Michal Kwiattkowski celebrando su victoria en el Mundial de Ponferrada |
Hoy con la disputa de la prueba de fondo en
carretera élite masculina se puso el fin de fiesta a los Mundiales de Ciclismo
Ponferrada 2014. En la prueba reina del Mundial, el espectáculo y la emoción
estuvieron garantizados, ya que el trazado fue exigente y todos los candidatos
tenían muchísimo nivel. Todos ellos aspiraban a conseguir el preciado maillot
arcoíris, pero tan solo uno pudo tocar la gloria.
Las grandes estrellas de este deporte lucharon codo con codo para conseguir ese prestigioso maillot arcoíris que buscaba a su dueño y que acreditaba al campeón del mundo de la especialidad. La recompensa fue enorme para Michal Kwiatkowski que con un ataque a falta de siete kilómetros para el final jugó su baza, a la cual nadie pudo responderle, consiguiendo ser el vencedor que lucirá orgulloso el maillot arcoíris durante toda la temporada 2015.
En un trazado completo y abierto para un abanico importante de ciclistas. Los 254,8 kilómetros de recorrido por los alrededores de la ciudad de Ponferrada tuvieron en la acumulación de kilómetros la mayor dificultad. Las subidas, las bajadas y el llano elaboraron un menú completo que dio la oportunidad del lucimiento a varias selecciones, en esta carrera que es diferente a las demás, totalmente abierta a las sorpresas, con ese trazado exigente, aunque no demasiado selectivo y con un circuito que no era para escaladores, pero tampoco para velocistas puros.
Los ciclistas se encuentran
en la parte final de la temporada 2014 y todos los sobresfuerzos se podían
pagar. Tan solo un ciclista entero y con capacidad de resistencia triunfo en el exigente trazado de
Ponferrada 2014.
Los candidatos a vestir el
maillot arcoíris en Ponferrada eran muchos y muy variados pero gracias al gran
trabajo del equipo polaco Michal Kwiatkowski logro rematar en una jornada dominada
por la adversa climatología. Una fina y persistente lluvia castigó a unos
ciclistas que no arriesgaron en la primera parte de la carrera ya que la
corrieron a ritmo cicloturista con cuatro escapados: el croata Matija Kvasinas,
el ucraniano Oleksandr Polivoda, el colombiano Carlos Quintero y el lituano Zydrunas
Savickas que llegaron a conseguir una ventaja superior a los 15 minutos.
El pelotón durante la carrera en linea de la elite masculina del Campeonato del Mundo de Ponferrada |
Las selecciones más
poderosas no se inquietaron, dejando que los fugados se fueran madurando a
fuego lento, para volcarse en el tramo decisivo de la carrera.
El trabajo de las
selecciones en el endurecimiento de la carrera también fue clave. Ante un
recorrido de resolución incierta y ante tal abanico de excelentes ciclistas que
estaban en carrera, los polacos ejercieron el control, apretando para reducir
la distancia y limpiar el camino a su líder Michal Kwiatkowski. A falta de cuatro vueltas para la conclusión, los
italianos asumieron la responsabilidad, igual que los españoles, alemanes o
australianos.
Los numerosos aficionados al ciclismo
disfrutaron de un acontecimiento sin igual, con una mayor afluencia en las
rampas del Castillo de los Templarios, una de las fortalezas europeas más
grandes y mejor conservadas que está ubicado en un talud sobre el rio Sil. Para
ver el paso de los ciclistas, vimos grupos de belgas disfrazados de romanos,
holandeses con larguísimos gorros naranja o alemanes con maillots arco iris que
nos hacían recordar las leyendas y relatos medievales que despiertan la imaginación
de todo aquel que visita la majestuosa belleza pétrea del Castillo, que durante
toda esta semana presidio las carreras que se disputaron, ante la mirada
concentrada de unos ciclistas que mayoritariamente rodaban agrupados en un
pelotón insaciable, devorador de escapados y maltratador de integrantes, sin
importarle los galones. El último ganador del Tour, Vincenzo Nibali, sufrio un
pequeño percance antes del comienzo de la cuarta vuelta.
El Mundial de Ciclismo de
fondo en carretera es un desafío al desgaste físico y psicológico, por eso los
favoritos se protegieron en el seno del pelotón
mostrando solamente sus garras en los últimos kilómetros.
Los primeros 150 kilómetros
los hicieron sin presión, evadiéndose psicológicamente, después de los 185, el
cambio de ritmo de los italianos, encabezados por Nibali y Fabio Aru,
zarandearon al aletargado pelotón que hizo que los fugados fueran neutralizados
a falta de cuatro vueltas, cuando la lluvia arreciaba con fuerza. A los
italianos no les quedaba otra opción que hacer la vendimia, ya que la uva del bierzo
ya estaba madura y ellos carecían de llegadores con garantías de éxito.
Kwiatkwowski y Valverde se felicitan por sus medallas |
Ese acelerón a falta de 60
kilómetros a meta, hizo despertar a Purito Rodríguez y Alejando Valverde, que
no tardaron en conectar con el grupito de Michael Albasini, Fabio Aru, Peter Kennaugh,
Giovanni Visconti y Tim Wellens. Un ataque suicida que alteró los nervios de
los velocistas. A partir de ese momento, las escaramuzas fueron constantes, con
el alemán Tony Martin, el belga Sep Vanmarcke, el británico Kennaugh, el
bielorruso Vasil Kiryenka, el italiano De Marchi o Visconti.
Pero el guion lo rompió Kwiatkowski
un poco antes del punto donde todos sabían que había que atacar. Ese punto era
el último repecho del Mirador a falta de 5 kilómetros. Precisamente ahí fue
donde Purito rompe el grupo de los gallos con una arrancada a la que luego dio
continuidad Valverde junto a varios candidatos, pero ya Kwiatkowski había
enlazado con los cuatro escapados: De Marchi, Cyril Gautier, Kiryenka y Valga
Andersen, tomo un poco de aire y se marchó en solitario, aguantando en cabeza y
coronándose Campeón del Mundo.
La selección de Polonia había
apostado por él desde el principio. De hecho, fue el primer equipo que tomó la
cabeza para neutralizar la escapada inicial.
En lucha por la plata, Simon
Gerrans batió al sprint a Valverde, que logró su tercer bronce consecutivo,
aumentando su colección de medallas a seis: dos platas (2003 y 2005) y cuatro
bronces (2006, 2012, 2013 y 2014).
Esta fue la séptima ocasión
en la que España disfruta de la cita mundialista, después de Lasarte en 1965, Barcelona en 1973 y 1984,
Benidorm en 1992), San Sebastián en 1997
y Madrid en 2005.
El Mundial de Ponferrada 2014 tuvo
un fin de fiesta tremendo y un cierre más que emocionante.
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