Para
Robert Marchand, este joven con años, la edad no ha hecho que reduzca su ritmo
sobre la bicicleta, representando lo que muchos queremos ser de mayores. A sus
102 años y recientes estudios sobre su estado físico reflejaron que sus parámetros
podrían compararse perfectamente con los de una persona deportista de unos 55
años.
Este francés nacido tres años antes del comienzo de la Primera Guerra Mundial, batió su propio record para centenarios, que en un velódromo de Lyon había impuesto hace dos años, con un registro de 24 kilómetros y 251 metros en una hora. No contento con este logro, durante estos dos últimos años siguiendo un plan de entrenamiento y nutrición con especialistas consiguieron mejorar su rendimiento lo que le ha hecho plantearse afrontar un nuevo record.
Después de mejorar su VO2 max y su potencia, prohibiéndosele que superara las 110 pulsaciones por minuto, este fenómeno de la naturaleza en medio de una gran expectación mediática el pasado 31 de enero en el velódromo de Saint-Quentin, Yvelines, a las afueras de París, con 102 años lograba hacer 26 kilómetros y 72 metros en una hora, rompiendo su propia marca mundial en la categoría de 100 o más años.
Este joven con años, acostumbrado a superar metas, que fue bombero de París, boxeador y leñador retirado, tiene además desde el 2002, el record de su categoría en la distancia de 100 kilómetros, con un tiempo de cuatro horas, 17 minutos y 27 segundos, asegura que trata de pedalear todos los días “siempre que el tiempo lo permita” y que instalado en una sana rutina, con una dieta muy abundante en frutas y verduras, y el movimiento continuo, le mantienen en este excelente estado.
El ciclista recibió una cerrada ovación siendo rodeado de fotógrafos al llegar a la meta. Después de ser ayudado por dos asistentes, visiblemente fatigado pero sonriente alzó los brazos, afirmando: “¡Fue muy bueno, pero al final empezó a hacerse muy difícil!”, “de no ser por el apoyo del público no lo habría podido lograr”, “¡hay gente que viajó 600 kilómetros para verme!. Es increíble. Es todo lo que puedo decir!”.
Después de estas declaraciones a la prensa, fue requerido para pasar el pertinente control antidopaje, puesto que su plusmarca está homologada por la Unión Ciclista Internacional.
El propio ciclista advertía que no tenía ninguna inquietud al respeto, puesto que solo come miel antes de la prueba. “Mi único dopaje es una cuchara de miel en el bidón de agua” decía entre bromas antes de pasar ese control.
Robert Marchand mide 1,50 metros y pesa 50 Kilos, medidas que le impedirían convertirse en ciclista profesional cuando tenía 20 años, en 1998, participó en su primera ruta ciclista de largo recorrido a los 86 años.
La demostración de Robert Marchand demuestra definitivamente que la edad es un estado mental.
Sus hazañas, son un aliciente para que nos motivemos a seguir sus pasos.
El veterano ciclista da un ejemplo de vida y un ejemplo a seguir.
Yo, personalmente firmaba ahora mismo para llegar a su edad y hacer la mitad.
Este francés nacido tres años antes del comienzo de la Primera Guerra Mundial, batió su propio record para centenarios, que en un velódromo de Lyon había impuesto hace dos años, con un registro de 24 kilómetros y 251 metros en una hora. No contento con este logro, durante estos dos últimos años siguiendo un plan de entrenamiento y nutrición con especialistas consiguieron mejorar su rendimiento lo que le ha hecho plantearse afrontar un nuevo record.
Después de mejorar su VO2 max y su potencia, prohibiéndosele que superara las 110 pulsaciones por minuto, este fenómeno de la naturaleza en medio de una gran expectación mediática el pasado 31 de enero en el velódromo de Saint-Quentin, Yvelines, a las afueras de París, con 102 años lograba hacer 26 kilómetros y 72 metros en una hora, rompiendo su propia marca mundial en la categoría de 100 o más años.
Este joven con años, acostumbrado a superar metas, que fue bombero de París, boxeador y leñador retirado, tiene además desde el 2002, el record de su categoría en la distancia de 100 kilómetros, con un tiempo de cuatro horas, 17 minutos y 27 segundos, asegura que trata de pedalear todos los días “siempre que el tiempo lo permita” y que instalado en una sana rutina, con una dieta muy abundante en frutas y verduras, y el movimiento continuo, le mantienen en este excelente estado.
El ciclista recibió una cerrada ovación siendo rodeado de fotógrafos al llegar a la meta. Después de ser ayudado por dos asistentes, visiblemente fatigado pero sonriente alzó los brazos, afirmando: “¡Fue muy bueno, pero al final empezó a hacerse muy difícil!”, “de no ser por el apoyo del público no lo habría podido lograr”, “¡hay gente que viajó 600 kilómetros para verme!. Es increíble. Es todo lo que puedo decir!”.
Después de estas declaraciones a la prensa, fue requerido para pasar el pertinente control antidopaje, puesto que su plusmarca está homologada por la Unión Ciclista Internacional.
El propio ciclista advertía que no tenía ninguna inquietud al respeto, puesto que solo come miel antes de la prueba. “Mi único dopaje es una cuchara de miel en el bidón de agua” decía entre bromas antes de pasar ese control.
Robert Marchand mide 1,50 metros y pesa 50 Kilos, medidas que le impedirían convertirse en ciclista profesional cuando tenía 20 años, en 1998, participó en su primera ruta ciclista de largo recorrido a los 86 años.
La demostración de Robert Marchand demuestra definitivamente que la edad es un estado mental.
Sus hazañas, son un aliciente para que nos motivemos a seguir sus pasos.
El veterano ciclista da un ejemplo de vida y un ejemplo a seguir.
Yo, personalmente firmaba ahora mismo para llegar a su edad y hacer la mitad.
Desde ya, la foto de Robert Marchand
preside mi sala de trofeos.
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