Alejandro Valverde besando la medalla de bronce |
Tras terminar la disputa del
Mundial de Ciclismo de Ponferrada, Alejandro
Valverde con la barba de una semana y la cara embarrada que más se parecía a
uno de esos abnegados mineros de las montañas de El Bierzo, intentaba
consolarse con un premio que se antoja insuficiente, porque ya está
demasiado habituado a subir al podio de un mundial. Igual que aquellos mineros
que se habían dejado el alma escavando las montañas del Bierzo en busca de oro,
ese metal tan ansiado como imposible de alcanzar para el ciclista español que
había salido dispuesto a engordar su zurrón con el valioso tesoro. Los romanos
habían alcanzado su meta en Las Médulas, Valverde continúa buscando su medalla
de Oro que le haría lucir durante un año el particular maillot arco iris. Un
objetivo que ya se ha convertido en una obsesión después de haber logrado
cuatro bronces y dos platas.
En Ponferrada, Valverde tampoco
encontró consuelo, y eso que esta vez sí siguió el guion previsto, disponiendo
de la colaboración del equipo, sin que nadie se saliese de ese guion y con la
táctica bien aprendida. Alejandro en sus declaraciones afirmaba que se sentía
satisfecho con esta nueva medalla, pero en el fondo se le notaba que escondía
una dolorosa amargura, porque él mismo sabe que se le ha escapado una ocasión
propicia arrebatada por un adversario joven, con talento, pero inferior a él.
Michael Kwiatkowski se enfundó el
arco iris porque jugó al todo o nada y porque la selección polaca aposto por él
desde el principio. De hecho, fue el primer equipo que tomó la cabeza para
neutralizar la escapada inicial.
Valverde luciendo orgulloso su sexta medalla de bronce |
Ahí es donde me hubiese gustado ver a
Valverde, pero la selección española no cogió la responsabilidad hasta la
última vuelta y aunque puede estar satisfecha, no jugó para ganar, solo jugó a
la medalla, ignorando que quien quiera el Oro en un Mundial tiene que correr
para ganarlo, arriesgando aun sabiendo que te puedes quedar sin nada. Y eso a
Valverde aún no se lo he visto hacer en ningún Mundial. La selección española tendría
que haber endurecido mucho antes la carrera. En definitiva, demasiado bien les
salió la estrategia, eso sí, Valverde tendrá que seguir penando en la mina en
busca de esa medalla de oro que tanto se le resiste. Chapo a “Purito” por haber
sido tan íntegro y humilde y por haberse sacrificado por Valverde después de lo
visto el año pasado en el Mundial.
Hoy, como sucedió en el
Mundial de Ponferrada, Valverde se volvió a incrustar en el podio del Giro de
Lombardia, pero otra vez alejado de la cúspide, rozó la hazaña en la última
clásica de la temporada, quedando segundo, por detrás de Daniel Martin, otro de
los rodadores más astutos del actual pelotón internacional, atacando en el
último kilómetro de la carrera. Con el segundo puesto del podio, Valverde lidera
el ránking de la UCI, ya que logró 80 puntos, mientras que Alberto Contador no
sumo ninguno. Valverde ahora tiene 686 puntos, mientras el Pistolero de Pinto se queda con 620. El duelo
entre ambos se resolverá en el Tour de Pekín, que comienza el próximo viernes
10 y que finalizara el martes 14.
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