Evolución histórica de la bicicleta |
La
paternidad de la bicicleta, coloquialmente llamada bici, se le atribuye al
barón Karl Von Drais, un inventor alemán que nació en 1785. Su rudimentario
artefacto, creado alrededor de 1817, se impulsaba apoyando los pies
alternativamente sobre el suelo.
El diseño
y configuración básicos de la bicicleta han cambiado poco desde el primer
modelo de transmisión de cadena desarrollado alrededor de 1885.
En la
actualidad hay alrededor de 800 millones de bicicletas en el mundo, que son
utilizadas tanto como medio de transporte, como vehículo de ocio o para
competir.
Es un
medio de transporte sano, ecológico, sostenible y económico, válido para
trasladarse tanto por ciudad como por zonas rurales.
Centrándome
en las características de las bicicletas de competición, diré que sus cuadros
están hechos principalmente de aluminio (bicicletas más asequibles) y carbono
(bicicletas más para competir), aunque también las podemos encontrar de titanio
y alguna de acero (material clásico con el que se hacían los cuadros de antaño)
o también con materiales bastante exóticos para lo que es la fabricación de
cuadros como puede ser la madera, el bambú, el plástico o el grafeno, siendo
estas más bien casos minoritarios más tendentes al coleccionismo que a entrenar
o competir.
Sus manillares
con cuña hacia atrás, varias marchas y platos, así como las ruedas muy finas
proporcionan una postura sobre ellas más o menos radical y cómoda para entrenar
y competir.
Dentro del
ciclismo en ruta en las pruebas contrarreloj y en las de media y larga
distancia en triatlón se emplean bicicletas fabricadas en serie, y homologadas
para competir, más aerodinámicas y posiblemente las más avanzadas
tecnológicamente. Los modelos más caros tienen como características
principales: sus cuadros con cableado interno, ultraligeros, afilados y hechos
de carbono, sus ruedas con grandes perfiles y sus componentes de tope de gama,
teniendo como característica más notable con respecto a las otras sus acoples
aerodinámicos sobre los que podemos apoyar nuestros antebrazos (de ahí le viene
el nombre de cabra), logrando optimizar nuestra posición, reduciendo así la
resistencia frente al aire.
Por lo
general son bicicletas bastante caras y muy específicas teniendo en cuenta la
finalidad competitiva para la que están fabricadas. Los modelos más básicos
están hechos en aluminio, soliendo traer menos prestaciones que sus hermanas de
carbono, aunque dependiendo del nivel como deportista, puede que sean más que
suficientes.
Aunque
desde el punto de vista del aficionado y participante en Marchas Cicloturistas
los consejos de más interés a la hora de elegir una bicicleta serian:
ü Elegir un modelo bien compensado en todos los
sentidos.
ü No obsesionarse en quitar peso a nuestra
bicicleta. Quitar primero la grasa de nuestro cuerpo; es mucho más barato y más
efectivo.
ü La ropa y la postura en la bici, tiene que
ser lo más aerodinámica posible, buscando a la vez nuestra propia comodidad.
ü Cuando limpiemos la bicicleta, busquemos
posibles fisuras, roturas o desperfectos y elementos extraños en los neumáticos.
ü Poner un desarrollo (piñones y platos)
adecuado a nuestra categoría. Durante las primeras temporadas de entrenamiento,
no intentemos poner el mismo que usan los ciclistas profesionales, porque nos
puede hacer mucho daño. Buscad siempre los desarrollos que podamos mover con
alegría y nunca con lentitud, ni siquiera en cuesta.
ü Instalemos en nuestra bicicleta cubiertas con
poca resistencia a la rodadura.
Si
comprasteis la bicicleta de serie y no sois bajos de estatura, probad con
bielas de 2,50 milímetros más largas y hasta 5mm. sí sois más bien altos.
Longitud
de las bielas y retraso del sillín. Hasta una altura de:
ü 165 cms - - - - - Bielas de 170 mm. y retraso
sillín 3 cms.
ü 165 a 175 cms. Bielas de 170 mm ó 172,5 mm y
retraso 4 cms.
ü 175 a 180 cms. Bielas de 172,5 ó 175 mm. y
retraso 5 cms.
ü 180 a 185 cms. Bielas de 175 ó 177,5 mm. y
retraso 6 cms.
ü 185 a 190 cms. Bielas de 177,5 ó 180 mm. y
retraso 7 cms.
Más de
190 cms. Bielas de 180 ó 185 mm. y retraso 8 cms.
