domingo, 24 de marzo de 2013

LA MILÁN-SAN REMO 2013.

PODIO DE LA MILÁN-SAN REMO 2013
Peter Sagan, Gerald Ciolek y Fabian Cancellara.
Las imágenes que hemos visto de la esperpéntica Milán-San Remo fueron bastante impresionantes: nieve, frio, lluvia,  neutralizaciones, cascos con hielo, ciclistas congelados (caso de Nibali), traslados en bus y más de 100 ciclistas retirados que después de la neutralización fueron repescados. Pero que a pesar de todo se pudo finalizar esta etapa con un apasionante sprint en el que Gerald Ciolek superó a un nervioso Peter Sagan, que lanzó demasiado pronto el sprint final y que en declaraciones hechas después de la etapa decía: “priman otros intereses, no los de los ciclistas, no se nos escucha”. Con los 298 km de recorrido, habríamos tenido un vencedor distinto”.
Yo, a pesar de todo, me alegro que esta Milán-San Remo no se haya suspendido. El ciclismo se construye con la épica y eso incluye el mal tiempo, aunque el límite siempre hay que ponerlo cuando haya un problema real de seguridad, más allá de las posibles caídas que este deporte conlleva. Organizadores y ciclistas se necesitan, por eso yo decía lo de ser una Milán-San Remo esperpéntica, los organizadores pasaron esta Classicissima al domingo contra la tradición y con pronóstico de tormentas, dejando que el pelotón partiera con un trazado impracticable por la nieve y que intentando solucionar tal despropósito, mutilaron la etapa para dejarla en solo 181 km y sin las ascensiones a Turchino y La Manie.
Pero el recorte y la neutralización no sé hasta qué punto pudo condicionar o adulterar el resultado final. Es cierto que el kilometraje y la dureza pasan factura a las piernas, siendo fundamental en una clásica. Lo mismo que los importantes abandonos de Tom Boone y Vicenzo Nibali. Pero el desenlace final ha sido parecido a lo que se podía prever, con Peter Sagan, Fabian Cancellara, Luca Paolini, Sylvanel Chavanel o Philippe Gilbert que podían jugar sus bazas desde lejos.
Durante la etapa, hubo de todo, viento, frio, agua y nieve.
La falta de compañerismo de Tom Boonen, que fue muy crítico con la organización, tras negarse a seguir en carrera, una vez neutralizado el Passo Turchino, quejándose de que 100 ciclistas pudieran volver a tomar la salida cuando venían claramente descolgados, y las claras muestras de los organizadores, dando más importancia al interés económico que al deportivo, sin pensar en los ciclistas, no me ha gustado mucho, lo mismo que no me gustó lo de ir improvisando, cuando las dantescas condiciones se conocían mucho antes de darse la salida, pero repito, me alegró de que no se haya suspendido.
Así que esta Gran Clásica de 106 años de historia, tuvo un desarrollo polémico y un recorrido capado, pero con un final espectacular y digno de una Classicissima de siempre.
Peter Sagan era gran favorito, Fabian Cancellara se había encargado de calentar el duelo y aprovechándose de ese pique Gerald Ciolek haciendo lo que mejor sabe hacer, sprintó para en el último metro levantar los brazos arrancándoles la victoria.
Así que con polémica o sin ella, la temporada ciclista llega a esta atípica primavera de frio, lluvia y nieve, donde el pelotón sigue rodando y ofreciéndonos grandes emociones en todas las carreras que se están disputando.
Como todos los años, la Milán-San Remo es la encargada de dar el pistoletazo de salida a las grandes clásicas de primavera.
Por lo que llevamos visto en las carreras disputadas hasta la fecha, ya hay ciclistas y equipos que en este arranque de temporada 2013 están bien colocados en la parrilla de salida.

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