domingo, 4 de outubro de 2015

LOS ECOS DE RICHMOND 2015

Peter Sagan Campeón del Mundo de fondo en carretera en Richmond 2015
Los Mundiales de Ciclismo 2015 que se celebraron en Richmond arrancaban el pasado domingo día 20 con la medalla de bronce para el equipo español del Movistar. La presencia de los equipos comerciales en el programa de los Campeonatos Mundiales de Ciclismo se incorporaron en 2012 para satisfacer una vieja demanda que lo que intenta es la organización del Mundial de fondo en carretera por equipos privados y no por selecciones nacionales. Reivindicación que tiene su lógica, porque al final ese maillot arcoíris va a lucir durante toda la temporada en un equipo y aun patrón concreto, que son los que al fin y al cabo pagan.
Richmond en su primer día de competición se rindió ante el BMC, que volvía a casa para retener el cetro mundial conseguido el año pasado en Ponferrada (España).
El BMC volvía a conseguir el título Mundial tras un pulso con el Etixx-Quick Step. Ante la superioridad mostrada por los americanos y los belgas, el Movistar español se tuvo que conformar con el tercer puesto, dejando al Orica-Green Edge, medallista en los tres últimos mundiales, sin el preciado bronce.
La anécdota del día, por desgracia, la protagonizó el Tinkoff-Saxo que, por culpa del afilador de uno de sus ciclistas, tuvo que ver cómo dos de ellos se iban al suelo antes del segundo paso intermedio. Michael Valgren, el gran damnificado por sus rasguños en el brazo derecho, y Michael Rogers probaron la hierba de la cuneta, parando en seco el ritmo del equipo y obligándolo a esperar a que ambos caídos se reincorporaran. Al final con honor, llegaron los seis ciclistas juntos a meta, aunque últimos y decepcionados.
La historia de los Campeonatos del Mundo de ciclismo está llena de anécdotas, de gestas y también de miserias. Historias para todos los gustos que son inevitables, pero que gracias a su idiosincrasia y a su hecho diferenciador es precisamente especial porque se disputa por selecciones y porque cambia de sede cada año. En torno a esta prueba reina entre las clásicas de alto nivel que durante toda la temporada se disputan, se celebran también los campeonatos de las otras categorías, que logran el foco de atención que normalmente no tendrían gracias a que los profesionales se asoman al mismo horizonte.
El lunes 21 la junior Chloé Dygert horas antes de comenzar su debut mundialista, escribía en su cuenta de Twitter “Va a ser un buen día”. Un gran presagio de la ya Campeona Mundial Junior en la modalidad de contrarreloj, que dejaba ver que se levantaba con la confianza  plena y dispuesta a dar la batalla para conseguir el maillot arcoíris. Culminó los 15 kilómetros del recorrido en un tiempo de 20:18, que le permitió llevarse la medalla de oro. La plata fue para la también estadounidense Emma White, que paró el crono en 21:24, y el bronce para la australiana Anna-Leeze Hull, con un tiempo de 21:44.
Las españolas María Calderón y Teresa Ripoll terminaron en las posiciones 29º y 34º, a 3:02 y 4:14.
El martes 22 el alemán Leo Appelt se proclamaba Campeón del Mundo de contrarreloj en la categoría junior. Recorrió los 30 kilómetros del trazado en un tiempo de 37:45, un tiempo que le sirvió para conseguir la medalla de oro. La plata fue para el estadounidense Adrien Costa, con un registro de 38:02, y el bronce fue para el también estadounidense Brandon McNulty, que paró el crono en 38:44.
El español Pablo Alonso finalizo vigesimotercero, a 2:35.
Este mismo día el danés Mads Würtz Schmidt aliándose con la lluvia se proclamaba Campeón del Mundo contrarreloj en la categoría sub-23 ya que nadie pudo batir su tiempo de 37:10 que había logrado sobre el asfalto seco del circuito.  La plata fue para el alemán Maximilian Schachmann, que paro el crono en 37:23 y el bronce para el también alemán Lennard Kamna, que detuvo el reloj en 37:31.
