CRÓNICA DE LA PEÑA CICLISTA CHAMORRIANA

 Desde el 19 de marzo y gracias al clima que estamos disfrutando, la Peña Ciclista Chamorriana, dimos inicio a la temporada ciclista 2012.
La fuerza de este deporte surge cada fin de semana por estas carreteras, que gracias al buen tiempo primaveral reune a gran cantidad de aficionados de varios clubs de la zona que aireamos nuestras bicicletas para empezar a modo de aperitivo la puesta a punto intentando lograr superar nuestros retos en esta presente temporada.
Hasta ahora sólo hemos tenido alguna subidita, que no fueron un test serio pero que ya empezamos a ver cada uno nuestro estado de forma.
Hoy, después de estos días de Semana Santa pasados por agua, amaneció un día primaveral, con un fresco relativo de doce grados por la mañana y cielo casi todo azul, con alguna nube que evitaba que la temperatura subiese ¿qué más podíamos pedir?.
A las 10:00 en punto de la mañana, los caballeros de la Peña Ciclista Chamorriana, que siempre velan para que se salga en punto, ni un minuto más, ni un minuto menos, lo que me parece muy bien. Dan la salida el

 grupo de los que menos andamos. Me toca meter plato para intentar mantener el ritmo e ir resguardado en el grupo y así no quedarme descolgado. Parece que lo estoy consiguiendo sin mucho sacrificio a pesar de llevar una semana sin montar en bici. Después de casi una hora de pedaleo, los grupos de los más fuertes y que habían salido en intervalos de 10 minutos ya empezaron a cazarnos, unos siguieron a su ritmo saludándonos y otros prefirieron quedarse unos kilómetros haciendo más numeroso el pelotón. De todas formas el grupo A, B y C (terminología oficial), ya van por delante. Nuestro grupo, como ocurre siempre llegados a este punto, aceleran el ritmo. A estas alturas ya maldigo el calentón teniendo que continuar más fuerte de lo que me gustaría, quemando calorías que luego me harán falta.
Ya hay muchos nervios delante, que van estirando la grupeta, ellos sabrán por que, con lo que nos queda todavía.
El reaparecido Ignacio Gonzalez Grimal, que no necesita plato pequeño ¿para qué?, yo, a pesar de que

siempre sale en mi grupo nunca le vi usarlo. Va entre esos de cabeza que intentan la caza al tiempo que velan para que los abueletes no lleguemos fritos. En un momento de respiro miro a mí alrededor para ver si ya hay algún descolgado. No están Ramón Gromaz Otero ni Bernabe Espiñeira Lojo, ni las dos valientes chicas, Ana María Viralte Garcia y María Magdalena Manso Fortuna, también buenas rodadoras pero que los repechos y el acelerón, las obligaron a descolgarse.
La grupeta ahora es de siete, dispuestos a superar otra dificultad del día. A mucho que me equivoque el siguiente en quedarse descolgado será un servidor. Marcho agazapado como un zorro ante el temor a quedarme descolgado antes de tiempo.
Las hostilidades empiezan pronto, como está sucediendo últimamente. Ya habréis notado, que aunque estas salidas son teóricamente de cicloturismo, para gozar de la naturaleza, el aire libre y el paseo placentero, la realidad es que a la gente le va la marcha y la cosa termina pareciéndose a una carrera.
Pero, en fin, aprovecho el rebufo de los generosos y el llano intermedio llegando arriba a casi 160 pulsaciones.
La última subida antes del avituallamiento y reposo del guerrero en el Bar Miraflores, las piernas del que suscribe a pesar de meter el 39X28 ya no pueden más, metro a metro se me van, se me hace interminable el puertito, degustando la soledad del corredor de fondo y siguiendo los cánones masoquistas de la bicicleta, que ya se sabe que es sufrir.
Después del descanso y reagrupamiento el retorno es como siempre, intentando conservar las pocas fuerzas que aun me quedan para poder superar las rampas a la Zapateira.
Sin nada más que añadir, contento de haber hecho otra machada, en un día agradable de primavera y haber regresado tranquilamente a casa.
Los BTTeros, ya participarón en nueve pruebas del calendario gallego y los Júnior en una.
Faltan escuelas, faltan instituciones que proyecten una imagen decente de este deporte. Pero lo que nunca se echa de menos es ese empuje contra la lógica que sitúa al ciclismo, a pesar de todos los pesares, en un puesto privilegiado en las preferencias de los españoles.
Ante semejante evidencia, sorprende que la proliferación de canales de TDT, la mayoría de ellos repletos de repeticiones insufribles y baratas, con anuncios y más anuncios, le hayan dado la espalda al ciclismo.