domingo, 19 de novembro de 2017

LOS HOMBRES DE ORO DE LA TEMPORADA 2017 (Capitulo 1º)

Tom Dumouli alzando el trofeo conquistado en el Giro de Italia
Con el pots de esta semana, doy comienzo a una serie de tres capítulos en la que voy a repasar la trayectoria de los protagonistas que lograron la Medalla de Oro en esta temporada 2017 ya finalizada.
Dentro de este grupo y debido a lo que significo esta temporada ciclista, empezare por el ganador del Giro de Italia.
Para Tom Dumoulin, esta ha sido la temporada en la que los buenos augurios que el corredor holandés venia mostrando desde hace algunos años se hicieron realidad. La histórica victoria en el Giro de Italia del centenario posiblemente será el punto de inflexión para su carrera.
Desde la temporada 2015 el potencial de Tom Dumoulin comenzaba a mostrarse en la Vuelta a España. La derrota que le infringió un Fabio Aru más escalador y con mayor equipo en esa Vuelta fue quizá uno de los catalizadores del corredor que vimos esta temporada vistiendo el maillot del Sunweb, un equipo que a primera vista podría parecer insuficiente para las ambiciones del holandés.
El viaje épico de Tom Dumoulin esta temporada comenzó en el Tour de Abu Dhabi, carrera con la que algunos de los otros grandes nombres del pelotón iniciaron su temporada. Tom Dumoulin, que venía de una temporada 2016 satisfactoria, comenzaba a anunciar sus buenas condiciones con un tercer puesto en la única etapa montañosa de la carrera con llegada en Jebel Hafeet, ascensión en la que se mostró muy combativo pero al final fue superado por Rui Costa e Ilnur Zakarin.
Tras Abu Dhabi llegaba la temporada de clásicas, un terreno no muy fértil para el holandés debido a la fuerte competencia de los clasicómanos, pero que le valió para acumular kilómetros y ganar ritmo de competición de cara a otros objetivos mayores. Su mejor resultado en la primera parte del año fue el quinto puesto en la Strade Bianche, y su aparición en los kilómetros finales de la Milán-San Remo trabajando para Michael Matthews.
También en los primeros meses del año logro el sexto lugar en la general de la Tirreno-Adriático, carrera en la que obtuvo un segundo puesto de etapa en la segunda jornada, en la que cruzó la línea de meta por detrás de Geraint Thomas. La general de la carrera de los dos mares  finalmente fue para Nairo Quintana, pero Tom Dumoulin, a un minuto de diferencia del escarabajo colombiano, cerraba una muy buena actuación y confirmaba que venía con un buen estado de forma. No obstante, el gran objetivo de su año estaba marcado nada más y nada menos que la 100ª edición del Giro de Italia. Tom Dumoulin llegaba a las carreteras italianas con las credenciales de haber hecho buenos papeles en grandes vueltas en el pasado, sin embargo la opinión entre los aficionados se encontraba dividida entre aquellos que le auguraban buenos resultados y otros que no le veían mayor opción que victorias de etapa.
Tom Dumoulin veia en Nairo Quintana y Vincenzo Nibali a sus
dos maximos ribales en el Giro de Italia
Qué razón tenían los que apostaban por que tendría buenos resultados. El camino hacia la maglia rosa comenzó para él en la 9ª etapa, con llegada en el Blockhaus; hasta ese momento de la carrera no se habían marcado diferencias importantes entre los favoritos y el nerviosismo en el pelotón iba en crescendo conforme se acercaban las durísimas rampas del puerto final en las que Nairo Quintana iba a llevarse la victoria pero Dumoulin iba a confirmar su fortaleza como escalador al cruzar la línea tercero y ganando tiempo valioso sobre corredores que eran considerados más favoritos como Vincenzo Nibali, Ilnur Zakarin o Steven Kruijswijk.
El ciclista de Maastricht defendiendo los colores del Sunweb finalmente vería consumado su objetivo de vestirse de rosa al día siguiente tras una soberbia actuación en la contrarreloj de Montefalco en la que destruyó el tiempo de sus rivales. Quedaba claro que a pesar de sus buenas condiciones en la montaña, la fortaleza del holandés contra el cronómetro no había menguado ni un gramo, convirtiéndole en un rival de cuidado.