Fue una contrarreloj accidentada ya que el japonés Koishi sufrió una dura caída al final de la primera vuelta aunque el nipón consiguió completar la prueba finalizando último. También tuvo problemas el australiano Oram que a mediados de la prueba tuvo que parar ya que se le había salido la cadena.
Elisabeth Armitsread posa con la medalla de oro y el maillot arcoiris
de Campeona del Mundo tras ganar la prueba en ruta en los Mundiales
de Richmond
El único representante español fue el joven corredor de la Fundación Euskadi Xabier San Sebastián que debutaba en un Mundial completando una buena actuación a pesar de acabar en la 45ª posición a 4:24.
El miércoles 23 Linda Melanie Villmusen se proclamaba Campeona del Mundo de contrarreloj en la categoría Elite femenina. La neozelandesa de origen danés empleó un tiempo de 40:29 para cubrir los 30 kilómetros de recorrido sacándose la espina tras los logros de dos platas y tres bronces en anteriores Mundiales. La plata fue para la  holandesa Anna Van der Breggen, con un registro de 40:32, y el bronce para la alemana Lisa Brennauer, que paró el crono en 40:35.
La joven y única representante española Sheyla Gutiérrez, no ha podido pelear en ningún momento de la contrarreloj por acercarse a los puestos de honor tras haber sufrido un pinchazo en la subida de la primera vuelta, y tras unos discretos pasos por los puntos intermedios de la carrera, también fue rebasada por una de las ciclistas que habían salido por detrás, consiguiendo terminar en el 40º puesto a 4:40 de la vencedora.
El viernes 25, Chloe Dygert se proclamaba Campeona del Mundo de Ciclismo de ruta en categoría júnior. La estadounidense, que también había logrado el titulo en la  modalidad de contrarreloj, llegó en solitario a meta aventajando  en más de un minuto a su compatriota Emma White, que fue medalla de plata, y a la polaca Agnieszka Skalniak, que se hacía con el bronce. Entre las españolas, Roció del Alba finalizaba en el puesto 26º tras sufrir un fallo mecánico en su bicicleta, Iurani Blanco finalizaba 47ª a 4:19, María Calderón fue 48ª, a 4:33, y Teresa Ripooll, que también había sufrido  un percance en su bici, termino la prueba pero no fue calificada con tiempos.
Este mismo día el francés Kevin Ledanois, agonizando en los últimos metros, fue capaz de superar al italiano Simone Consonni para llevarse su mayor éxito a los 22 años proclamándose flamante Campeón del Mundo de fondo en carretera en la prueba sub-23. Anthony Turgis, también francés, se conformaba con el bronce. Miguel Ángel Benito fue el mejor español en meta acabando 21º.
El sábado 26, Felix Gall se proclamaba Campeón del Mundo en la prueba de ruta en categoría júnior. El ciclista austriaco se escapó en la última vuelta imponiéndose en un apretado sprint al francés Clément Betouigt-Suire, que fue plata con un segundo de ventaja sobre el  danés Rasmus Pedersen, que se hacía con el bronce. Gall con su victoria, conseguía el primer Campeonato del Mundo de ciclismo para Austria. Entre los españoles, Alejandro Gómiz fue el mejor clasificado en el 44º puesto a 1:12, Alejandro Reguero, acabó 58º, a 1:33 y Pablo Alonso fue 67º, a 2:38.
La británica Elisabeth Armitstead se proclamaba Campeona del Mundo de fondo en carretera en la prueba elite femenina al superar en el sprint a la holandesa Anna Van der Bregge, que se hacía con la plata y a la estadounidense Megan Guarnier, que lograba el bronce. Entre las españolas Ane Santesteban fue la mejor en el puesto 51º, a 52 segundos, Sheyla Gutiérrez acabó en el puesto 88º, a 14:00 y Anna Sanchís que no pudo terminar la carrera.
Con esta prueba finalizaban los Campeonatos Mundiales para las categorías inferiores del ciclismo mundial, pero llegaba el día D y la hora H para la elite masculina con la exhibición en los últimos tres kilómetros y tras casi siete horas de carrera del eslovaco Peter Sagan que con su melena al viento sobre el asfalto de Richmond se proclamaba flamante nuevo Campeón del Mundo. El eslovaco tuvo al fin su día grande, acorde con su categoría y después de una larga colección de segundos y terceros puestos. Pero Sagan incluso cuando pierde, siempre nos ofrece su coraje, su descaro y por supuesto su clase. En el Tour de Francia le vimos entrar día a día en las fugas, harto de no poder ganar al sprint nos ofreció espectáculo puro por lo que tenemos que levantarnos y aplaudir.  
