La temporada 2017 ya está en marcha, la
serpiente multicolor ya rueda por las carreteras de los cinco continentes tras
el pistoletazo de salida hace ya casi un mes. Pero en enero no solo es
competición, es el mes de la fiesta de principios de temporada, una fiesta que
todos los años Unipublic celebra para presentar la Vuelta a España, es el mes
de las concentraciones y también es el mes donde los equipos desvelan el
calendario de cada ciclista.
El Movistar único equipo español UCI World Tour
anuncio oficialmente que el último ganador de la Vuelta a España, el escarabajo
colombiano Nairo Quintana, correrá la 100ª edición del Giro de Italia y en el
verano el Tour de Francia como objetivos principales para esta temporada que
acaba de empezar.
Este desafío ya lo asumió el “Escarabajo” hace
tres temporadas en Giro y Vuelta (1º en Italia y abandono en España por caída
tras vestirse de líder), en 2015 corrió Tour y Vuelta (2º y 4º) y en 2016 (3º y
1º).
El ciclismo vive de desafíos, de épicas, de
gestas, de hazañas, de retos… El propio Chris Froome lo sabe, porque lleva años
intentando añadir el doblete Tour-Vuelta a su palmarés, no estuvo lejos de
conseguirlo,
pero no lo logro.
Las experiencias vistas en los últimos años me
hacen creer que no es posible disputar al máximo rendimiento el Giro de Italia
y el Tour de Francia en la misma temporada.
La decisión del Movistar de probar el doblete
con Nairo y después de que otros como Alberto Contador o Vincenzo Nibali hayan
naufragado en la tentativa, reabre el debate y somos muchos los que pensamos
que con este calendario, el Escarabajo da una enorme ventaja a que Chris Froome
gane su cuarto Tour.
Tras consultar la hemeroteca y ver el listado
de los ciclistas que han logrado el doblete Giro y Tour, solo veo a siete
grandes campeones: Fausto Coppi (1949 y 1952), Jacques Anquetil (1964), Eddy
Merckx (1970, 1972 y 1974), Bernard Hinault (1982 y1985), Stephen Roche (1987),
Miguel Induráin (1992 y 1993) y Marco Pantani (1998). Evidentemente, el reto no
está al alcance de cualquiera. Ni lo estuvo antes ni lo está ahora, por eso
admiro la decisión de Nairo Quintana, por afrontar un desafío solo reservado a
las leyendas del ciclismo.
“Que no
le haya salido a otros, no significa que no sea posible”, apuntaba hace
unos días Eusebio Unzué, mánager del Movistar. Otros dos clásicos ilustres como
Hinault o Roche también se han manifestado a favor.
Los argumentos que expone Eusebio Unzué,
parecen convincentes. Es cierto que el Escarabajo cumplió ayer mismo 27 años,
tiene experiencia en grandes vueltas, ya disputo ocho, con dos victorias y tres
podios. Entre el final del giro y el inicio del Tour tiene 33 días, un
tiempo suficiente para recuperarse y llegará al Tour con solo 40 días de
competición. Además, ya demostró que rinde al máximo nivel en su segunda grande
del año, como le ocurrió el año pasado cuando ganó la Vuelta a España tras
haber terminado tercero en los Campos Elíseos de París.
Yo personalmente, como no soy tan clásico
sigo pensando que me parece casi imposible.
Le salga bien o le salga mal, el intentarlo
es de valientes, nada tiene que perder y sí mucho que ganar ya que de
conseguirlo inscribirá su nombre entre los más grandes.
En sus
piernas esta el espectáculo de poderlo conseguir.
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