luns, 21 de setembro de 2015

MUNDIAL DE RICHMOND 2015

La lucha contra el crono por equipos dio el pistoletazo de salida a los Mundiales de Richmond. Abierta la veda en el coto de un circuito de casi 39 kilómetros, todos los equipos con marcas comerciales  intentaron cazar el maillot arcoíris, siendo el BMC quien logró revalidar en casa el titulo Mundial de Ponferrada 2014. Con esta nueva victoria empata a dos oros con el Etixx que hoy fue subcampeón. La medalla de bronce fue para el Movistar, que arranca este Mundial con medalla para España y que espero no sea la última.
Desde hoy y hasta el próximo domingo día 27 en Richmond, capital de Virginia en Estados Unidos se celebraran los Campeonatos del mundo de Ciclismo en ruta.

La prueba de fondo en carretera, para todas las categorías, se disputará sobre un circuito de 16,5 kilómetros al que tendrán que dar 16 vueltas, muy técnico, difícil y céntrico, con tres subidas en la parte final, una con adoquines en los últimos 3 kilómetros y con pendiente media del 20%. A partir de ahí, rápido descenso buscando la última parte, una subida de 350 metros y un falso llano rondando los 650 metros hasta la meta. Un recorrido duro, propio de las clásicas y con una participación de grandes especialistas la hacen especialmente interesante.  

