Alejandro Valverde, Joaquim "Purito" Rodríguez y Alberto Contador, llegando a la meta de la decimoquinta etapa de la Vuelta Ciclista a España de 2012. |
Termina el mes de julio y con él se va la
rutina del sofá y el mando a distancia. Los 21 días que duro el Tour de
Francia, después de la comida y entre bostezos, encendía la televisión y ahí
estaba la carrera más importante del
mundo enseñándonos los paisajes excepcionales, los puertos de 2.000 metros de
altura y un pelotón multicolor serpenteando por las carreteras pirenaicas o
alpinas.
El hecho de que sólo haya un equipo español en la elite del ciclismo es un obstáculo para que España brillase en esta edición, sin embargo los ciclistas españoles dieron la cara y nunca se arrugaron frente a las adversidades planteadas por la carrera. Fueron piezas importantes en otros equipos trabajando para otros líderes.
En otras palabras: los 18 ciclistas nacidos en España que participaron, si se batieron el cobre por la carrera más prestigiosa del universo ciclista. Lo peor de todo, es que 11 de los 18 que participaron este año superan ya los treinta años. Ante la retirada de Joaquim “Purito” Rodríguez, al final de esta temporada y con los otros superclase como Alberto Contador o Alejandro Valverde dando sus últimos coletazos en el pelotón internacional, todo parece indicar que se avecinan años de penurias para el ciclismo en nuestro país.
Pero de momento, los ciclistas españoles son
corredores de talla mundial que siempre dan la cara en todas las vueltas por
etapas, y por supuesto, en la carrera más grande de todas, tenían que aparecer.
Entre los veteranos que hay que relevar esta
Alberto Contador. El Pistolero de Pinto no ha tenido su mejor Tour. Después de
una temporada diseñada para rendir como nunca en la ronda gala, una sucesión de
infortunios en la primera semana acabaron con todas sus esperanzas. Pero si hay
algo que siempre hay que alabar de Alberto es su pundonor, sus ganas de ofrecer
espectáculo a todos los aficionados. Buscó volver a sentirse importante con un
ataque en la triste etapa en la que abandonó, a pesar de vérsele que no estaba
en condiciones, pero eso no le privo de dar la cara, de luchar por ser uno de
los más fuertes en cada etapa. Esas cosas son las que hacen que Contador no sea
uno más, esas cosas hacen que sea único.
El segundo que pronto empezara a pedir el
relevo es Alejandro Valverde, El capitán de la armada española para los Juegos Olímpicos
de Rio sigue haciendo gala de un extraordinario estado de forma. Parece que su
físico no tiene límites, al igual que su ambición. Esta fue una temporada con
infinitos picos de forma, con triunfos de todos los colores, en clásicas o
grandes Vueltas. Tras un excelso Giro de Italia, en el que consiguió acabar en
el pódium final, llegó al Tour para ayudar a Nairo Quintana en su camino hasta
el sueño amarillo que persigue su equipo el Movistar. No ha dejado indiferente
a nadie.
Acompaño a su jefe de filas hasta los últimos
metros de las ascensiones, tirando de él en algunas etapas que se le
atragantaron al escarabajo colombiano.
Pero no solo ha trabajado para él. También ha
buscado ser el protagonista, haciendo de todo: ataque suicida a más de 100
kilómetros que puso en jaque la carrera, un tercer puesto de etapa en la
segunda jornada, un sprint contra los velocistas en el que quiso rememorar
viejas arrancadas.
Parece que por él no pasan los años, la
veteranía le está sentando excelentemente bien, convirtiéndose en un
seguro de vida en las vueltas por etapas.
Dani Navarro es un ciclista luchador por
naturaleza, que se ha confirmado como uno de los más combativos de este Tour.
Fuga que se formaba cuando el desnivel de la carretera ascendía, fuga en la que
entraba. Luchó en todas las etapas, estando cerca del triunfo en el mítico Mont
Ventoux. Lo intento con todas sus fuerzas, pero el ciclista del Cofidis cedió
en los últimos metros de la etapa para finalizar tercero. Un esfuerzo que no
tuvo recompensa, pero que sus paisanos y los aficionados al mundo del ciclismo
le agradecemos.
Uno de los futuros esperanzadores del
ciclismo español es Gorka Izagirre, que todavía por las calles de Berna y un
minuto después de que el director del Tour, Christian Prudhomme diese el
banderazo de salida, tropezó con el francés Warren Barguil y con su compañero
Imanol Ervite, cayéndose al suelo y rompiéndose la clavícula. En vez de
recorrer los kilómetros que tenía la etapa hasta el lago de Finhaut Emosson, el
ciclista vasco cogió el camino del hospital y de ahí a casa.
Gracias que quedaba su hermano Jon Izagirre,
referente de la nueva generación española y algo más que un simple escudero de
lujo.
Fue el gran triunfador español de este Tour,
llevándose un triunfo a la altura de unos pocos en la última etapa de montaña
con unas condiciones de lluvia extremas y un descenso peligrosísimo. El vasco
hizo gala de su gran habilidad encima de la bicicleta para culminar una
remontada que nunca olvidará.
A sus 27 años se está consagrando como una de
las grandes perlas españolas, su tercera semana en la ronda gala dan fe de
ello. Cuando las fuerzas están, más justas, y solamente los grandes ciclistas
pueden relucir, Ion culminó con unas etapas perfectas.
En la cronoescalada terminó en séptima
posición, a poco más de un minuto de un soberbio Chris Froome. En Mont Ventoux
aguantó los envites de los más fuertes de la carrera. Acabando de redondearla
en una última semana de ensueño con la victoria en Morzine por delante de todo
un campeón del Tour como Vincenzo Nibali o de un ganador de etapa como Jarlison
Patano. Ion Izagirre contrarrelojea, sube y baja, tiene en sus piernas el
ciclismo moderno, la llave del futuro español está en sus manos.
Para la vieja guardia que aún sigue a pie
firme nunca es fácil decir adiós. Joaquim “Purito” Rodríguez se armó de valor
para pronunciarse en el primer día de descanso y comunicar a todo el mundo que
se retiraba al final de temporada. No se va porque no pueda estar con los
mejores.
Ion Izagirre, único vencedor español de una etapa del Tour de Francia 2016. |
El año pasado consiguió levantar los brazos
en dos ocasiones, y este año ha logrado estar con los mejores todos los días y
termina el Tour con otro Top-10. Se despide de la vuelta por etapas por excelencia
con un séptimo lugar que, a expensas de lo que pueda suceder en Rio, puede ser
un broche de oro para un año que no ha sido el mejor de su trayectoria
profesional.