LA LEY DEL TOUR DE FRANCIA Primera semana ingrata para los ciclistas españoles, debido a las caídas, golpes y heridas. |
Con
las ausencias de los dos últimos animadores del Tour de Francia y la
del nuevo ídolo español Joaquim “Purito” Rodríguez arrancaba
el pasado 30 de junio un Tour de Francia que promete emociones
intensas.
Edición
tras edición, la semana inicial de esta carrera es una prueba de
supervivencia. Las caídas son inevitables en el ciclismo, pero en el
caso del Tour de Francia se multiplican. Los mejores ciclistas del
mundo llegan a la mejor carrera del mundo en su mejor momento de
forma. Todos están fuertes y todos quieren rodar delante, pero el
problema es que delante no caben todos.
Lo
vimos el año pasado, cuando en esa primera semana y por motivos de
las caídas, los golpes y las heridas, la carrera corto las alas a
varios aspirantes: Brajkovic, Klöden, Van den Broeck, Vinokourov,
Wiggins… Por eso, cuando se escucha a los ciclistas después de
cruzar la meta aquello de que “hemos
superado otro día sin incidentes”,
se entiende el significado de sus declaraciones.
Llegar
intacto a la montaña ya es un premio gordo. La falta de un líder
indiscutible provoca una pugna abierta y cruel por la imposición de
la primacía.
Demasiados
candidatos a un podio más accesible. Estamos en el año de las
sorpresas (que se lo digan a Ryder Hesjedal).
El
Tour de Francia, proclive a los imprevistos y a la ruptura de
pronósticos, comenzó en Lieja una carrera con amplia nómina de
candidatos experimentados y en el inicio de la cuenta atrás de sus
respectivas trayectorias profesionales. Alejandro Valverde (32 años),
Bradley Wiggins (32), Cadel Evans (35), Ryder Hesjedal (31) y Samuel
Sánchez (34). Todos sobrepasan la treintena, motivo por lo que este
año no quieren desaprovechar la oportunidad. Pero gracias a los
nuevos tiempos, la preparación sofisticada y el avance de la
medicina, estos ciclistas treintañeros lucharan codo a codo con los
jóvenes aspirantes a inesperados ganadores como: Bouke Mollena (25
años), Christopher Froome (27), Pierre Rolland (25), Robert Gesink
(26), Van den Broeck (29) o Vicenzo Nibali (27), ya ganador de una
Vuelta a España.
Una
carrera sin dueño, de sobresaltos constantes, propicia para los
contrarrelojistas. El mejor situado es Bradley Wiggins, que tendrá
más de 100 kilómetros para demostrar su talento y clase en la lucha
contra el crono.
Después
de verle ayer en el primer final en alto donde su equipo el Sky
deslumbró por el ritmo que marcaba su compañero Chris Froome y ante
el cual tuvieron que ceder Cadel Evans y el propio Bradley Wiggins
que se convierte en el nuevo líder de este Tour de Francia.
Bradley
Wiggins, es elegante, ambicioso y cuenta con un gran equipo. Su
hándicap es que lleva toda la temporada a un altísimo nivel y
mantener ese ritmo hasta el final del Tour es dificilísimo. Cadel
Evans, ha ido de menos a más, ha cambiado la estrategia y ya no
espera a atacar en los últimos metros. Tiene experiencia y confianza
para lograr su segunda victoria consecutiva. Su punto fuerte es la
alta montaña, precisamente donde flaquea el británico.
Después de la
escabechina el sábado del equipo Sky, las opciones de los españoles
se reduce. Alejandro Valverde que el viernes perdió dos minutos en
una montonera y el sábado volvió a perder más de dos minutos por
un pinchazo justo cuando comenzaba el puerto y el Sky tiraba a
bloque, hoy en la caída de Samu también se vio involucrado aunque
pudo continuar, se encuentra ahora a 6:45 del líder, por lo que
tendrá que replantearse sus objetivos. Lo mismo que Samuel Sánchez,
que el sábado cedió minuto y medio y se encontraba a 2:02 de
Wiggins. Reconocia que el pódium de Paris se complica, pero matizó
que “la
esperanza no se pierde nunca”.
“El
año pasado en la cuarta etapa tenia ya tres minutos perdidos, este
año estoy a dos y pico, el Tour es muy largo”.
Hoy a falta de 100 kilómetros de meta en una nueva caída, tubo que
ser trasladado en camilla a un centro hospitalario, donde las pruebas
radiológicas le detectaron fractura de metacarpo en la mano derecha
y una fuerte contusión en la clavícula izquierda. La excepción la
vuelve a poner Haimar Zubeldia, un curtido y veterano ciclista que de
momento pasó los percances indemne a pesar de opinar que: “No
tenemos carretera para todos”
es quinto en la general a 59 segundos.
Peor
suerte corrieron José Joaquin Rojas, Gorka Verdugo, Amets Txurruka,
Mikel Astarloza, José Iván Gutiérrez, Imanol Erviti, Óscar
Freire y Samuel Sánchez que tuvieron que abandonar por las lesiones
sufridas en las caídas.
El
Tour es una carrera de eliminación, con contratiempos permanentes,
donde vencen los que gestionan inteligentemente sus energías y no
pierden la concentración durante tres semanas.
En
fin, la vida es así. El Tour de Francia también es así.
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