domingo, 13 de novembro de 2011

LA ONCE, HISTORICO EQUIPO CICLISTA.

Comida con Saiz, Zulle, Breukink,  y Martin Perdiguero,
charlando de forma amigable
 Desde este viernes 11 del 11 del 11, a las 11 horas, 11 minutos y 11 segundos. La Amazonia (Perú), la Bahía de Ha-Long (Vietnam), las Cataratas del Iguazu (Argentina y Brasil), la Isla de Jeju (Corea del Sur), la Isla de Komodo (Indonesia), la Montaña de la Mesa (Sudafrica) y el Parque Nacional del río subterráneo de Puerto Princesa (Filipinas), son las siete Maravillas de la Naturaleza del Mundo, según el resultado de la votación por Internet de miles de personas de todo el mundo que así lo decidieron.
En España, este mismo día no solo se celebro el sorteo único del cupón de la ONCE 11/11/11. Manolo Saiz también lo aprovecho para promover un homenaje al histórico equipo ciclista que patrocinó la Organización Nacional de Ciegos de España entre 1989 a 2003. Más de ochenta ciclistas vistieron este maillot durante los 15 años de existencia.
Manolo Saiz, reunió en una comida y en una cena en San Sebastián de los Reyes (Madrid), a ciclistas que habían formado parte de su equipo como: Abraham Olano, Alex Zulle, Erik Breukink, Martin Perdiguero, Rafa Diaz Justo, los hermanos Diaz Zabala y Laurent Dufaux, entre otros.
Alberto Contador cuando
formo parte del equipo
ONCE.
 Durante la mañana jugaron un partido de fútbol, ONCE contra ONCE que, como no podía ser de otra forma, terminó con empate a ONCE.
La reunión de esos viejos compañeros del equipo ONCE, me obliga a hacer un inventario de lo que aporto Manolo Saiz al ciclismo español y mundial: concepto de equipo, nuevos métodos de entrenamiento, la totalización del calendario, la innovación en las técnicas y en los materiales y sobre todo el espíritu competitivo de sus ciclistas.
En su primera temporada, febrero de 1989, la concentración invernal del equipo en Cadiz, fue la primera Manolada, todavía recuerdo las caras incrédulas de los ciclistas, pero que dicho método fue copiado paulatinamente por el resto de equipos españoles e internacionales.
Lo de Manolo Saiz no era normal y todavía hoy, hay quien cree que no lo es. Pero todos sabemos que es un enfermo del estudio de la preparación física, pendiente siempre de cada uno de sus ciclistas, y que siempre les exigía más trabajo y más sacrificio. Claro que él también se metía jornadas infinitas, sin descanso, manejando todas las facetas del equipo, intentando engrandecer todas las estructuras de este deporte que tanto ama.
¿Y que puedo decir de las bicicletas?. El contacto con los fabricantes, con los diseñadores, y la experiencia competitiva le convirtieron en un innovador, y en un investigador capaz de incorporar los últimos materiales a sus diseños de cuadros y componentes (acero, aluminio, carbono o titanio). A veces metía la pata, experimentando en plena carrera con cubiertas de perfil excesibamente expuestas a pinchazos o a los
El equipo ONCE disputando una contrarreloj por equipos.
 deslizamientos. O con aquellos primeros cambios electrónicos que se atascaban facilmente. Pero casi siempre acertaba, lo que hacia que al final sus rivales se ponían inevitablemente a su rueda.
La búsqueda de un espetáculo que atrajera a los espectadores, hicieron que Manolo Saiz bajara su calificación por algunas decisiones tácticas desde el volante del coche y por su carácter indómito.
La ONCE dio grandes tardes de ciclismo,  no siempre valoradas en aquel tiempo. Pero hoy somos muchos los que echamos de menos aquella locomotora amarilla, cuyos testigos no terminan de recoger los equipos españoles de hoy. Quizás en el Sky británico encuentro algo parecido a lo que fue el equipo español.
Pero Manolo no fue un santo y lo sabe. También sabe que se equivoco. ¿Quien no?. Pero tampoco deja de estar legítimamente orgulloso de un legado que sigue de actualidad a pesar de los años.
Demonizado por la Operación Puerto, aún no resuelta con sentencias, Manolo sueña con el ciclismo y se
Manolo Saiz, en su etapa de Director Deportivo del equipo
ONCE.
excita con el sonido de las ruedas lenticulares. Pretende volver, aunque las puertas del ciclismo siguen cerradas para él. Incluso pasa apuros para sostener su pequeño vivero cántabro: el Cuevas El Soplao, al retirarle la subvención la Consejeria de Deportes de la Comunidad Autónoma.
El recorrido de Manolo Saiz por la historia del ciclismo, habla de 434 victorias, con 82 Vueltas, 258 etapas, 73 pruebas de un día, clásicas entonces despreciadas por el pelotón español, y 21 contrarreloj por equipos, del cariño por las pruebas del país, de la devoción por la Vuelta a España, con esas cuatro victorias absolutas: 1991 con Melchor Mauri, 1995 con Laurent Jalabert, y 1996 y 1997 con Alex Zulle.
En el Tour de Francia, se quedo a las puertas, segundo con Alex Zulle en 1995 y tercero y segundo nuevamente con Joseba Beloki en 2001 y 2002 respectivamente.
Tantos ciclistas jóvenes captados por su antigua estructura, con Alberto Contador a la cabeza; de lideres, como Abraham Olano, Alex Zulle, Anselmo Fuerte, Carlos Sastre, Igor Gonzalez de Galdeano, Isidro Nozal, Joaquin Rodriguez, que precisamente desde una concentración del equipo ONCE en el Bosque le apodaron "Purito", Johan Bruyneel, Joseba Beloki, Laurent Jalabert, Mariano Rojas, Marino Lejarreta, Melchor Mauri, Mikel Zarrabeitia, Neil Stephens, Pedro Muñoz o Peio Ruiz Cabestani; de excelsos gregarios como Herminio Diaz Zabala o Alberto Leanizbarrutia, y un largo etcétera.
De aquella última plantilla de 2003 siguen en activo, Alberto Contador, Daviz Arroyo, Allan Davis, Xavier Florencio, Joaquin Rodriguez, Giampaolo Caruso y Angel Vicioso.
Un centenar de ciclistas, mecánicos, auxiliares y miembros que alguna vez formaron parte del equipo ONCE, rememorarón este viernes 11/11/11 las anécdotas y aventuras de unos tiempos verdaderamente felices para el ciclismo español y sobre todo para ellos.

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