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Iñaki Lejarreta salió de su casa como todos los días, para entrenar, esta vez no volvió. Un joven de 22 años y que dio positivo por drogas (aunque la policía vasca matiza que se trata de un análisis preliminar y que el positivo podría ser compatible con el uso de alguna medicación), con su Renault Clio le embistió por detrás. El impacto fue tan brutal que el ciclista olímpico de BTT falleció casi en el acto.
De nuevo la carretera y de nuevo un ciclista, con el resultado de que el perdedor siempre es el mismo.
El ciclismo, otra vez castigado con crueldad y sin compasión, un deporte maldito, constantemente golpeado por las desgracias. Una actividad de riesgo, con resultados fatales e irreparables.
La muerte de Iñaki Lejarreta, como la de Víctor Cabedo hace tres meses y la de tantos otros anónimos (13 en 2012), vuelve a teñir de luto al ciclismo.
Sé que no hay palabras para amortiguar el dolor de una familia destrozada por este desgraciado accidente. A todos los aficionados al ciclismo se nos vuelve a poner la piel de gallina, volvemos a conmocionarnos, a que afloren las lágrimas, a angustiarnos porque practicamos un deporte demasiadas veces asociado a la fatalidad.
Nuevo atentado a la lógica, nuevo vacío irreparable, desapariciones prematuras, dolorosas ausencias por accidentes fatales de conductores irresponsables, otra despedida traumática que hay que añadir a esa lista inagotable de vidas perdidas en estas carreteras.
A los despreciables escándalos de dopaje protagonizado por médicos sin escrúpulos y corredores carentes de ética, se unen estos traicioneros accidentes de carretera que hacen que el ciclismo sea el deporte más estigmatizado por el infortunio. Y es que salir a entrenar con una bicicleta se ha convertido en una aventura con resultados catastróficos. En la carretera, los ciclistas somos vulnerables. Por favor, seamos prudentes, ya que no hay muerte más ilógica que la provocada por la práctica deportiva o lúdica.
Iñaki Lejarreta salió a entrenar para buscar fondo y resistencia en su Vizcaya natal, para así poder aguantar el ritmo en la tierra de los circuitos de mountain bike. Un coche, ha acabado con su vida y sus sueños.
En la bicicleta no va un ciclista, va una vida, respetémonos.
D.E.P. IÑAKI LEJARRETA
Hoy mismo y por iniciativa surgida de las redes sociales, se le rindió un homenaje a Iñaki Lejarreta, con una marcha que transcurrió desde Bilbao a la localidad vizcaína de Iurreta, lugar donde fue atropellado Iñaki. Varios miles de personas mostraban así la disconformidad por el trato que recibimos como usuarios de las carreteras por conductores desaprensivos.
El respeto a los más frágiles y débiles de ser premisa necesaria en cualquier comunidad que se precie de avanzada y democrática.
En otras provincias españolas también se celebraron marchas ciclistas como manifestación reivindicativa de luto para rendir también tributo a todos los atropellados en las carreteras.
La Peña Ciclista Chamorriana nos adherimos y reivindicamos las mismas peticiones que la Asociación de Ciclistas Profesionales elaboro para presentar al Presidente Mariano Rajoy y que son:
Que, aprovechando la próxima revisión del Reglamento General de Circulación, se obligue al vehículo que adelanta a pasar completamente al carril contrario.
Que se preparen campañas de difusión dirigidas a los conductores de vehículos a motor para garantizar que estos conocen sus obligaciones ante los ciclistas en la carretera.
Que los agentes de tráfico realicen controles en las zonas frecuentadas por ciclistas para advertir de esta obligación a los conductores de vehículos a motor.
Que se implante, en las carreteras de entrada y salida de las poblaciones y en zonas frecuentadas por ciclistas, señalización recordando esta obligación a los conductores de vehículos a motor. Tal y como se está implantando en Cataluña.
A través de este enlace www.change.org/peticiones/seguridad-y-respeto-para-los-ciclistas. se esta recogiendo firmas de todos aquellos ciudadanos que estén de acuerdo con estas medidas.
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