domingo, 31 de xullo de 2016

¿HAY RELEVO GENERACIONAL EN EL CICLISMO ESPAÑOL?

Alejandro Valverde, Joaquim "Purito" Rodríguez y Alberto Contador,
llegando a la meta de la decimoquinta etapa de la Vuelta Ciclista a
España de 2012.

Termina el mes de julio y con él se va la rutina del sofá y el mando a distancia. Los 21 días que duro el Tour de Francia, después de la comida y entre bostezos, encendía la televisión y ahí estaba  la carrera más importante del mundo enseñándonos los paisajes excepcionales, los puertos de 2.000 metros de altura y un pelotón multicolor serpenteando por las carreteras pirenaicas o alpinas.

El hecho de que sólo haya un equipo español en la elite del ciclismo es un obstáculo para que España brillase en esta edición, sin embargo los ciclistas españoles dieron la cara y nunca se arrugaron frente a las adversidades planteadas por la carrera. Fueron piezas importantes en otros equipos trabajando para otros líderes.

En otras palabras: los 18 ciclistas nacidos en España que participaron, si se batieron el cobre por la carrera más prestigiosa del universo ciclista. Lo peor de todo, es que 11 de los 18 que participaron este año superan ya los treinta años. Ante la retirada de Joaquim “Purito” Rodríguez, al final de esta temporada y con los otros superclase como Alberto Contador o Alejandro Valverde dando sus últimos coletazos en el pelotón internacional, todo parece indicar que se avecinan años de penurias para el ciclismo en nuestro país.

Pero de momento, los ciclistas españoles son corredores de talla mundial que siempre dan la cara en todas las vueltas por etapas, y por supuesto, en la carrera más grande de todas, tenían que aparecer.

Entre los veteranos que hay que relevar esta Alberto Contador. El Pistolero de Pinto no ha tenido su mejor Tour. Después de una temporada diseñada para rendir como nunca en la ronda gala, una sucesión de infortunios en la primera semana acabaron con todas sus esperanzas. Pero si hay algo que siempre hay que alabar de Alberto es su pundonor, sus ganas de ofrecer espectáculo a todos los aficionados. Buscó volver a sentirse importante con un ataque en la triste etapa en la que abandonó, a pesar de vérsele que no estaba en condiciones, pero eso no le privo de dar la cara, de luchar por ser uno de los más fuertes en cada etapa. Esas cosas son las que hacen que Contador no sea uno más, esas cosas hacen que sea único.

El segundo que pronto empezara a pedir el relevo es Alejandro Valverde, El capitán de la armada española para los Juegos Olímpicos de Rio sigue haciendo gala de un extraordinario estado de forma. Parece que su físico no tiene límites, al igual que su ambición. Esta fue una temporada con infinitos picos de forma, con triunfos de todos los colores, en clásicas o grandes Vueltas. Tras un excelso Giro de Italia, en el que consiguió acabar en el pódium final, llegó al Tour para ayudar a Nairo Quintana en su camino hasta el sueño amarillo que persigue su equipo el Movistar. No ha dejado indiferente a nadie.

Acompaño a su jefe de filas hasta los últimos metros de las ascensiones, tirando de él en algunas etapas que se le atragantaron al escarabajo colombiano.

Pero no solo ha trabajado para él. También ha buscado ser el protagonista, haciendo de todo: ataque suicida a más de 100 kilómetros que puso en jaque la carrera, un tercer puesto de etapa en la segunda jornada, un sprint contra los velocistas en el que quiso rememorar viejas arrancadas.

Parece que por él no pasan los años, la veteranía le está sentando  excelentemente bien, convirtiéndose en un seguro de vida en las vueltas por etapas.

Dani Navarro es un ciclista luchador por naturaleza, que se ha confirmado como uno de los más combativos de este Tour. Fuga que se formaba cuando el desnivel de la carretera ascendía, fuga en la que entraba. Luchó en todas las etapas, estando cerca del triunfo en el mítico Mont Ventoux. Lo intento con todas sus fuerzas, pero el ciclista del Cofidis cedió en los últimos metros de la etapa para finalizar tercero. Un esfuerzo que no tuvo recompensa, pero que sus paisanos y los aficionados al mundo del ciclismo le agradecemos.

Uno de los futuros esperanzadores del ciclismo español es Gorka Izagirre, que todavía por las calles de Berna y un minuto después de que el director del Tour, Christian Prudhomme diese el banderazo de salida, tropezó con el francés Warren Barguil y con su compañero Imanol Ervite, cayéndose al suelo y rompiéndose la clavícula. En vez de recorrer los kilómetros que tenía la etapa hasta el lago de Finhaut Emosson, el ciclista vasco cogió el camino del hospital y de ahí a casa.