El sillín
debemos ponerlo completamente horizontal al suelo. La distancia entre la punta
y la vertical del centro del eje pedalier, deberíamos ponerla entre 2 y 8
centímetros; si sois muy bajos 2 cms. y si sois muy altos 8 cms. Si con esta
distancia y en pleno esfuerzo, después
de varios días de adaptación no pedaleáis
cómodos y rápido, retrasadlo 1 cms más. La altura, debería estar en el
límite más alto que nos permita pedalear
durante mucho tiempo sin problemas a una cadencia de 95-105 r.p.m. en llano. A
modo de referencia válida, os diré que la distancia entre la parte central
superior y el centro del eje pedalier es la resultante de multiplicar por 0,885
la medida de nuestra pierna desde el suelo
descalzo hasta la entrepierna.
El
manillar y la potencia los tenemos que poner de acuerdo con nuestra envergadura
y de una altura y longitud necesarias para que nos sintamos realmente cómodos
en la bici cuando nos esforcemos, y a la vez, seamos muy aerodinámicos.
No
olvidemos nunca que primero debemos colocar el sillín con la altura y el
retraso justo y después buscar la potencia adecuada. La medida de esta debe ser
tal, que según pedaleamos en posición aerodinámica, nuestras rodillas deberán
sobrepasar 2-4 cms. a nuestros codos.
Durante
los entrenamientos, haremos pruebas con distintos materiales, de técnicas, de
desarrollos, de posición, etc, en un mismo tramo, en las mismas condiciones y
el mismo día, para ver con cual damos menos pulsaciones a una misma velocidad,
o bien, para unas mismas pulsaciones, ver cual aumenta la velocidad.
Las
medidas del cuadro, deberán ser las adecuadas para nuestra longitud de pierna y
para el torso o espalda y brazos. Si tenemos dudas entre dos tallas, elegid la
menor, pues se puede compensar con la tija y la potencia, flexaremos menos y
arrastraremos menos peso durante los muchos kilómetros que haremos. La medida
de nuestro cuadro debe ser igual a la medida de nuestra entrepierna
multiplicado por 0,65 para tallas grandes o por 0,66 para tallas pequeñas.
Los
pedales automáticos son imprescindibles para rendir al más alto nivel.
Nuestras
zapatillas las instalaremos en el pedal ligeramente adelantadas. Así nos
permitirá aplicar más potencia con menos esfuerzo y nos evitará algunas
lesiones, sobrecargas, calambres, etc., de los músculos, tendones y ligamentos
que tenemos desde la rodilla hasta el pie.
En
subidas duras, cuando necesitemos descansar unos músculos o bien cuando ya no
tengamos piñones más grandes que poner, es bueno ponerse de pie haciendo el
pedaleo “bailón” o a “pistón”, pero tirando hacia arriba con la pierna opuesta
y moviendo solamente la bicicleta, las piernas y los brazos; no movamos la
cabeza, las caderas ni la espalda.
En las
carreras, en las Marchas Cicloturistas e incluso en los entrenamientos, es
aconsejable darle presión extra a las ruedas; tendremos menos amortiguación,
pero a cambio, se deslizara mucho mejor por el asfalto y nos evitaremos más de
un pinchazo.
Otro
consejo de interés, es que no se nos ocurra nunca probar nada nuevo, ni en
nosotros ni en nuestra bicicleta el día de la competición o Marcha
Cicloturista. Hagámoslo durante los entrenamientos semanales anteriores a
estas; puede ser muy desagradable si no funciona como nosotros esperados.
En
competición o Marcha Cicloturista, el ritmo óptimo de pedaleo está en una
cadencia entre 98-102 r.p.m. en llano y entre 75-90 según la dureza de la
subida.
El
pedaleo rápido ayuda a hacer el pedaleo redondo. Por el contrario, el pedaleo
lento favorece el pedaleo a pistón.
El
pedaleo redondo reparte el trabajo entre todos los músculos de las dos piernas.
De esta forma, estaremos ahorrando el preciado glucógeno, y estaremos
retrasando la terrible fatiga muscular o los calambres.
Si
pedaleamos a pistón o sea, aplicando la fuerza, sólo cuando bajamos el pedal, estaremos
cargando todo el trabajo a unos pocos músculos (menos de la mitad), estaremos
aplicando la fuerza en 1/3 de cada circunferencia, y lo estaremos haciendo más
despacio de lo aconsejable, con la consiguiente fatiga muscular. También
estaremos predispuestos a sufrir lesiones en la rodilla por la excesiva presión
que debe de soportar ésta.
Notaremos si pedaleamos mal si no seguimos una línea
completamente recta y vamos con oscilaciones, vaivenes y zig-zags.
El
próximo capítulo lo dedicare a nuestros cuidados.
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