luns, 26 de outubro de 2020

FUERA DE CONTROL

En esta temporada ciclista tan imprevisible y atípica, el Giro de Italia que puso el punto final ayer, comenzaba con la caída del colombiano Miguel Ángel López que en el ecuador de la contrarreloj del primer día se golpeaba contra una valla y abandonaba en ambulancia la prueba. Una lastima porque estaba destinado a ser uno de los animadores de este Giro de las hojas muertas.

El candidato a reveleción de este Giro Alexander Vlason tambien tubo que hacer las maletas por culpa de problemas estomacales y como no hay dos sin tres, al gran favorito Geraint Thomas fue un bidón el que dío termino a sus opciones. El galés logró llegar a la meta de la tercera etapa de un modo que horas después resulto ser heroico (tenia una fractura en la pelvis).

Antes de la salida de la octaba etapa, el Covid-19 sumergia al Giro de Italia en un escenario desconocido al entra sin autorización en este Giro y sin llamar entro en la habitación de Simón Yates que con síntomas muy leves dio positivo por coronavirus y ya no se presento en la salida. Tras ser aislado en una habitación individual fue llevado de manera segura por una ambulancia a un lugar de cuarentena, donde su equipo pudo ofrecerle la mejor atención posible aunque sus síntomas son muy leves.

Tras este positivo la serpiente multicolor se puso en alerta por las consecuencias de la rotura de la burbuja anti Covid-19 y tres días despues se confirmaba que la rotura de la burbuja de la Corsa Rosa era relativamente grave. De los 571 controles de PCR realizados el domingo 11 y el lunes 12 se confirmaban ocho positivos, dos correspondian a ciclistas y el resto a técnicos y auxiliares de los equipos. Los ciclistas afectados eran Steven Kruijswijk y Michael Matthews, que fueron inmediatamente apartados por los responsables de sus equipos. El resto de contagiados fueron cuatro integrantes del Mitchelton-Scott, uno del AG2R-La Mondiale y otro del Ineos Grenadiers.

Inmediatamente después del anuncio del Giro, los responsables del Mitchelton-Scott comunicaron su abandono de la prueba. Idéntica decisión adoptó, poco antes de mediodía, el Jumbo. Tremendo golpe para la carrera que a pesar de todo continuo rodando.

Tras las dos primeras semanas cargadas de dificultades sanitarias no sirvieron para hacer una selección de favoritos. A cuentagotas fueron desapareciendo de la carrera algunos de los llamados a vestirse de rosa en Milán por motivos que nada tienen que ver con las fuerzas en carrera.

Cayeron  algunos favoritos y siguen cayendo grandes nombres del pelotón mundial, esta vez le toco a Fernando Gaviria que después de someterse a la prueba de PCR en el segundo día de descanso dio positivo por COVID-19", por lo que no se presento el martes día 20 en la salida de la decimosexta etapa.

Gaviria fue aislado inmediatamente después del resultado de la prueba se siente bien y está completamente asintomático. Esta es la segunda vez que el colombiano da positivo por coronavirus, después de padecerlo también en marzo, cuando se vio obligado a abandonar el Tour de los Emiratos Árabes Unidos.

La penúltima de las muchas dificultades que ha tenido que afrontar este excepcional Giro llegaba el jueves 22 por el positivo de Matteo Spreafico que abandonaba tras dos resultados de análisis anormales por el anabolizante Enobosarm, también conocido como ostarina.

La caída inexplicable de Superman López, los problemas estomacales de Alexander Vlason, un bidón suelto causantes de la caída de Geraint Thomas, los positivos por Covid de Simon Yates y Steven Kruijswijk o el dopaje de Matteo Spreafico casi pusieron en jaque un Giro bastante conservador. Pero la última de las muchas dificultades que ha tenido que afrontar este excepcional Giro fue el plantón de muchos ciclistas que se negaron a recorrer los 258 kilómetros previstos entre las localidades de Morbegno y Asti.

Los ciclistas echaron píe a tierra a los ocho kilómetros de empezar la etapa, montándose en los autobuses de sus equipos para reemprender la marcha en Abbiategrasso.

Es difícil entender a estos profesionales, yo, personalmente no acabo de entenderlo, esta etapa del Giro de Italia 2020 estaba ahí desde hace un año en que se dio a conocer el recorrido, no ha caído del cielo, como el agua que remojó a los ciclistas y enfrió sus ganas de competir.

No me atrevo a calificar este plante del pelotón porque no se lo que se cuece ahí dentro.

Pero lo que sí digo es que es muy extraño todo y que no habla bien del colectivo ni de sus representantes, cuando han salido en condiciones mucho peores otras veces y en otras carreras.

Se adujo temas de salud, de debilidad de los cuerpos de los ciclistas y las condiciones meteorológicas, pero no todos estaban de acuerdo.

Se por experiencia lo que siente un ciclista cuando se levanta y ve el día lluvioso, frío, con niebla y pensando en los 260 kilómetros que le esperan y si además el día anterior se dierón un palizón, lo que te pide el cuerpo es quedarse en cama y seguir durmiendo, pero amigos, éllos son profesionales, creo que no es de recibo esta cancelación.

No de la forma que se ha dado, y aunque digan desde la asociación de ciclistas que el espectáculo no se ve perjudicado, a otro con ese cuento, es imposible que con cien kilómetros menos, más el recorte de dureza del día siguiente, las cosas resulten igual que si se siguiera el plan establecido.

Lo triste es que toda la admiración que siento por el ciclismo se ha tornado en crítica, por que al final se toman decisiones y pasan cosas, unas cosas, a las que encontrarle explicación resulta muy difícil.

Claro que respeto al ciclista, a su profesión y a su salud, pero hay momentos que en esta pelicula me deja sin argumentos para defender a los artistas. Y éste fue uno de ellos.

En fin, en el Giro de Italia 2020 más descafeinado de la historia todo resulto imprevisible, los favoritos al triunfo final fueron cayendo como moscas, dejando a unos corredores luchando por la general que normalmente no se hubieran visto en esas nunca, a los contrarrelojistas brillando en terrenos que no eran los suyos, a un líder tan inesperado como Joao Almeida que mantuvo la maglia rosa hasta las 48 curvas del monumental Stelvio, en una etapa monumental del ciclismo que dejaba la Corsa Rosa al rojo vivo a tres días del final. 

Tan al rojo vivo estaba que después de 85 horas sobre la bicicleta, repartidas en 20 etapas de desgaste y sufrimiento el Giro llegaba a la contrarreloj final de Milán con el australiano Jay Hindley y el británico Tao Geoghegan Hart, empatados al frente de la clasificación general. Sí, empatados, exactamente con el mismo tiempo, otra bella anomalía que multiplicaba la emoción de la última etapa.

Después de que los grandes nombres de este Giro fueron cayendo por un motivo u otro, bien por caídas, bien por positivo por covid, bien porque las fuerzas no les dieron para pelear por el triunfo final. El camino hacia la gloria quedó expedito para dos jóvenes a los que nadie esperaba peleando por el triunfo final. Un Giro en 15,7 kilómetros, a todo o nada, del que salió victorioso el británico Tao Geoghegan Hart.
 

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