El eslovaco Peter Sagan  lucirá el maillot arcoiris de Campeón del
 Mundo en ruta la próxima temporada
Él, sabe muy bien cómo hacernos disfrutar con su carisma y buen humor cada vez que compite. Hoy es el ciclista más mediático del pelotón que vestirá en 2016 el maillot más mediático y preciado por todos como es el de Campeón del Mundo. El ciclismo tiene fama de injusto, pero tarde o temprano siempre devuelve lo que les arrebata. El ciclismo le debía algo grande y en Richmond 2015 le entregó un premio que compensa su insistencia. Merecida medalla después de una temporada con tantos segundos puestos y caídas por causas ajenas.
Hoy ya nadie se acuerda del australiano Michel Matthews ni del lituano Ramunas Navardauskas, segundo y tercero en meta. La culpa de este “olvido” la tiene Peter Sagan por su nombre y, sobre todo, por su forma de ganar este Mundial. Su durísimo ataque en la última rampa al tramo adoquinado, donde saltó como una fiera para lanzarse en bajada desbocada, sin freno y con un reducido pelotón, incapaz de cazarle. Ni siquiera el agónico medio kilómetro final, siempre hacia arriba, ha podido con las piernas de este ciclista que tuvo tiempo para levantar los brazos y celebrar el titulo haciendo disfrutar al público.
A su estela y con el torpe realizador de televisión que nos privó del sprint por el podio, Alejandro Valverde cruzaba la meta en quinta posición.
Otro año sin el oro para el ciclista español con más palmarés en los Mundiales (2 platas y 4 bronces). Un maillot arcoíris imposible para el murciano que a sus 35 años seguramente se haya dejado en Richmond su última bala para incorporar el oro a su historial.
Con la ausencia de medallas para la selección española se clausura una racha de tres ediciones consecutivas con presencia de ciclistas españoles en el podio.
Personalmente a mi no me gusto la selección española en este Mundial de Richmond 2015, durante toda la carrera nunca fuimos un equipo a la altura de lo que se supone que somos, una potencia mundial de este deporte. Quien haya podido ver la carrera seguramente este de acuerdo conmigo. Equipos como el alemán, el belga, el holandés e incluso el polaco, han trabajado como selección durante gran parte de la prueba, dando la cara en posiciones delanteras.
La imagen de la selección española ha sido bien distinta. Ciclistas desperdigados por el pelotón, sin dar nunca la sensación de equipo, metiéndose en los cortes sí, pero más por la calidad individual que por una buena estrategia de equipo.
Las claves de los españoles, creo que tendrían que haber llevado la carrera siempre a buen ritmo, endurecerla lo máximo posible para que Bala Valverde tuviera más opciones al final. En ningún momento lo hicieron.
El quinto puesto de Alejandro está bien, pero no se trata del rédito final sino de cómo lo lograron. Dieron siempre la sensación de vivir de las escaramuzas, esperando para poder ganar aprovechándose de los errores de los rivales, eso puede ser válido para las selecciones de segunda división, pero  yo creo que tenemos selección para mucho más.
En las imágenes que nos ofrecieron de la carrera en los kilómetros finales, en la entrada a las rampas de pavé los ciclistas españoles iban muy mal colocados y todos desperdigados. Si sabían que ahí estaba la clave de la victoria final ¿porqué no se estaba donde había que estar?. Ahora se dice que no era el recorrido ideal para Valverde, yo creo que sí lo era, lo que hacía falta es que estuvieran más activos.
Sé que no se puede ganar siempre, pero la imagen de la selección española al igual que las pesadillas, estropearon los sueños de Alejandro, que volvió a pecar de la falta de compañerismo en su propio equipo y que en el sprint que no vimos, llegó en quinta posición.

Puede que le sepa a poco al español con más medallas en Campeonatos del Mundo, pero tiene que alegrarse de que siempre está ahí.

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