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LUIS LEÓN SÁNCHEZ |
Durante la semana que hoy termina, se estuvo
disputando la Vuelta al País Vasco.
Llegaba esta prueba vasca con otro duelo
Contador-Nairo Quintana y con la atenta mirada de algunos de los principales
gallos en sus equipos como son: Bauke Mollema, Dan Martín, Fabio Aru, Mikel
Landa y Purito Rodríguez. Participantes de auténtico lujo, que unido a que las
carreteras estuvieron siempre llenas de aficionados que acudieron con la
ilusión de volver a vivir un duelo entre los máximos favoritos a ganar el
próximo Tour de Francia y el espectacular recorrido de este año hacen que la
Vuelta al País Vasco nunca defraude.
El lunes 4 se daba el pistoletazo de salida a
la 1ª etapa de 144 kilómetros y ocho puertos en total entre Etxebarria y
Markina-Xemein. Clásica etapa con nervios, movida y en la que el Pistolero de
Pinto reto dos veces a sus rivales para probar cómo iba el personal. Los dos
intentos de Contador fueron en las dos ascensiones finales a Ixua y Aiastia,
poniendo al pelotón en fila india y haciendo que el escarabajo colombiano activara
el radar, lo mismo que al resto de favoritos.
El día se presento lluvioso al principio,
como estaba anunciado, pero luego apareció el sol que seco el asfalto e hizo
que Luis León Sánchez jugase perfectamente sus bazas para anotarse la victoria
superando al sprint al asturiano Dani Navarro tras protagonizar los dos una
escapada en el descenso del puerto de San Miguel. El pelotón principal
comandado por Simon Gerrans, finalmente, llegó con el mismo tiempo. Luisle se
colocaba como primer líder de la prueba vasca.
Segundo triunfo de la temporada para el
ciclista del Astana tras el conseguido en la segunda etapa de la Vuelta al
Algarve (Portugal) que también le colocaba como líder pero una caída en la
contrarreloj hizo que tuviera que abandonar.
La segunda etapa entre Markina-Xemein y
Garrastatxu de 174,3 kilómetros y con la emboscada en Amurrio fue el primer
final en alto y primera encerrona en esta Vuelta al País Vaco. Un puerto de
segunda categoría corto (2,7 km), pero muy exigente al 11,6% de media, una
autentica pared que no defraudo y donde Mikel Landa que llegaba con ganas e
ilusión a su casa natal, conseguía dar el do de pecho por delante de los
máximos favoritos. Fue el más listo de la clase, nadie pudo seguirle y terminó
sumando una victoria muy buena a nivel anímico cara al Giro de Italia y con sin
apenas días de competición, además de tener en carrera a Aru, Contador, Nairo,
y un sinfín más de favoritos.
La etapa fue muy dura, con frio, agua, muchos
nervios por una llegada inédita y las metas volantes de Amurrio suspendidas por
haber aceite en la carretera.
A nueve kilómetros, el Pistolero de Pinto,
solo ante el peligro, cabalgaba comiéndose el viento, algo inusual en un
ciclista al que siempre le gusta moverse con alguien de confianza. El líder,
Luisle, ya se había quedado. La fuerza en las piernas de Mikel Landa aumentaron,
sacando 11 segundos a Contador, 15 a Nairo y Purito y algunos más a un reguero
de ciclistas que fueron entrando en la meta junto a la ermita de Garrastatxu
El Sky demostró en esta etapa que estaba muy
fuerte, en teoría Sergio Henao seguía siendo el líder para llevarse esta
Vuelta, después de subirse al podio en varias ocasiones y rozar la txapela. Después
de esta segunda etapa, Landa era líder y tercero Henao, puestos de honor que
les daban una gran motivación para
luchar por la victoria en la clasificación general final.
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MIKEL LANDA |
El miércoles 6 se corrió la 3ª etapa entre
Vitoria y Gasteiz-Lesaka de 193,5 kilómetros, la más larga de esta 56ª Vuelta
al País Vasco, presentaba de nuevo un perfil quebrado con cinco cotas
puntuables, tres de ellas encadenadas en los últimos 40 kilómetros.
El sol y el buen tiempo hizo acto de
presencia, en otra etapa movida, con nervios, final explosivo y con mil
arrebatos del pelotón.
Comenzaba la etapa con el pelotón tranquilo,
dejando que se formase una fuga que
protagonizaron: Blel Kadri, Daniel Teklehaimanot, Domingos Gonçanves, Sam Oomen
y Stefan Denifl, cuya ventaja llegó a ser de hasta cinco minutos respecto al
pelotón. Según pasaban los kilómetros, la diferencia fue bajando
paulatinamente, siendo de menos de un minuto al iniciar el ascenso a
Aritxulequi, antepenúltimo puerto de la etapa a 40 kilómetros de meta.
Control en todo momento de los hombres del
Sky y del Orica-GreenEdge. Hasta el líder Mikel Landa se puso a tirar
endureciendo el ritmo, lo que hizo que los escapados fueran cazados.
Los equipos jugaron al catenaccio, para no
perder lo que habían ganado. Nadie arriesgo ni siquiera cuando pinchó Nairo
Quintana después de coronar Uitzi.
Fue una etapa larga y sinuosa en la que nadie
se movió, apuntándose todos a seguir como estaban, ya llegarían días mejores.