Los organizadores buscaron explotar los valores y los paisajes de Richmond.
Un año más, el cetro Mundial está en juego y muchos son los candidatos a hacerse con él. Hasta Richmond se desplazaron los mejores ciclistas del mundo dispuestos a conquistar el preciado maillot arco iris. Alemania, Australia, Bélgica, Francia, Holanda,  Italia, Polonia y también España, estarán en la pomada dispuestos a conquistar el oro. Además, habrá otros ciclistas que, sin tener un equipo potente a sus espaldas, trataran de sorprender a las superpotencias mundiales.
Empezare la presentación de los favoritos con Polonia, que presenta un equipo muy compensado y con la intención de intentar reeditar el título de campeón de Michal Kwiatkowski. Para ello arroparan a su líder Maciej Bodnar, Michal Golas, Rafal Majka, Tomasz Marczynski y Maciej Paterski. Un equipo para ayudar a que Kwiatkowski siga vistiendo el maillot arcoíris. El actual Campeón del Mundo defiende su corona en un circuito que le viene como anillo al dedo, sin excesiva dureza, pero con zonas de repechos y técnicas, propias para sus cualidades que unidas a su ambición y valentía forman el mismo componente que le hizo triunfar en Ponferrada el año pasado.
Los resultados de esta temporada no han sido los mejores de su carrera, aunque ganó la Amstel Gold Race, su punto de forma puede ser bueno, ya que ha mimado su preparación para el Tour de Francia y el Mundial. El primero no le salió como esperaba, pese haber sido segundo en la París-Niza después de ganar una etapa. A partir de ahí, apenas ha conseguido resultados llamativos aunque se dedico a preparar esta carrera con ahínco. Creo que está preparado para volver a conquistar el oro.
Pero ojo y atentos con Rafal Majka, que tras acabar la vuelta a España en tercera posición, logrando su primer podio en una de las grandes y lograr vencer en una etapa del Tour, demostró que su estado de forma es sensacional y podría refrendar una grandísima temporada trabajando para romper la carrera y evitar que los hombres más rápidos lleguen con opciones. Su trabajo en las cotas será vital para aumentar las opciones de su líder en la meta.
Otra alternativa de Polonia puede ser Paterski, que podría ser el recambio si el jefe no tiene buenas sensaciones. La diferencia de clase y categoría es abismal, pero es un ciclista potente y que se maneja bien entre cotas y repechos, este año destacó en la Volta a Cataluña, donde ganó la primera etapa, y en la Amstel Gold Race, donde acabó dentro del Top 10. Además de trabajar a destajo para su equipo en el Giro y en el Tour de Polonia y arrasar en Croacia. Junto a Marczynski pueden ser la avanzadilla de Polonia para un posible ataque final de Kwiatkowski.
Por su potencia, el gregario de lujo del actual Campeón del Mundo tiene que ser Bodnar, que ya ha destacado recientemente en la crono de la Vuelta, por lo que llega con buenas piernas. Esta temporada ha conseguido buenos resultados gracias a grandes cronos. Además de la de Burgos, fue segundo en el Tour de Catar e hizo top 5 en las dos cronos de la Tirreno-Adriático.
¿Quién pensaría que hace cuatro o cinco años la Polonia del 2015 sería una de las potencias del ciclismo?. Pues sí, Polonia se ha puesto de moda y quieren que la racha prosiga.
Perfil de la contrarreloj individual
Alemania presenta un equipo de rodadores y sprinters dispuestos a buscar el arcoíris que se le resiste desde 1966. No cabe duda de que este Mundial es ideal para Alemania, ya que sus ciclistas por potencia, clase, inteligencia y suerte reúnen los factores que distinguen a los triunfadores que no se cansan de levantar una y otra vez los brazos.
Los alemanes tienen bazas muy importantes tanto para un sprint reducido por la dureza del recorrido como para una llegada masiva con todos los velocistas de primer nivel del pelotón. John Degenkolb, parte a priori como jefe de filas con la opción de brillar en una llegada reducida. Si el sprint es a través de una llegada masiva, Andre Greipel tomara el protagonismo. Esta temporada ha demostrado ser el sprinter más en forma del pelotón.
El resto del equipo alemán destaca por la enorme cantidad y calidad de sus rodadores. Johaness Frohlinger, Simon Geschke, Christian Knees, Paul Martens, Tony Martin, Marcel Sieberg y Paul Voss, destacan por su potencia y velocidad en el llano, siendo capaces de marcar un ritmo temible. Tanto Degenkolb como Greipel cuentan con el que quizás sea el mejor equipo de lanzadores del presente Mundial. Además, ambos tienen a uno de sus lanzadores predilecto.
El único ciclista que se sale de este perfil es Simon Geschke, vencedor en la etapa del Tour de este año con final en Pra Loup. Geschke podría buscar sus opciones en una fuga o si la carrera se endurece, buscando resolver en los últimos repechos. Ya demostró tener buenas aptitudes para superar obstáculos montañosos y una buena explosividad que le convierten en la baza alemana si la carrera se desarrolla por esta vertiente que descartaría a sus dos ases de la velocidad.
Así que Alemania presenta un equipo con varias alternativas, mucha fuerza y distintos candidatos aspirantes al triunfo final.
La selección Australiana acude a la cita mundialista con la vitola de gran favorita al título con Michael Matthews, para conseguirlo cuenta con un equipo de alta calidad con Simon Clarke, Adam Hansen, Heinrich Haussler, Mathew Hayman entre los más destacados, sin olvidar al alma mater del equipo Simon Gerrans.
El líder de los alemanes es el sprinter Michael Matthews que pasa con facilidad y con nota las cotas, por lo que el recorrido le beneficia de forma clamorosa, lleva una temporada muy regular con triunfos desde el mes de marzo, dando un paso más y mejorando en las clásicas con cotas, obteniendo un meritorio segundo puesto en la Amstel Gold Race y un tercero en la Flecha Brabanzona.
Cumplió con su cita anual en el Giro ganando una etapa y llevar dos días el maillot rosa, se atrevió con el Tour en donde la suerte le fue esquiva. Tras el Tour, un merecido descanso con la vista puesta en el mundial, compitiendo únicamente en Canadá, donde mostró un buen estado de forma.
El gregario de lujo que tendrá Matthews será Adam Hansen, un ciclista que sin hacer ruido completo trece grandes vueltas ininterrumpidamente, es el ciclista potente y de fondo que será el principal apoyo de su líder cuando la carrera se vaya decidiendo.
