domingo, 6 de decembro de 2020

SI MARADONA FUERA CICLISTA, SERIA EL “CHAVA” O EL “PIRATA”.

Diego Armando Maradona se fue sin hacer mucho ruido, perdió la vida tras sufrir un paro cardíaco a consecuencia de las sustancias que consumió a lo largo de su vida.

No soy fan del futbolsoy fan de lo que trasciende al deporte y se traslada a lo social y lo humano, por eso se que Maradona se coronó como uno de los mejores jugadores de la historia con su victoria en el Mundial inolvidable del 86, también se que fue pichichi del éxtasis, y un pichichi del desorden, cuando iba de particular.

Hay vidas que de pronto no caben en la vida, como le pasó a Maradona, al Chava Jiménez o a Marco Pantani.

Maradona en el fútbol fue un genio único, como en el ciclismo José María “El Chava” Jiménez era pura raza escaladora, con su temperamento de puro espectáculo era capaz de lo mejor y de lo peor, pero su arrancada en pendientes imposibles era lo que deseábamos ver a la hora de la siesta, lo mismo que el mítico Marco Pantani, “El Pirata”, auténtica leyenda del ciclismo. Sus espectaculares arrancadas cuando la carretera alcanzaba porcentajes de gran dureza, dejando una huella imborrable en todos los que amamos el ciclismo.

Los tres llegaron a la cúspide por méritos propios, pero combinaron de forma legendaria su rutina deportiva con una disciplina nocturna igual de exigente.

A los tres los han sacado en todas las facetas y poses, la vida de los tres encierran tantos claroscuros y es que entre el pelusa y los dos ciclistas había muchas cosas en común, eran capaces de lo peor fuera de su radio de acción, lejos de los sitios en los que se hicieron leyenda.

Sin embargo ejerciendo su profesión, ejecutando lo que mejor sabían hacer, fueron tan grandes, tan únicos, que la humanidad en bloque parece dispuesta a perdonarles todo. Porque «No es lo que ellos se hicieran a sí mismos, es lo felices que nos hicieron a nosotros».

Por eso titulo este Post que “Si Maradona hubiera sido ciclista, habría sido Marco Pantani o Chava Jiménez, pues más allá de lo malo, lo bueno pesaría más en la balanza, y se los recordara en cada momento, algo que a veces escapa a nuestra comprensión, pues el resultado de la realidad fue muy diferente y acabaron realmente mal.

Tres muertes prematuras que acaso se veía venir. El mal vivir, que a menudo resulta el bueno, da solo para un rato, el alcohol, o la cocaína, hay que dejarlos. Los tres militaron en una estirpe de salvajes donde están poetas y músicos, y otras criaturas no adictas al agua con gas, precisamente. Son gentes que arruinaron sus vidas, pero hicieron mejores las nuestras.

Hace más de siglo y medio que las clases dominantes no tienen héroes y perdieron el sentido mágico del heroísmo, ese dispositivo milenario que la fantasía humana activa para proyectar las más profundas demandas sociales y anhelos de las clases pobres.

Los detractores del “Pelusa”, del “Chava” y del “Pirata” usaron sus debilidades y contradicciones humanas, olvidando que fueron ellos quienes usaron ambas condiciones para hacer negocios con los héroes del deporte. Ellos los convirtieron en mercancía para venderlos y comprarlos. Ellos los metieron en el mundo de la droga y se la vendieron. Ellos los expulsaron de ese mundo para condenarlos en sus medios con la misma doble moral que usaron para manipularlos. Y son ellos mismos los que ahora muertos, los convierten en ídolos para vender sus portadas y ganar millones con publicidad en sus canales de televisión.

Esta es la doble moral de la clase dominante.

Que descanséis en paz en el cruce de caminos héroes y mártires. 

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