domingo, 10 de febreiro de 2013

OPERACIÓN PUERTO: CAUCE LEGAL Y JUICIO B

YOLANDA Y EUFEMIANO FUENTES
"Dos pajarracos de cuidado"
El elevado rendimiento del deporte español de un tiempo a esta parte fue merecedor de sobresalientes y matrículas de honor, pero estos días y por motivo del juicio de la Operación Puerto medio mundo esta con la lupa puesta en lo que suceda en un juzgado de lo penal de Madrid.
Más allá de los Pirineos, las agencias de noticias, los dirigentes de organismos mundiales y el clamor internacional desconfían de que el sistema español sea modelo cuando se trata de dar ejemplo de transparencia frente al dopaje.
En 2006 ni siquiera había una ley en condiciones contra esta lacra del dopaje, como ya existía en Francia, Italia o Alemania. En esta Operación Puerto única que se ejecutó en España solo recibieron castigo Basso, Caruso, Jaksche y Scarponi, con el único ciclista español Alejandro Valverde, que tuvo que ser condenado por el Comité Olímpico de Italia después de unas pruebas que se le efectuaron  precisamente en Italia y que lo relacionaban con dicha Operación.
El paso jueves el director del Tour dijo que este juicio era una farsa, días antes Pedro Delgado declaraba que no serviría de nada y Javier Guillén, director de la Vuelta a España pedía llegar al fondo caiga quien caiga.
Muchas voces autorizadas reclaman regeneración y que la información que se pueda extraer sea útil para resolver los problemas, ya que nos están mirando con lupa.
Pero yo personalmente creo que todo este interés se difuminara en aguas de borrajas, no sirviendo de nada y siendo todo una farsa: Primero; a mi este juicio no me inspira buenas perspectivas, a las claras queda demostrado que la lentitud de la justicia española no es solo una leyenda urbana, sino una realidad de nuestro país.
Segundo; a Eufemiano Fuentes y a todo su clan no se les juzga por dopaje, sino por un delito contra la salud pública ya que era la única ley en vigor en 2006.
Tercero; la jueza encargada del caso tuvo en la mano el reto que le lanzo Eufemiano cuando le dijo: “si me da la lista, le digo a quién corresponde cada bolsa” y a pesar de ser impulsada por los abogados de la AMA, UCI y CONI, instancias internacionales todas ellas personadas en el juicio, no accedió a preguntarle por la identidad de los deportistas propietarios de las bolsas, porque ella sabe que el doctor no está acusado de dopar a los deportistas.
Tiene razón la jueza Julia Patricia Santamaría, el juicio de la Operación Puerto, trata de un posible delito contra la salud pública, señalando únicamente a los ciclistas, a pesar de que Eufemiano, los exdirectores y la Guardia Civil hablan de que hay más deportistas pero este juicio impide sacar nombres diferentes. Se ve que provoca alergia.
No hay más que analizar las respuestas del teniente de la Guardia Civil que dirigió la investigación: a la pregunta del CONI si había otros deportistas, el agente respondió que no era competencia de la policía judicial, saber si había o no había otros deportistas. A la pregunta de si sabía quién era Urco (Urcu se la relaciona con la hoy senadora del PP Marta Domínguez, campeona del mundo de 3.000 obstáculos en Berlín 2009), el teniente dijo que no iba a entrar en quien era Urco. Pero, sin embargo conocía los sobrenombres de “Birillo” y “Zapatero”, correspondientes a los ciclistas Ivan Basso y Michele Scarponi.
¿Así que como podemos explicarle al mundo que enterró a Armstrong por haber confesado que se hacía transfusiones de sangre y a Eufemiano Fuentes solo se le juzga por saber si conservaba bien o mal la sangre?.
La entrega por capítulos casi diarios nos llevara hasta marzo, pero sea cual sea el final de este culebrón es imposible que este pájaro de mal agüero pueda convencer a nadie que su chiringuito no se dedicaba al dopaje.
A mí personalmente me gustaría (ahora que está de moda lo de las cuentas en B), un juicio B, sería más interesante para conocer la identidad de sus clientes adscritos a las bolsas de sangre que siguen almacenadas en un laboratorio de Barcelona. Espero que esas bolsas sean transferidas a la AMA para poder establecer vínculos en este asunto y que las autoridades españolas no intenten proteger a otros deportistas. Si es así creeré que este juicio no es una farsa.
No entiendo el empeño de algunos presentes en el juicio por esclarecer los temas, por oxigenar el aire corrupto que se respira en esa sala de lo penal, por tratar de explicar lo inexplicable: ¿de dónde viene tanta hipocresía?.
Nombres que no mostraban ningún reproche a la ética ya han caído por el terraplén, porque todo lo que huele a dopaje, tarde o temprano termina mal.
Ayer mismo esta Operación Puerto salpicaba al “Supermario”, “il Bello” o “El Rey León”, ahora y siempre Mario Cipollini que según documentos del rotativo La Gazzetta dello Sport demostrarían que el ciclista habría realizado transfusiones de sangre para mejorar su rendimiento, consumido EPO y otras sustancias dopantes, bajo prescripción del pajarraco Fuentes.
Del optimismo que siempre tuve y ante los acontecimientos diarios, hacen que me vuelva pesimista, ya que no veo ninguna esperanza de regeneración. Esperemos y veremos. Porque lo que tengo claro es que no todos los tramposos están en el ciclismo y me daré por satisfecho cuando vea que todos los deportes son tratados igual.

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