La alternativa de la selección australiana será el máximo exponente del ciclismo oceánico y actual subcampeón del mundo. Se desenvuelve bien en terrenos quebrados por lo que si la carrera se hace dura y él está en forma puede estar en las posiciones delanteras para evitar el desgaste de su líder. A pesar de que su temporada es para olvidar siempre hay que tenerle en cuenta, pues su calidad surge en el momento más imprevisible. Dada su condición tendrá libertad total para moverse en la carrera, buscando su gloria personal o sacrificándose por el equipo.
Por último, el sprinter del IAM, Haussler es una de las grandes promesas que se quedó en el  camino, sin embargo su calidad hace que aparezca de forma intermitente. En teoría será el último hombre para Matthews y podría aprovechar su oportunidad en caso de la ausencia del líder.
Bélgica acude a Richmond con dos gallos claramente ganadores y con un equipo para dar mucho que hablar. Dos alternativas muy serias en una selección que nunca ha sido conformista en los Campeonatos del Mundo y que sus 35 oros así lo refrendan.
Este año no va ser diferente, Philippe Gilbert intentará lograr el doblete  en este Mundial tras su oro en 2012. Es un ciclista muy completo que le viene genial este circuito, ya que se defiende muy bien sobre adoquín y es uno de los grandes rematadores en repecho. Este año gano dos etapas en el Giro tras un inicio de temporada un tanto decepcionante. Fue segundo en la Clásica de San Sebastián y top 10 en las clásicas canadienses.
Perfil del recorrido de la prueba de fondo en carretera
El segundo espada y la alternativa de Bélgica será Greg Van Avermaet, aunque con menor palmarés, sus cualidades son muy similares a las de Gilbert, el buen estado de forma que ha demostrado esta temporada, unido a que pasa mejor el Pavé y el buen remate en repechos hace que sea la segunda alternativa del equipo. Este año ganó dos etapas en el Tour, además de vencer en el Tour de Bélgica y una etapa en la Tirreno-Adriatico, además de otros resultados en primavera como fueron el tercer puesto en Flandes y Roubaix, tras cuajar una buena actuación en la Strade Bianche donde quedo segundo.
Ambos ciclistas son potentes, de fondo y saben manejarse bien sobre el adoquín y los finales en repecho. Gilbert seguro que querrá repetir la gesta de Valkenburg 2012 mientras que Van Avermaet, tras numerosos reveses quedándose a las puertas del éxito en las clásicas, puede escribir una página de oro en su pálmares.
El resto de los elegidos para acompañarles serán Tiejs Benoot, Tom Boonen, Iljo Keisse, Jens Keukeleire, Nikolas Maes, Stijn Vandenbergh y Sep Vanmarcke, un equipo para trabajar e intentar meter gente por delante. La primavera hace que los belgas sean siempre rudos candidatos a carreras de un día con repechos y habitualmente, con mal tiempo, por lo que siempre son competitivos en esta clase de carreras. Bélgica pues, es siempre una serie candidata al oro y a brillar con luz propia, con ciclistas que trabajaran escalonadamente para controlar la carrera. Stijn Vandenbergh, Nikolas Maes e Iljo Keisse serán ciclistas importantes para tirar del pelotón e incluso meterse en las escapadas. Tom Boonen será el comodín, válido para tirar y sobre todo será usado en la parte final como lanzador. Por último, habrá que ver cuál es el estado de forma de Sep Vanmarcke. Si está bien será importante de cara a la parte final. En la selección belga cabe destacar también a los más jóvenes, como son Jens Keukeleire y Tiejs Benoot, ambos tendrán libertad a la hora de trabajar, aunque deberán colaborar si se les requiere, su labor será la de mostrarse activos e intentar colarse en los grupos delanteros. Benoot, completo una gran temporada, por lo que se le ve bien de piernas y podría tener opciones de llegar en un grupo reducido, algo que sería una gran gesta para él.
La selección  francesa acude al Mundial de Richmond con un potente equipo dispuesto a sorprender al resto de las selecciones y lograr un oro mundial que le es esquivo desde 1997. En los pronósticos previos a la carrera, seguramente nadie apueste que de Richmond salga vestido de arcoíris algún ciclista francés. Por eso mismo, puede que la selección francesa tenga tanto peligro. Francia en los últimos años ha vivido la explosión de una generación talentosa de ciclistas que ya están dando grandes triunfos en las distintas carreras en las que participan durante todo el calendario mundial.
Buscando la sorpresa Francia se llevo a Richmond  a Julian Alaphilippe, Nacer Bouhanni, Mickaël Delage, Arnaud Demare, Tony Gallopin, Ciryl Lemoine, Sébastien Minard, Julien Simon y Florian Vachon para la prueba en ruta. Un equipo potente, donde Bouhanni será el líder a pesar de no haber sido su año. Una temporada gafada por las caídas, que le obligaron a abandonar el Tour y la Vuelta. Cayéndose también en el GP de  Valonia, última carrera que ha disputado. A pesar de eso, su talento y calidad como sprinter le hace ser tenido en cuenta cuando se disputa una llegada masiva. Tendrá que aguantar bien los tramos de adoquinado y las duras rampas de los últimos cinco kilómetros, que tienen un desnivel del 20%, si lo hace será uno de los rivales a batir.
Francia puede tener hasta tres alternativas si Bouhanni no tiene su día. La primera seria jugar la baza de Gallopin, que podría intentar romper la disciplina del pelotón en los últimos kilómetros. La segunda sería jugarse el sprint con Demare, que aunque en esta temporada se quedo un poco estancado bajando al segundo escalón de los sprinters, posee un peligro que no debe dejarse de lado. Y la tercera alternativa será el joven Alaphilippe, que en tan solo dos años en profesionales ya posee un currículum cuanto menos importante y que ya le coloca como uno de los ciclistas que marcará un futuro muy cercano. Su temporada de Clásicas no ha pasado desapercibida y viendo las rampas de la parte final del circuito de Richmond, no sería una sorpresa verle intentándolo y luchando por la victoria.

Así que atentos a la actuación de esta selección que ya el año pasado en Ponferrada consiguió una sexta y una décima posición con Gallopin y con Bouhanni y que este año intentaran mejorar.

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