Pero la etapa que es seguramente la joya del año para el holandés bien puede ser la etapa 14ª con llegada al alto en Oropa, en la que se llevó la victoria del día y venciendo ni más ni menos que a algunos de los mejores escaladores del pelotón: Nairo Quintana, Vincenzo Nibali o Ilnur Zakarin, por decir unos nombres. Los aficionados presenciamos un verdadero despliegue de fuerza y sobretodo inteligencia por parte del holandés, quien más remontó una posición inicialmente desfavorable en la que cedía terreno, para finalmente llevarse la etapa. Este es el día en el que se confirmó su favoritismo para la victoria final en Milán y sobre todo el día en que el gallo del Sunweb dio el salto de calidad que venía augurando, pasando de un estilo defensivo a uno agresivo en lo que se refiere a terreno de montaña.
Su capacidad de manejar situaciones adversas encontraría su cúspide en la insólita etapa 16ª de este Giro, entre Rovetta y Bromio, el día del conocido incidente con la parada de emergencia que el holandés tuvo que realizar justo al inicio de la última ascensión del día. Sus rivales directos, Quintana y Nibali se limitarían a mantener su ritmo en un primer momento, aunque ya después se pondrían al ataque, dejando a Tom Dumoulin en una situación muy desventajosa en la que tuvo que invertir mucha energía para perseguir a sus rivales, y si bien no perdió la maglia rosa sí vio su ventaja disminuida dramáticamente.
Finalmente sus fuerzas en la montaña comenzarían a menguar en las últimas y durísimas etapas de los Alpes. No obstante, su gran clase en las cronos se terminaría imponiendo con holgura en la etapa final entre Monsa y Milán, en la que en tan sólo dos tercios del recorrido lograba recortar la ventaja que Nairo Quintana le había sacado en los últimos días de competición, para en línea de meta llevarse el Giro por 31 segundos.
Tom Dumoulin en acción
Tras la hazaña histórica de convertirse en el primer holandés en ganar el Giro de Italia, una serie de buenos resultados terminarían de cimentar una temporada genial de Dumoulin, comenzando con una buena actuación en la etapa de escalada de las Hammer Series, un evento que es más una curiosidad en el ciclismo, pero que no dejó de ser significativo por la habilidad de escalador que el holandés demostró. Y es que en su capacidad de conjugar su natural talento para el crono con su progreso como escalador está la clave para que Tom Dumoulin pueda convertirse en un futuro ganador de más grandes vueltas.
Su dominio del panorama mundial en lo que a contrarreloj se refiere quedó confirmado, primero, con la obtención del título de campeón nacional holandés contrarreloj obtenido en Junio, superando a Stef Clement por 24 segundos y al veterano Robert Gesink por 58.  Pero el verdadero reto que tenía que afrontar era el Campeonato del Mundo de la especialidad, en el que se llevó la Medalla de Oro con una ventaja incontestable de 57 segundos sobre el esloveno Primoz Roglic. Medalla de Oro y maillot arcoíris, que Tom Dumoulin lucirá durante las cronos que dispute la próxima temporada 2018 como recordatorio de su versatilidad y grandes condiciones en este tipo de etapas.
Entre el Campeonato Nacional de Holanda y el mundial de Maastrich aún pudo cosechar algunas buenas actuaciones, siendo la más relevante la victoria de la general en el Binck Bank Tour, que cimentó gracias a una gran actuación en la 6ª etapa, en la que fue segundo, justo por detrás del ganador del día Tim Wellens y tras haber hecho la última parte de la etapa los dos escapados. Otro buen resultado obtenido previo a los campeonatos del mundo fue su meritorio cuarto lugar en la Clásica San Sebastián, en la que el líder del Sunweb mostró la cara uniéndose al grupo perseguidor en los kilómetros finales, tras haber superado el siempre decisivo ascenso al Murgil. Tom Dumoulin y los que perseguían al final no tuvieron nada que decir frente a un gran Michal Kwiatkowski que ganaría la carrera, pero hicieron gala de buenas condiciones y de mucha entrega y eso es también de valorar.
Como se puede ver, esta ha sido una temporada de grandes avances en la carrera de un Tom Dumoulin que ahora, con su primera victoria en el Giro de Italia y muy motivado, sueña con conquistar otras grandes vueltas. A lo largo de este 2017 mostró, además de mucha calidad, tener los pies puestos sobre la tierra a la hora de manejar su recién adquirida condición de favorito, cualidades que le hacen ser uno de los corredores más populares del pelotón.

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