luns, 22 de outubro de 2012

EL GRAN DEBATE

Alberto Contador (Vuelta Ciclista a España). Bradley Wiggins
 (Tour de Francia).
TANTO MONTA. MONTA TANTO. 

Este año, parece que nadie se pone de acuerdo, ya que desde que termino la Vuelta surgió el debate: ¿Qué carrera fue mejor?, ¿El Tour de Francia o La Vuelta a España?. Es una pregunta que en el mundo del ciclismo sigue sobrevolando después de que hace casi tres meses que finalizo la Vuelta a España.
La presencia y victoria final de Alberto Contador en su duelo con Joaquím “Purito” Rodríguez y Alejandro Valverde han revalorizado la Vuelta a España hasta el punto de poner en duda la calidad del Tour de Francia.
¿MEJOR EL TOUR?: Si abordamos su recorrido, esta claro que es más espectacular, más explosivo, respeta con mayor fidelidad los cánones del ciclismo, con etapas largas, con varios puertos largos y tendidos. En la Vuelta, sólo la etapa del Cuitu Negru y la Bola del Mundo cumplieron esas máximas. La jornada del Tour que acabó en Porrentruy encadenó siete puertos, ya que antes de Toussuire se subió La Madeleine y el Col de la Croix de Fer, más los tradicionales L´Aubisque, Tourmalet, Aspin y Peyresourde, para finalizar con Menté, Port de Balés y Peyragudes.
Esas diferencias en el recorrido de las etapas, provocó que en la Vuelta a España faltasen secundarios. Ya que solo podemos citar como protagonistas, aquellos que lucharon por la general y sus gregarios. No hubo más nombres.
El Tour de Francia tuvo nueve sprints con protagonistas como: André Greipel, Mark Cavendish, Mathew Goss o Peter Sagan. En la Vuelta, solo el joven alemán de 23 años John Degenkolb, ganador de cinco etapas de los seis sprints que hubo. Una estrella en ciernes, pero de momento con menos palmares que los anteriormente mencionados y porque los otros jóvenes que deberían disputarle los sprint defraudaron.
En el Tour las fugas de Thibaut, David Millar, Luis León Sánchez y, sobre todo las del genio y figura Thomas Voeckler, dieron momentos muy emocionantes a la carrera. En la Vuelta solo culminaron las cuatro de Dario Cataldo, Denis Menchov, Simón Clarke y Steve Cummings, el resto de los días el pelotón domino tranquilamente los intentos de fugas.
¿MEJOR LA VUELTA?. El recorrido y la altimetría, presagiaban un gran espectáculo. Mientras el Tour había abusado de las contrarreloj (más de 100 km.), la Vuelta aposto por los finales en alto e incluso por la sorpresa en forma de muros en los finales llanos (Barcelona y Segovia fueron el ejemplo), haciendo que las etapas anodinas desaparecieran. A todos nos quedara en la memoria momentos relevantes como: Arrate, Valdezcaray, la Collada de la Gallina, el Mirador de Ézaro, los Ancares, Lagos de Covadonga, Cuitu Negru, Fuente Dé y la Bola del Mundo.
Un punto muy importante y que puede decantar el resultado final de la encuesta, fueron las novedades. El Tour también innovó este año con La Planche des Belles Filles o el Peyragudes, puertos que dejaron buenos momentos. Pero las novedades de esta Vuelta en Andorra, con la Gallina, las espectaculares vistas de la Costa da Morte desde el Mirador de Ézaro, el Cuitu Negru, la espectacular expansión de Pajares y Fuente Dé, que al final fue decisiva, marcaron con mayor fuerza la carrera y a los aficionados.
Lo que quizás será el motivo más importante para preferir la Vuelta que el Tour, es la lucha por el liderato. No olvidemos que en el Tour, Bradley Wiggins cogió el amarillo en la primera etapa seria de montaña, y no lo soltó, acabando con más de seis minutos de ventaja sobre su primer rival, Vicenzo Nibali (3º), ya que Chris Froome (2º) era su gregario. En la Vuelta fueron lideres los tres grandes animadores: Alberto Contador, Alejandro Valverde y Joaquím “Purito” Rodríguez, que no se dejaron ni un sólo demarraje en sus pedales. Contador tuvo que sufrir hasta el final y acabo con poco más de un minuto sobre sus dos grandes rivales.
También, en esta Vuelta, ningún equipo logró controlar las subidas como hizo el Sky machaconamente en el Tour de Francia. Aquí lo quiso intentar en la primera semana, pero la debilidad de su líder Chris Froome y alguno de sus gregarios, no les permitió lograrlo.
Por último decir que la audiencia respondió mejor ante la lucha de Contador, Valverde y Purito a pesar que RTVE ofreció varias etapas del Tour completas y, en cambio, decidió emitir sólo los últimos kilómetros de las etapas de la Vuelta.
El resultado final y la repercusión internacional aún están por ver. Pero la Vuelta a España lleva tiempo tomando iniciativas, buscando soluciones, aportando ideas, descubriendo puertos y señalando el camino para alcanzar la cima de lo más alto del podio. Este año durante la Vuelta solo se ha hablado de ciclismo, de duelos magníficos entre ciclistas potentes, de resistencia ante los límites, de la hermosa orografía de España, de sus paisajes únicos, de emociones y sentimientos y sobre todo del fabuloso espectáculo que nos brindaron todos los participantes.
Solo nos faltan huellas ciclistas que Francia supo respetar como: En la cima del Galibier donde se alza una efigie de Henri Desgrange, el fundador del Tour. Las laderas del Izoard acogen un monumento en honor de Fausto Coppi y Lousion Bobet. Cohabitan con el destino trágico las curvas donde cayeron Luis Ocaña en Mente y Joseba Beloki en Gap o donde murió Fabio Casartelli en el Portet d´Aspet. O el monolito en el Mont Ventoux que recuerda y bendice el descanso eterno de Tom Simpson.

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