José María Jiménez, tocando el cielo en una de las etapas terminadas en alto. |
El pasado día 6, hace ya ocho años que el Chava Jiménez fallecía en la clínica San Miguel de Madrid. Estaba allí, tan feliz, enseñando las fotos de sus hazañas deportivas, cuando de pronto le empezó a doler la cabeza, se cayó al suelo y no volvió a levantarse. Su muerte se produjo por un fallo cardiaco, de forma exagerada y dramática como su ciclismo.
Su mala cabeza le llevo a este desenlace fatal cuando solo tenia 32 años, pero por lo menos murió tranquilo.
Otro mito caído, pero el Chava era así, exagerado en todas sus acepciones.
Él y solo él, nos privo de seguir dándonos el gustazo de verlo cómo escalaba y rompía las carreras con aquel golpe de genio. Su irregularidad era también un aliciente extra, por que nunca podíamos preveer su jornada fatal, esa etapa en la que su cabeza decía basta y se dejaba una minutada perdiendo todas sus opciones en la general. Realmente un tipo inimitable.
En la Vuelta a España de 2001, llegó a ser líder de todo: general, montaña, regularidad , ganando tres etapas,
El Chava, como si de un fantasma se tratara saliendo de aquella espesa niebla en el Angliru, logrando alcanzar a Pavel Tonkov y ganar la etapa. |
Era considerado un ciclista impulsivo e individualista, llegando a atacar en condiciones poco favorables para su propio equipo, lo que le llevó a mantener enfrentamientos con algunos de sus compañeros de equipo, como sucediera en la Vuelta a España de 1998 con su jefe de filas, Abraham Olano.
Se retiro del ciclismo profesional en 2002, aquejado de una fuerte depresión.
José María Jimenez "El Chava", hacia tiempo que había empezado a coquetear con las drogas, entrando en una profunda depresión, encerrado en su casa, metido en cama, sin querer ver a nadie, ni amigos, ni familia, ni compañeros, ni tecnicos, él solo, atrapado en esa espiral de desesperación, con la mente vacía y con los ánimos por los suelos.
En sus breves periodos de falsa recuperación, se proponía volver a la competición, pero fue imposible. Primero se recluyó en un complejo de casas rurales en Piedrahita (Ávila), muy cerca del macizo de Gredos, después se alojó en el Hotel de Lale Cubino, en Béjar, con vistas a la estación de La Covatilla, con la intención de oxigenarse y aligerar peso. Pero la realidad derrotó a la ilusión. Para él, tenerse que subir a una
En plena pesadilla, fue internado en la Clínica San Miguel de Madrid, su penúltima morada.
Un final para un ciclista que vivió al limite, amante de los excesos. Maldita sobredosis de Cocaina. Seguro que ahora estarás descansando en paz.
Fueron muchas las tardes que me hiciste apasionar, levantarme del sofá, ponerme la carne de gallina, lo que sentía viéndote, no me lo transmiten los actuales componentes de este pelotón actual. Esa manera de atacar, como te adelantabas 10, 30, 50 metros, detenerte para esperarlos y cuando llegaban, clavarles la estocada con ese baile alegre que nunca vi en nadie sobre la bicicleta, siempre erguido, altivo, un reflejo de tu orgullo sin freno.
En mi retina esta la etapa del alto de Aitana en 2001. Recuerdo aquel José María Jimenez "El Chava" en su pura esencia. Después de esas tres victorias de etapa, el iBanesto.com trabajando a destajo para él, También recuerdo que al final en 12 kilómetros perdió 12 minutos: "Así soy yo, o todo o nada" fueron sus declaraciones después de aquella etapa.
Que gran verdad, según todos los testimonios de sus vecinos y de los que le conocían: era la alegría de toda
Una imagen que dice mas que mil palabras. |
Una pena que nadie supiese ayudarle, ni los más cercanos. Triunfó y no supo que hacer con la gloria. Una pena. Pero a pesar de todo, fuiste, eres y seras genial e irrepetible.
José María Jiménez, "Chava", estés donde estés te echamos de menos.
En fin, desde aquí, quisiera enviar un mensaje a todos los jóvenes que os estáis iniciando en este u otro cualquier deporte, que no os emborrachéis de éxito cuando estéis en la cima.
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