A un kilómetro de meta y cuando el pelotón se
acercaba a la meta preparando el sprint final, el incombustible Stephen
Cummings a sus 35 años demostró que nada es imposible, sorprendiendo con un
potente ataque que nadie supo responder, superando al pelotón cuando arreaban
los equipos para el sprint final. Simón Gerrans fue segundo y Fabio Felline
tercero. Mikel Landa mantuvo el liderato sin problemas pese a un tímido ataque
de Thibaut Pinot en el último puerto.
La 4ª etapa entre Lesaka y Orio de 165 kilómetros
sobre el papel parecía más fácil de lo que en realidad fue. Con la subida a
Jaizkibel en la primera parte de la etapa y una doble subida a Aia, una por la
parte más suave y la otra por la más dura, que fue cuando los favoritos
empezaron a moverse en sus duras rampas, Sergio Henao lanzo un potente ataque
que nadie supo responder, yendo a por
los ciclistas que quedaban de la fuga, detrás el Pistolero de Pinto y el
escarabajo Quintana intentaban conectar con Henao, lográndolo cerca de coronar,
el resto de favoritos lo hicieron en el descenso.
Reagrupados de nuevo todos los favoritos en
el inicio de una corta subida no puntuable a dos kilómetros de la llegada, el
Pistolero espoleo su montura, Samu también ataco, metió plato, apretó los
dientes y exprimió los pedales. Ambos ataques despedazaron el grupo,
consiguiendo Samuel Sánchez unos metros de ventaja, apenas cien, que eran un
mundo y que ya nadie podría recuperar en el descenso hacia Orio.
Llorando de la emoción en la meta de Orio
tras el octavo triunfo en la ronda fetiche, el abuelo Samu ganaba por primera
vez desde que está en las filas del BMC.
Los arreones finales cortaron al líder Mikel
Landa, que llegó en un segundo grupo a ocho segundo del hasta hoy segundo de la
general Wilco Kelderman, nuevo líder de la carrera. Henao era ahora segundo a
cuatro segundos, Landa tercero a siete y Contador 5º a diez segundos.
La debilidad
mostrada hoy por Mikel Landa tiene su lógica: todos sus rivales llevan
más kilómetros y días de competición.
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ALBERTO CONTADOR |
El viernes 8, la 5ª etapa entre Orio y Arrate
de 159 kilómetros era la etapa reina de esta Vuelta al País Vasco que volvía a
finalizar en Arrate como ya es habitual. La subida de 5,5 km. al 8,4% esta vez
no fue el juez de la carrera.
Etapa infernal de frio, lluvia y ocho puertos en el
camino al Santuario de Arrate, donde Diego Rosa, cual peregrino solitario sobre
su bici se imponía tras una larga fuga en solitario y cuya línea de meta
atravesó andando con la bicicleta en alto. Un gesto inhabitual en el ciclismo
profesional que quedara para la historia.
La etapa reina, como todas las reinas, tuvo
mucha miga por detrás, ya que el Pistolero de Pinto, dando juego y emoción,
como siempre, por eso apasiona tanto, desenfundo su pistola, espoleo a su
montura poniendo en evidencia al
escarabajo Nairo y a Mikel Landa. Solo Henao, como buen escarabajo colombiano, resistió.
La clasificación general sufría varios
cambios, ya que colocaba a Henao como líder, seguido de Contador, que llegaban
juntos a la línea de meta, después de haber dejado atrás a todos los favoritos
en la subida a Arrate. El tercer puesto lo ostentaba ahora Pinot, a tan solo
dos segundos de Purito y un poco más alejados Samu y Nairo, quinto y sexto,
respectivamente.
La carrera llegaba viva a la 6ª y última
etapa, ya que tras la etapa reina nada estaba decidido, seria la decisiva
contrarreloj Eibar-Eibar de 16,5 kilómetros de ayer la que tendría que elegir
al ganador de la txapela.
El Pistolero de Pinto quería una general
después de conseguir grandes resultados, tenía la espina clavada tras haberse
quedado a las puertas de ganar en Algarve, en la París-Niza y en la Volta a
Cataluña.
Llego al País Vasco en un buen estado de
forma y con ganas de ponerle la guinda al pastel, porque para un ganador nato,
el segundo escalón del podio es bastante frustrante.
La Vuelta al País Vasco era una gran
oportunidad, y además la última antes de comenzar su preparación de cara al
Tour de Francia. Fue paciente, esperó su momento siempre cerca de la cabeza,
amago el viernes en el Santuario de Arrate, con un ataque a tres kilómetros de
la meta que solo Sergio Henao pudo seguir. Durante cinco días permaneció
siempre atento a lo que sucedía a su alrededor, manteniéndose a flote sin
apuros, con solvencia, para rematar el trabajo el último día en la
contrarreloj.
El Pistolero de Pinto no galopaba, volaba en
la cuesta de Azitain, con tramos de hasta el 20% de desnivel, dejando la
carrera vista para sentencia desde el kilómetro cuatro de la etapa. Esa
impresionante ascensión de Contador, le sirvió para engullir los seis segundos
que le llevaba Henao, y que al final le superó en 23 segundos.
Los escarabajos colombianos lucharon hasta
donde pudieron pero el Pistolero de Pinto volvió a ser el más rápido y fuerte
sin ninguna duda. También se encontró, que él mismo despejo las dudas que se
tenían sobre su retirada. Borracho de éxito tras ganar su cuarta txapela,
declaraba que todavía tiene mucho que demostrar, que luchar, y que ganar en el
ciclismo ya que esto es su pasión y su vida.
Gracias Alberto, los aficionados al ciclismo te lo agradeceremos toda la
vida.
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