), dice que con fiebre nunca deberíamos salir a correr, ya que
el estado febril nos indica que la gripe está muy avanzada y en su etapa más
virulenta. En caso extremo, exponer nuestro cuerpo al agotamiento físico
debilita el sistema inmunológico, pudiendo llegar a afectar incluso a nuestro
corazón y dejarnos secuelas de una cardiopatía, o incluso dar lugar a un cuadro
más grave de muerta súbita.
Según un
estudio del científico americano Steffan Weidner:
ü Si se padecen dolores del cuello para arriba,
el ejercicio puede ser incluso recomendable.
ü Si se padecen dolores en la zona de la
espalda y pulmones, en la zona lumbar o en las articulaciones es mejor mantener
reposo.
Como he
dicho anteriormente hay que saber escuchar e interpretar correctamente los
mensajes que nos envía nuestro cuerpo.
Un resfriado mal tratado puede
evolucionar en sinusitis.
Una gripe mal tratada puede degenerar en una pulmonía.
Otro de
los consejos para evitar problemas, es eliminar las caries de nuestra boca. Si
no lo hacemos, éstas pueden infectar algún órgano de nuestro cuerpo a través de
la sangre.
Si
utilizamos gafas o lentillas, revisemos su graduación.
Si creéis
que no necesitáis gafas, haceros la
revisión igualmente. Si os dicen que no las necesitáis, alegraros, y si las
necesitáis, alegraros también porque vais a ver mucho mejor.
También
deberemos fortalecer todos los músculos de nuestro cuerpo en base a la
fuerza-resistencia, es decir con nuestro propio cuerpo y unas 20 repeticiones
por ejercicio.
El sillín
es una parte de la bicicleta con la que solemos tener problemas, si es vuestro
caso:
ü Probad con varios, hasta encontrar uno que
apenas os moleste.
ü Poned en vuestro culote dos badanas
superpuestas una encima de la otra.
ü Dad una capa fina de vaselina en la badana o
bien sobre la parte de vuestro cuerpo que apoya en el sillín.
ü No estéis mucho tiempo sentado en la
bicicleta; cada vez que os acordéis, poned un piñón más pequeño y pedalead de
pie a la misma velocidad durante 15-30 segundos.
ü Y por último tratad las pequeñas lesiones de
esa parte, como algo muy serio, y no os subáis a la bici hasta estar totalmente
curado. Mientras corred a pie, o bien vais al gimnasio.
Si no
podemos dormir la noche antes de la carrera o Marcha, podemos tomar algún
relajante natural de venta en farmacias sin prescripción facultativa. Este nos
hará dormir 8, 9 o 10 horas, levantándonos frescos, descansados y con unas
ganas tremendas de pedalear, porque estaremos seguros de que, realmente,
habremos descansado lo suficiente.
El descanso,
la relajación y el sueño, son una parte importantísima del entrenamiento. Tiene
tanta importancia, que si no los hacemos bien, nunca podremos dar lo mejor de
nosotros, ni en entrenos ni en competición, aunque tengamos un entrenamiento
óptimo y el mejor material para las carreras.
Justo
después de cada sesión de entrenamiento o competición, es muy conveniente y
necesario hacer estiramientos.
Siempre
que podamos en la vida diaria es importante hacer ejercicios de relajación,
estiramientos y ejercicios de fuerza-resistencia.
Y por
último cuando estemos en plena temporada de competición, deberemos acudir a un
profesional para que nos de unos masajes de recuperación de los músculos. Así
estarán listos para entrenar o correr rápidamente, al tiempo que evitaremos
lesiones.
Otro de
los consejos importantísimos es el aprender a beber y comer con frecuencia los
días de entrenamiento, mientras nos esforzamos, así nos será más fácil subir a
las pulsaciones señaladas, rendiremos más, no nos entrara la pájara, y lo que
es más importante, nos facilitará la recuperación para estar muy pronto listos
para el próximo entrenamiento. De este modo, en las carreras o Marchas,
sabremos hacerlo perfectamente y rendiremos al 100 por 100.
Al menos
síntoma de enfermedad, lesión, problemas musculares o articulares, acudamos a
un especialista. Hacerlo antes de que nos obligue a quedarnos en casa durante
días, semanas o meses.
Hidratémonos
bien con agua sola y entre las horas fuera de las comidas, pero muy
especialmente durante la fase de carga o supercarga de carbohidratos, y durante
el calentamiento previo a la competición y durante la misma.
Nuestra
buena forma física y psíquica, y el nivel de éstas dependerá exclusivamente de:
ü
La
ausencia de lesiones y enfermedades.
ü
De lo bien,
no de lo mucho que hayamos entrenado.
ü
De lo
bien, no de lo mucho que nos hayamos alimentado.
ü
De lo
bien, no de lo mucho que hayamos descansado, y
ü
De lo
bien, no de lo mucho que estemos motivados.
Escuchemos a nuestro cuerpo
cuando nos grite insistentemente. Hagámosle caso ya que es muy sabio.
El
próximo capítulo estará dedicado a las Consideraciones Generales sobre el
Entrenamiento Físico.