domingo, 15 de decembro de 2019

ADIOS A LA TEMPORADA 2019, VIVAL LA 2020.

La temporada de ciclismo 2019 ha llegado a su fin. Estos últimos 12 meses hemos tenido la oportunidad de disfrutar de apasionantes clásicas de un día, vibrantes vueltas por etapas de una semana y de tres grandes que quedarán en el recuerdo de todos los aficionados al ciclismo como la mejor temporada ciclista de los últimos años.
 A continuación, quiero rememorar en este post lo que dio de sí la temporada 2019.
En lo que respecta a las carreras más prestigiosas de un día, puedo decir que estuvieron marcadas por el duelo Julian Alaphillipe y Jacob Fugslang. Ambos han sido los principales protagonistas de la primavera imponiéndose el francés en la Strade Bianche, Milán-San Remo y Flecha Valona. El danés solo ha ganado la Liege-Bastogne-Liege, pero acompañó al diablo francés en el pódium en las tres clásicas ganadas por este, así como en la Amstel Gold Race, donde Mathieu Van Der Poel cosecho una victoria de las que hacen afición. Para finalizar, Alberto Bettiol sorprendió a todos llevándose el Tour de Flandes con una espectacular demostración de fuerza y Phillipe Gilbert levanto la piedra de oro de los adoquines en la Paris Roubaix, conquistando su cuarto monumento.
Las Vueltas por etapas de una semana sirvieron de preparación a los que a la postre fueron los ganadores de las tres grandes.
El histórico vencedor del Giro de Italia Richard Carapaz ya en abril lograba defender con éxito la Vuelta a Asturias conseguida en 2018, para el 2 de junio de 2019, consagrarse como campeón del Giro de Italia, convirtiéndose así en el primer ecuatoriano y segundo latinoamericano en conseguir este título. Además se convirtió en el latinoamericano con más días consecutivos (8) vistiendo la camiseta de líder. Al finalizar la temporada, pese a ser uno de los favoritos para llevarse la Vuelta a España, sufrió una caída durante una competencia en Países Bajos, lo cual lo privó de disputar su segunda gran vuelta del año.
Con los ojos puestos en el Giro de Italia, Egan Bernal comenzó tranquilo en casa, trabajando para Iván Sosa en la Colombia 2.1. Eso no evitó que estuviera arriba, clasificándose 4° merced a su ascensión al Alto de las Palmas.
Continuó su preparación un mes después, en la prestigiosa París-Niza. Una edición que será recordada por los abanicos de las primeras etapas, el escalador brilló entre los rodadores, ganando media corona en el llano.
Como no podía ser de otro modo en un ciclista completo, hizo lo que debía en la crono y las montañas, controlando en todo momento a Nairo Quintana, único que le opuso cierta resistencia, aunque jamás estuvo el triunfo en entredicho.
La Volta a Catalunya fue otra oportunidad para verlo correr a la ofensiva. El marcaje y la falta de terreno idóneo le jugaron en contra, porque hay que decir que la montaña fue algo insulsa y casi no marcó diferencias. En todo caso, Miguel Ángel López fue un puntito mejor y el más inteligente, pero los 17″ que le sacó a su compatriota hablan por sí solos.
Lo que realmente interesaba era el Giro y todo iba encaminado, hasta que una caída entrenando lo sacó del camino. Cosas del destino, su lesión no fue tan grave como sí la de Chris Froome, hechos que lo colocaron en el Tour de France, y con opciones.
Antes, retornó rápidamente a la bici, batiendo récords en sus entrenos. Tanto así, que arrasó en el Tour de Suiza, donde prácticamente no tuvo rival y afinó su condición para el Tour de Francia. Adicionalmente al título helvético, Bernal empezaba a escribir historia, porque a nadie escapa la idoneidad del Dauphiné como previa de la cita francesa.
Tras un extenso y merecido reposo después de su gesta en el Tour y a la inversa de tantos otros campeones que se dejaron ir, el escarabajo colombiano se enfocó en aprovechar su estado de forma, algo que cumplió en las clásicas otoñales italianas.
Con Lombardia entre cejas, volvió a la competición en el Giro della Toscana, donde fue 2° tras romper la carrera. Alternó citas adversas, que usó para añadir kilómetros, con otras adecuadas. Y fue en el Giro dell´Emilia y Milano-Torino donde lo intentó nuevamente. En ambas hubo gente superior a la que no pudo seguir, hecho que no impidió verlo en el top 10, recolectando valiosos puntos para que Colombia conservara su posición en el ranking por naciones que da los cupos para Tokio 2020.
Primoz Roglic comenzó la temporada en marzo, cumpliendo los deberes en la UAE Tour, donde no tuvo problema alguno para rematar en Jebel Jais. Excelente inicio frente gente de mucha entidad, a la que dejó avisada.
Una descafeinada Tirreno-Adriático fue el siguiente escenario y la historia se repitió. Mientras otros recolectaban etapas, él fue a lo suyo y, aunque agónicamente, desbancó a Adam Yates en la crono conclusiva, incluso haciendo una de sus peores etapas cronometradas del año.
Llegó Romandía y lo que hizo fue apabullante: victoria en tres de las seis etapas, en todo tipo de terreno y título cómodo. Tanto dominó, que generó ciertas dudas de cara al Giro, donde se confirmó que se había pasado de forma en la preparación.
Roglic corrió tres Vueltas de una semana y ganó dos: Giro dell´Emilia (1°), Tre Valli Varesine (1°) y Lombardia (7°). Con 69 días de competición, 32 top 10, 13 triunfos (11 WT) y, como si eso no fuera suficiente, se quedó con el UCI World Ranking, lideró el ranking de pruebas por etapas con 1400 puntos por encima de Bernal, su escolta, e hizo lo propio en el Europa Tour con Alaphilippe lejos a su sombra.
Del Balance en las tres grandes tengo que decir que los tres ganadores han conquistado por primera vez una gran vuelta. El primero fue Richard Carapaz, que ante todo pronóstico se llevó la 102º edición del Giro de Italia, siendo el más fuerte ante rivales que a priori eran superiores. Ya veremos si con el Team Ineos, puede a volver a ganar otra grande vuelta. En el Tour de Francia, la carrera más importante de la temporada, el cajón más alto del pódium fue para el joven Egan Bernal. El colombiano aprovechó a las mil maravillas la ausencia de su compañero Chris Froome y la mejor forma mostrada del también compañero Geraint Thomas, ganador en 2018, para ser el más fuerte de la carrera y convertirse en el tercer ganador más joven de la historia del Tour de Francia. Para finalizar en La Vuelta, el ciclista del Jumbo Visma Primoz Roglic fué amo y señor de la carrera finalizando con La Roja y siendo el primer ciclista esloveno en ganar una gran vuelta.
A menos de un mes para que empiece la nueva temporada ya se empiezan a conocer los perfiles de las grandes carreras y los cambios más significativos entre los ciclistas: Richard Carapaz refuerzo de garantías para el Team Ineos, Mikel Landa será el hombre de las grandes vueltas en el Bahrain Merida, Dumoulin refuerzo de lujo de un Jumbo Visma que da miedo, Viviani será el hombre rápido del Cofidis y Gilbert buscará el monumento que le falta (Milán-San Remo) en el Lotto. Otros ciclistas que han cambiado de aires son Alex Aramburu (Astana), Matteo Trentin (CCC), John Degenkolb (Lotto), Enric Mas (Movistar), Vincenzo Nibali (Trek), Nairo Quintana (Arkea) y David De la Cruz (UAE).

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