OTRA MANCHA SOBRE EL CICLISMO.

Se llama Pedro Romero, fue ex ciclista profesional en ruta y de mountain bike y actualmente presidente de la Federación Extremeña de Ciclismo.

Pues este señor, seguramente desconocido incluso para muchos aficionados al ciclismo a pesar de haber sido ex campeón de España de BTT y campeón de España de XCM de 2018 acaba de ser castigado por la Agencia Española para la Protección de la Salud en el Deporte (AEPSAD) con cuatro años por un positivo de 2018, cuando compaginaba su cargo con el mountain bike.

La alargada sombra del dopaje en el ciclismo sigue, sigue y sigue…, las ansias por practicar un deporte con más intensidad o a querer obtener resultados deportivos que de otra manera no conseguirían los llevan a buscar afanosamente por motivos de prestigio personal y social esos productos que los ayuda a estimularse o sedarse, aumentando su fuerza y masa muscular, su capacidad cardíaca, concentración, calmar la fatiga, incluso la provocada por sus entrenamientos.
 En definitiva usan el doping para obtener el triunfo o para conseguirlo con menor esfuerzo a pesar de ser potencialmente peligroso para su salud.

En el caso de este señor, creo que lo que buscaba era la gloria por el triunfo y al mismo tiempo más estatus social. Con esta sanción tira por tierra todas sus aspiraciones aunque ya confirmó que no dimitirá del cargo de presidente de la Federación Extremeña de Ciclismo, aunque matizó que pone su cargo a disposición de la Dirección General de Deportes de la Junta de Extremadura y que respetará la decisión que adopten.

Espero y deseo que no dejen continuar a este zorro cuidando las gallinas. La resolución ya es firme por vía administrativa. Este zorro tiene ahora el derecho a recurrir a la justicia ordinaria, y ya anunció que lo hará. Este camino es más largo y más costoso, pero también más fácil para encontrar por donde escaparse y salir libre de toda culpa.

La poca dignidad de este señor le lleva a no dimitir de un cargo que conlleva a la limpieza  del ciclismo en sus competencias.

Un error de este señor que pone al descubierto las lagunas y ciertas incoherencias en la legislación deportiva en España. Una  sanción por dopaje debería acarrear una inhabilitación también automática para cualquier puesto de responsabilidad en el deporte. Y, por otro, resulta contradictorio y discutible que un presidente de una federación pueda tramitar una licencia y competir en alguno de los deportes que están bajo su mandato. Actualmente, en España, cada federación regula este asunto en sus estatutos a su antojo: unas permiten la ficha, otras sólo para ciertos supuestos, y otras la prohíben. Es más, dentro del mismo deporte, también se reglamenta de manera diferente, según la territorial y las normas autonómicas. Creo que todo esto es un sinsentido.

El deportista que se dopa se engaña a sí mismo, tirando por el suelo su propia ética y moral.

También creo que todos tenemos parte de responsabilidad en este turbio asunto del dopaje, entrenadores, deportistas, profesores, medios de comunicación... Y por ello tenemos que luchar con todas nuestras fuerzas y desde todos los campos y ámbitos del deporte contra el dopaje, porque es un engaño, atenta contra los principios y los valores del deporte, atenta contra la salud del deportista y encima el que se dopa cuenta con una ventaja ilegal sobre sus adversarios desvirtuando toda competición y anulando, lo entiendo así, cualquier victoria.

Para concluir creo que hay que formar al deportista, al entrenador, a los padres de los deportistas y a los espectadores en general, invertir más en programas informativos, en la seguridad del deportista, en hacer más controles, en perseguir el tráfico de sustancias dopantes, siendo inflexibles con los médicos y entrenadores que se beneficien con el tema, debemos cambiar nuestra imagen sobre el deporte y cambiar el nivel de exigencia al deportista.

Si no luchamos entre todos y desde todos los ámbitos en contra del dopaje y cambiamos el sistema, seguiremos lamentablemente viendo día tras día como saltan más casos de dopaje.