domingo, 13 de decembro de 2015

NUESTROS CUIDADOS (Capitulo IV)

En el capítulo de hoy intentare dar unos consejos sobre nuestros cuidados para evitar problemas, poder descansar y recuperarse.
Con los primeros días de octubre se inicia prácticamente la estación de otoño. Los cambios que ocurren entre las diferentes estaciones del año son leves y, por lo mismo, no sentimos mucha diferencia de clima. De todas formas, los cambios de estaciones traen variaciones climáticas y algunos microorganismos, como los virus respiratorios, predominan preferentemente en las estaciones de otoño e invierno.
Por eso es, que antes de la llegada del invierno la vacunación contra la gripe es especialmente importante. Una simple gripe puede complicarse con neumonía, empeorar afecciones médicas existentes y lo que es más importante impedirnos entrenar normalmente.
La gripe y el resfriado son unas de las enfermedades más habituales y temidas por los ciclistas cuando empieza el invierno, ya que esta actividad se desarrolla al aire libre y es posible que en ocasiones no llevemos la ropa adecuada o que al detenernos nos enfriemos. A menudo no nos damos cuenta de ello debido al calor que generamos mientras estamos en movimiento.
La mejor actitud es tomar precauciones para prevenir la gripe o el refriado. Mientras se trate de un simple resfriado y no tengamos fiebre, hacer  ejercicio, si es posible ya que reduce la congestión nasal y fortalece nuestro sistema inmunológico, procurando al llegar a casa, prepararnos un buen baño caliente, ya que reforzara el efecto descongestionante y mejorará la circulación en la zona de la nariz. Los efectos del ejercicio perduran unas cuatro horas después de haberlo realizado.
Pero si creemos que tenemos gripe, lo mejor sin lugar a dudas es escuchar a nuestro cuerpo.
La gripe se acompaña habitualmente de dolor de cabeza y cuello, dolor de articulaciones, fiebre alta, dolor de pecho, dolor de espalda, estornudos ocasionales y tos profunda con esputos densos.
La conclusión a la que ha llegado el Dr. Fernando Gutiérrez del Centro Médico para el Deporte (CSD), dice que con fiebre nunca deberíamos salir a correr, ya que el estado febril nos indica que la gripe está muy avanzada y en su etapa más virulenta. En caso extremo, exponer nuestro cuerpo al agotamiento físico debilita el sistema inmunológico, pudiendo llegar a afectar incluso a nuestro corazón y dejarnos secuelas de una cardiopatía, o incluso dar lugar a un cuadro más grave de muerta súbita.
Según un estudio del científico americano Steffan Weidner:
ü Si se padecen dolores del cuello para arriba, el ejercicio puede ser incluso recomendable.
ü Si se padecen dolores en la zona de la espalda y pulmones, en la zona lumbar o en las articulaciones es mejor mantener reposo.
Como he dicho anteriormente hay que saber escuchar e interpretar correctamente los mensajes que nos envía nuestro cuerpo.
Un resfriado mal tratado puede  evolucionar en sinusitis.
Una gripe mal tratada puede degenerar en una pulmonía.
Otro de los consejos para evitar problemas, es eliminar las caries de nuestra boca. Si no lo hacemos, éstas pueden infectar algún órgano de nuestro cuerpo a través de la sangre.
Si utilizamos gafas o lentillas, revisemos su graduación.
Si creéis que no necesitáis  gafas, haceros la revisión igualmente. Si os dicen que no las necesitáis, alegraros, y si las necesitáis, alegraros también porque vais a ver mucho mejor.
También deberemos fortalecer todos los músculos de nuestro cuerpo en base a la fuerza-resistencia, es decir con nuestro propio cuerpo y unas 20 repeticiones por ejercicio.
El sillín es una parte de la bicicleta con la que solemos tener problemas, si es vuestro caso:
ü Probad con varios, hasta encontrar uno que apenas os moleste.
ü Poned en vuestro culote dos badanas superpuestas una encima de la otra.
ü Dad una capa fina de vaselina en la badana o bien sobre la parte de vuestro cuerpo que apoya en el sillín.
ü No estéis mucho tiempo sentado en la bicicleta; cada vez que os acordéis, poned un piñón más pequeño y pedalead de pie a la misma velocidad durante 15-30 segundos.
ü Y por último tratad las pequeñas lesiones de esa parte, como algo muy serio, y no os subáis a la bici hasta estar totalmente curado. Mientras corred a pie, o bien vais al gimnasio.
Si no podemos dormir la noche antes de la carrera o Marcha, podemos tomar algún relajante natural de venta en farmacias sin prescripción facultativa. Este nos hará dormir 8, 9 o 10 horas, levantándonos frescos, descansados y con unas ganas tremendas de pedalear, porque estaremos seguros de que, realmente, habremos descansado lo suficiente.
El descanso, la relajación y el sueño, son una parte importantísima del entrenamiento. Tiene tanta importancia, que si no los hacemos bien, nunca podremos dar lo mejor de nosotros, ni en entrenos ni en competición, aunque tengamos un entrenamiento óptimo y el mejor material para las carreras.
Justo después de cada sesión de entrenamiento o competición, es muy conveniente y necesario hacer estiramientos.
Siempre que podamos en la vida diaria es importante hacer ejercicios de relajación, estiramientos y ejercicios de fuerza-resistencia.
Y por último cuando estemos en plena temporada de competición, deberemos acudir a un profesional para que nos de unos masajes de recuperación de los músculos. Así estarán listos para entrenar o correr rápidamente, al tiempo que evitaremos lesiones.
Otro de los consejos importantísimos es el aprender a beber y comer con frecuencia los días de entrenamiento, mientras nos esforzamos, así nos será más fácil subir a las pulsaciones señaladas, rendiremos más, no nos entrara la pájara, y lo que es más importante, nos facilitará la recuperación para estar muy pronto listos para el próximo entrenamiento. De este modo, en las carreras o Marchas, sabremos hacerlo perfectamente y rendiremos al 100 por 100.
Al menos síntoma de enfermedad, lesión, problemas musculares o articulares, acudamos a un especialista. Hacerlo antes de que nos obligue a quedarnos en casa durante días, semanas o meses.
Hidratémonos bien con agua sola y entre las horas fuera de las comidas, pero muy especialmente durante la fase de carga o supercarga de carbohidratos, y durante el calentamiento previo a la competición y durante la misma.
Nuestra buena forma física y psíquica, y el nivel de éstas dependerá exclusivamente de:
ü La ausencia de lesiones y enfermedades.
ü De lo bien, no de lo mucho que hayamos entrenado.
ü De lo bien, no de lo mucho que nos hayamos alimentado.
ü De lo bien, no de lo mucho que hayamos descansado, y
ü De lo bien, no de lo mucho que estemos motivados.
Escuchemos a nuestro cuerpo cuando nos grite insistentemente. Hagámosle caso ya que es muy sabio.

El próximo capítulo estará dedicado a las Consideraciones Generales sobre el Entrenamiento Físico.

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