Las competencias
deportivas actuales exigen que la preparación física, técnica, y táctica no es
suficiente para obtener resultados deportivos de envergadura. Por lo que se
hace indispensable la necesidad de un cuarto tipo de preparación del
deportista: La Psicológica.
Entendemos por preparación psicológica: El
nivel de desarrollo del conjunto de cualidades y propiedades psíquicas del
deportista de los que depende la realización perfecta y confiable de la actividad
deportiva en las condiciones extremas de los entrenamientos y las competencias.
El
objetivo general de la preparación psicológica es el desarrollo de las
cualidades psíquicas que el deportista necesita para alcanzar un alto nivel de
perfeccionamiento deportivo, la estabilidad psíquica y la disposición para
intervenir en competencias de envergadura.
Por eso,
el uso disciplinado de la mente nos llevara a unos campos de actuación y
capacidad que están mucho más allá de lo que la mayoría de nosotros nos podemos
imaginar.
En la
época actual que nos toca vivir, tenemos una gran competencia en todos los
órdenes de la vida. Esta competencia en los deportes es brutal, ya que hay
millones de deportistas que se preparan a conciencia para competir con un mismo
fin: Ganar. Por eso, debemos utilizar todos los
elementos lícitos a nuestro alcance para conseguir nuestro objetivo final.
El
rendimiento de un deportista, está condicionado por estos cuatro factores: El Factor físico, el Técnico,
el Táctico y el Psicológico.
Si de
verdad queremos buenos resultados o Máximos
Rendimientos, es necesario desarrollar
a conciencia todos y cada uno de ellos, sin descuidar ninguno, y además,
saber conjuntarlos adecuadamente y en el momento exacto, que no es otro, que
durante la competición.
El gran
error que muchos deportistas han cometido, fue precisamente el descuidar el Factor psicológico, el Técnico
o el Táctico, centrándose únicamente en
el Entrenamiento Físico, que no es un factor en sí, sino que el entrenamiento
físico, es una parte del Factor físico. En esta
cuestión tenemos la respuesta al porque tantos y tantos deportistas no han
visto realizado su sueño.
Seguramente
todos han descuidado algo importante, bien por desconocimiento, bien por no
dejarse guiar por personas que conocen a fondo este mundo, o bien por no tener
suficiente fuerza mental para vencer los obstáculos que se imponen en nuestro
camino.
Lo más
importante y que tenemos que tener en cuenta es la Gran
Fuerza Mental o Fuerza de Voluntad que nos permita
tener acceso a la Constancia y al Sufrimiento y sobre todo a la capacidad de vencer las
adversidades como la pereza, la soledad, la lluvia, el calor, el frio, el aire,
la intensidad, la derrota y otros muchos factores adversos que se nos pondrán
delante.
Resumiendo:
Debemos disponer de esa férrea voluntad para imponernos a la adversidad.
La
explicación de estos cuatro factores que determinaran nuestro rendimiento son:
El Factor Físico lo podemos desarrollar hasta nuestro
máximo genético, aunque no penséis que es el factor más importante, no, porque
la condición física que podamos desarrollar u obtener es una consecuencia del
empuje continuo que ejerce la Fuerza Mental.
La Técnica se aprende con la experiencia, pero de un modo
especial haciendo numerosas pruebas, unas positivas y otras negativas, pero de
una manera contundente y nunca dándonos por satisfechos.
La Táctica también se aprende de la misma forma que la
Técnica, pero poniendo atención en la observación de detalles, charlas, videos,
comentarios, libros, revistas, formar parte de un equipo ciclista, etc.
Y por
último está la Fuerza Mental, la Fuerza de Voluntad o Factor
Psicológico. Este factor es el único y de verdad importante a la hora de
comenzar o continuar la vida deportiva,
y es a la vez el acondicionador y desarrollador
de los otros tres hasta la máxima expresión.
Esta
fuerza no se puede adquirir, no se puede comprar, hay que nacer con ella. Si no
hemos nacido con ella, lo tenemos muy difícil, tal vez imposible para lograr
grandes éxitos, ya que tendremos que sacrificarnos duro todos los días, durante
varios años, hasta poder conseguir algún éxito importante. Y si no tenemos esa
fuerza mental que nos empuja a levantarnos de la cama para entrenar cuando otros
están durmiendo, o a ponernos el chubasquero cuando está lloviendo, o privarnos
de ese manjar exquisito que tenemos al alcance de la mano, o a dejar
situaciones agradables para irnos a la cama, etc. Si no tenemos esa fuerza de
voluntad, simplemente no haremos lo que deberíamos hacer y los éxitos no
llegarán nunca. Esta fuerza es la misma que nos lanzara a toda velocidad en las
series de esfuerzo o de la intensidad programada y que es la misma que nos hará
repetir todos los días muchos sacrificios de una manera constante y silenciosa,
sin tener, prácticamente, compensación alguna. De
momento.
Hay dos
cosas que podemos y debemos hacer con nuestra fuerza mental o fuerza de voluntad,
para que en un futuro dé los frutos esperados:
Primero.-
Crear las pautas, pasos y caminos necesarios para aumentar la constancia, coger
las buenas costumbres, adquirir más conocimientos y hacer numerosas pruebas
para que podamos aprovechar esta fuerza mental en la consecución de llevar a la
máxima expresión el factor físico, el técnico y el táctico, mediante el
conocimiento exhaustivo de estos factores y su total y perfecta ejecución.
Segundo.-
Aprender una serie de técnicas mentales , para que, una vez aprendido y
desarrollado el punto primero, podamos conjuntar automáticamente y de un modo
realmente efectivo los cuatro factores determinantes del rendimiento, y por
consiguiente poder concentrar y ejecutar todo nuestro potencial de la forma más
eficiente posible y en un solo punto:
El día por nosotros más esperado y que no
es otro que el día de la Competición, Marcha Cicloturista o Reto Personal.
Próximo Capítulo. Técnicas Mentales
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