INDIGNANTE SENTENCIA DEL JUICIO DE LA O. P.

UNA JUSTICIA INJUSTA Y SUAVE CON EL DOPAJE

Después de la expectación y atención por parte de medio mundo, con la indignante y grotesca sentencia, siguen lloviendo las críticas porque todos creen que las penas impuestas son leves.
Efectivamente, la justicia fue suave y el veredicto escaso. Una vergüenza y una demostración de la nula autoridad de los jueces españoles.
¿Qué esperanzas hay para la lucha antidopaje si la misma justicia la obstaculiza?, fueron las únicas líneas que el Daily Mirror le dedicó, pero que fueron bastante elocuentes.
Un encubrimiento del deporte español que cuestiona la legitimidad del deporte en nuestro país. Esta sentencia ni ayuda a la imagen de España, ni al ciclismo, porque genera frustración saber que hay ciclistas que han hecho trampas y que esta jueza no quiere facilitar su identificación.
Pero, no estamos en el punto final de la Operación Puerto, ya que todavía hay que resolver los recursos en la Audiencia Provincial de Madrid y posteriormente si procediera los del Supremo, un año o más de espera para que al final seguramente sigamos sin identificar oficialmente a nadie.
Mientras tanto, Philippe Gaumont, aquel ciclista que ya antes de surgir la Operación Puerto ya hablaba de transfusiones de sangre y del consumo reiterado de sustancias, está en coma tras sufrir un ataque cardíaco. Solo tiene 40 años de vida y que en estos momentos está luchando por salvarla. Vidas y muertes dramáticas como la de Chava Jiménez, Frank Vandenbroucke o Marco Pantani. El consumo de sustancias dopantes, crea adicción de todo tipo y conduce a otros hábitos, ahí están los casos de Chava, Pantani, Vandenbroucke o el propio Gaumont. La pena es que todos lo saben y son conscientes del riesgo que conlleva, y aun así, arriesgan su vida por el éxito.
Pero yo sigo pensando que el ciclismo actual está más limpio, creíble e íntegro que el de antes, quiero ser optimista, porque pienso que a pesar de los ejemplos expuestos, ahora estamos mejor.