La tortura de la ascensión al Mirador de O Ézaro. |
En estos cinco días de competición en Galicia, podremos ver una antología del ciclismo en toda su extensión: con una contrarreloj, previsibles llegadas al sprint, puertos de montaña y la sorpresa de O Ézaro con esas pendientes casi imposibles y con el Olimpo de los Celtas de fondo como testigo mudo al paso de los ciclistas. Ya veremos quien aguanta mejor los latigazos.
Hoy quiero comentar la 12ª etapa que se disputara el 30 de agosto entre Vilagarcia y el Mirador de O Ézaro en Dumbria, municipio de la provincia de A Coruña y que pertenece a la Comarca de Finisterre.
En este ayuntamiento encontramos uno de los lugares más singulares y bellos de toda la Costa da Morte.
José M. Pequeño, alcalde de Dumbria, con Pedro Delgado en la presentación de la 12ª etapa: Vilagarcia- Mirador del Ézaro. |
Los 185 kilómetros, con salida en Vilagarcia y llegada en O Ézaro son los que más llaman la atención, por el espectacular paisaje y por los dos mil metros finales, de pura escalada hasta el Mirador, con desniveles que rozan hasta el 30% en algunos tramos y que se mantienen, durante todo ese recorrido, casi siempre por encima del 14%. Una autentica tortura para las piernas de los ciclistas que no tendrán fuerzas para disfrutar del paisaje. Pasando a ser una de las etapas más complicadas del recorrido de esta edición de la Vuelta 2012.
Álbaro Pino ganador de la Vuelta Ciclista a España 1986. |
(Son porcentajes muy duros, un final explosivo, del estilo del Xorret de Catí, pero con más dureza), opina Álbaro Pino, que en el año 2007 entrenó al Karpin Galicia en esa zona. El mítico ciclista gallego ganador de la Vuelta de 1986, cree que en esta meta un buen escalador puede perder entre 40 segundos y un minuto fácilmente.
También cree que es una etapa que se adapta más a perfiles como los de Alejandro Valverde o Purito Rodríguez que a los de escaladores puros. Quien la cruce primero tendrá que sudar. (por lo que vi, no hay desnivel igual), dice Álbaro Pino.
Además, la subida se estrecha, hasta convertirse en un auténtico cuello de botella que partirá al pelotón en numerosos grupos.
Aunque la llegada a O Ézaro pasa por ser la más dura de esta Vuelta Ciclista a España, el resto de las metas gallegas no serán tampoco un camino de rosas para los ciclistas que participen en esta edición.
Para llegar a O Caurel en la última etapa del recorrido gallego, los ciclistas tendrán que subir cinco puertos de montaña. O Ézaro y el Courel son las dos llegadas en alto de la carrera en Galicia. Habrá diez en un trazado que recorrerá el norte de España y que favorece claramente a los escaladores.
Pero la realidad puede que sea otra y la propia carretera pondrá a cada ciclista en su lugar.
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