domingo, 28 de setembro de 2014

MUNDIAL DE CICLISMO PONFERRADA 2014

Michal Kwiattkowski celebrando su victoria en el Mundial
de Ponferrada
Hoy con la disputa de la prueba de fondo en carretera élite masculina se puso el fin de fiesta a los Mundiales de Ciclismo Ponferrada 2014. En la prueba reina del Mundial, el espectáculo y la emoción estuvieron garantizados, ya que el trazado fue exigente y todos los candidatos tenían muchísimo nivel. Todos ellos aspiraban a conseguir el preciado maillot arcoíris, pero tan solo uno pudo tocar la gloria.

Las grandes estrellas de este deporte lucharon codo con codo para conseguir ese prestigioso maillot arcoíris que buscaba a su dueño y que acreditaba al campeón del mundo de la especialidad. La recompensa fue enorme para Michal Kwiatkowski que con un ataque a falta de siete kilómetros para el final jugó su baza, a la cual nadie pudo responderle, consiguiendo ser el vencedor que lucirá orgulloso el maillot arcoíris durante toda la temporada 2015. 

En un trazado completo y abierto para un abanico importante de ciclistas. Los 254,8 kilómetros de recorrido por los alrededores de la ciudad de Ponferrada tuvieron en la acumulación de kilómetros la mayor dificultad. Las subidas, las bajadas y el llano elaboraron un menú completo que dio la oportunidad del lucimiento a varias selecciones, en esta carrera que es diferente a las demás, totalmente abierta a las sorpresas, con ese trazado exigente, aunque no demasiado selectivo y con un circuito que no era para escaladores, pero tampoco para velocistas puros.

Los ciclistas se encuentran en la parte final de la temporada 2014 y todos los sobresfuerzos se podían pagar. Tan solo un ciclista entero y con capacidad de resistencia triunfo en el exigente trazado de Ponferrada 2014.

Los candidatos a vestir el maillot arcoíris en Ponferrada eran muchos y muy variados pero gracias al gran trabajo del equipo polaco Michal Kwiatkowski logro rematar en una jornada dominada por la adversa climatología. Una fina y persistente lluvia castigó a unos ciclistas que no arriesgaron en la primera parte de la carrera ya que la corrieron a ritmo cicloturista con cuatro escapados: el croata Matija Kvasinas, el ucraniano Oleksandr Polivoda, el colombiano Carlos Quintero y el lituano Zydrunas Savickas que llegaron a conseguir una ventaja superior a los 15 minutos.

El pelotón durante la carrera en linea de la elite masculina
del Campeonato del Mundo de Ponferrada
Las selecciones más poderosas no se inquietaron, dejando que los fugados se fueran madurando a fuego lento, para volcarse en el tramo decisivo de la carrera.

El trabajo de las selecciones en el endurecimiento de la carrera también fue clave. Ante un recorrido de resolución incierta y ante tal abanico de excelentes ciclistas que estaban en carrera, los polacos ejercieron el control, apretando para reducir la distancia y limpiar el camino a su líder Michal Kwiatkowski. A falta de  cuatro vueltas para la conclusión, los italianos asumieron la responsabilidad, igual que los españoles, alemanes o australianos.

 Los numerosos aficionados al ciclismo disfrutaron de un acontecimiento sin igual, con una mayor afluencia en las rampas del Castillo de los Templarios, una de las fortalezas europeas más grandes y mejor conservadas que está ubicado en un talud sobre el rio Sil. Para ver el paso de los ciclistas, vimos grupos de belgas disfrazados de romanos, holandeses con larguísimos gorros naranja o alemanes con maillots arco iris que nos hacían recordar las leyendas y relatos medievales que despiertan la imaginación de todo aquel que visita la majestuosa belleza pétrea del Castillo, que durante toda esta semana presidio las carreras que se disputaron, ante la mirada concentrada de unos ciclistas que mayoritariamente rodaban agrupados en un pelotón insaciable, devorador de escapados y maltratador de integrantes, sin importarle los galones. El último ganador del Tour, Vincenzo Nibali, sufrio un pequeño percance antes del comienzo de la cuarta vuelta.

El Mundial de Ciclismo de fondo en carretera es un desafío al desgaste físico y psicológico, por eso los favoritos se protegieron en el seno del pelotón  mostrando solamente sus garras en los últimos kilómetros.

Los primeros 150 kilómetros los hicieron sin presión, evadiéndose psicológicamente, después de los 185, el cambio de ritmo de los italianos, encabezados por Nibali y Fabio Aru, zarandearon al aletargado pelotón que hizo que los fugados fueran neutralizados a falta de cuatro vueltas, cuando la lluvia arreciaba con fuerza. A los italianos no les quedaba otra opción que hacer la vendimia, ya que la uva del bierzo ya estaba madura y ellos carecían de llegadores con garantías de éxito.

Kwiatkwowski y Valverde se felicitan por sus medallas
Ese acelerón a falta de 60 kilómetros a meta, hizo despertar a Purito Rodríguez y Alejando Valverde, que no tardaron en conectar con el grupito de Michael Albasini, Fabio Aru, Peter Kennaugh, Giovanni Visconti y Tim Wellens. Un ataque suicida que alteró los nervios de los velocistas. A partir de ese momento, las escaramuzas fueron constantes, con el alemán Tony Martin, el belga Sep Vanmarcke, el británico Kennaugh, el bielorruso Vasil Kiryenka, el italiano De Marchi o Visconti.

Pero el guion lo rompió Kwiatkowski un poco antes del punto donde todos sabían que había que atacar. Ese punto era el último repecho del Mirador a falta de 5 kilómetros. Precisamente ahí fue donde Purito rompe el grupo de los gallos con una arrancada a la que luego dio continuidad Valverde junto a varios candidatos, pero ya Kwiatkowski había enlazado con los cuatro escapados: De Marchi, Cyril Gautier, Kiryenka y Valga Andersen, tomo un poco de aire y se marchó en solitario, aguantando en cabeza y coronándose Campeón del Mundo.

La selección de Polonia había apostado por él desde el principio. De hecho, fue el primer equipo que tomó la cabeza para neutralizar la escapada inicial.

En lucha por la plata, Simon Gerrans batió al sprint a Valverde, que logró su tercer bronce consecutivo, aumentando su colección de medallas a seis: dos platas (2003 y 2005) y cuatro bronces (2006, 2012, 2013 y 2014).

Esta fue la séptima ocasión en la que España disfruta de la cita mundialista, después de Lasarte  en 1965, Barcelona en 1973 y 1984, Benidorm  en 1992), San Sebastián en 1997 y Madrid en 2005.

El Mundial de Ponferrada 2014 tuvo un fin de fiesta tremendo y un cierre más que emocionante.

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