Gracias que quedaba su hermano Jon Izagirre, referente de la nueva generación española y algo más que un simple escudero de lujo.

Fue el gran triunfador español de este Tour, llevándose un triunfo a la altura de unos pocos en la última etapa de montaña con unas condiciones de lluvia extremas y un descenso peligrosísimo. El vasco hizo gala de su gran habilidad encima de la bicicleta para culminar una remontada que nunca olvidará.

A sus 27 años se está consagrando como una de las grandes perlas españolas, su tercera semana en la ronda gala dan fe de ello. Cuando las fuerzas están, más justas, y solamente los grandes ciclistas pueden relucir, Ion culminó con unas etapas perfectas.

En la cronoescalada terminó en séptima posición, a poco más de un minuto de un soberbio Chris Froome. En Mont Ventoux aguantó los envites de los más fuertes de la carrera. Acabando de redondearla en una última semana de ensueño con la victoria en Morzine por delante de todo un campeón del Tour como Vincenzo Nibali o de un ganador de etapa como Jarlison Patano. Ion Izagirre contrarrelojea, sube y baja, tiene en sus piernas el ciclismo moderno, la llave del futuro español está en sus manos.

Para la vieja guardia que aún sigue a pie firme nunca es fácil decir adiós. Joaquim “Purito” Rodríguez se armó de valor para pronunciarse en el primer día de descanso y comunicar a todo el mundo que se retiraba al final de temporada. No se va porque no pueda estar con los mejores.

Ion Izagirre, único vencedor español de una etapa del Tour de Francia 2016.
El año pasado consiguió levantar los brazos en dos ocasiones, y este año ha logrado estar con los mejores todos los días y termina el Tour con otro Top-10. Se despide de la vuelta por etapas por excelencia con un séptimo lugar que, a expensas de lo que pueda suceder en Rio, puede ser un broche de oro para un año que no ha sido el mejor de su trayectoria profesional.

Aguanto el ataque de los más fuertes, disfruto con un ataque en el Col de Joux Plane para recordar al “Purito” de aquellas arrancadas que le permitieron levantar los brazos o conseguir entrar en el pódium final de París. Se va el ciclista ofensivo, de los que tantas alegrías le han dado a este deporte, y que tanto echaremos en falta a partir del año que viene.

Otro referente de la nueva generación española es Mikel Landa. Entro en la alineación del Sky a última hora, a causa de su abandono en el Giro de Italia para ser el gregario de lujo de Chris Froome. Trabajador incansable y con una implicación, a nivel de compañerismo, digna de estudio. Su debut en el Tour deja un recuerdo en las piernas de todos los ciclistas que participaron en esta edición.

Cada vez que se ponía en cabeza entraba con un ritmo demoledor que hacia caer, de uno en uno, a los miembros del pelotón. En la penúltima etapa mostró que su condición de gran fondista sigue intacta. Las dos grandes terceras semanas que completó en el Giro y Vuelta del 2015 no fueron ninguna casualidad. España tiene a un gran escalador de presente para las generales de las grandes vueltas.

Por último tenemos a Mikel Nieve, asiduo a los top-10 en las grandes vueltas en su etapa con el Euskaltel-Euskadi. Nunca defrauda cuando se acercan las carreras de tres semanas. En el Giro de Italia rozó la perfección. Tras la ausencia de  Landa, este navarro dio un paso al frente para capitanear al Sky. Se llevó a casa una victoria de etapa y el maillot azul de la montaña. En el Tour no brillo tanto como podría al estar a la sombra de su jefe de filas. Pero el nivel que ha demostrado estuvo a la altura de los más grandes. Acompaño a Froome casi hasta la misma línea de meta, convirtiéndose en un gregario de lujo para el inglés. No desapareció en ninguna etapa y con un ritmo demoledor, secó todas las esperanzas de los ciclistas para poder derramar y restarle tiempo al maillot amarillo.

Estos, junto con algunos más que corren en equipos de segunda división son el relevo generacional del ciclismo español.

Contador, Valverde y Purito son los veteranos a los que hay que relevar. Sin ellos parece que la garantía de éxito se esfuma en el actual panorama del ciclismo español, que lleva más de 30 años dando muchos frutos.

Como estamos viendo, van surgiendo nuevos nombres, si, pero la mayoría de chavales con buena proyección acaban abocados al olvido ante la falta de expectativas profesionales que les aporta el mundo de la bicicleta.

Yo creo que hay relevo generacional, el ciclismo español no corre el riesgo de perderse en el anonimato.


Recordemos tiempos pasados y disfrutemos mientras podamos.

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