domingo, 19 de xuño de 2016

¡ALUCINANTE!, ¡INCREIBLE!

La Operación Puerto ya es historia. La Audiencia Provincial de Madrid cerró el caso dándole el carpetazo definitivo al mayor escándalo de dopaje de la historia de España, con una sentencia que advierte que las pruebas en el procedimiento penal instruido para saber si Eufemiano Fuentes cometió un delito contra la  salud pública pueden servir para iniciar un caso administrativo.  Las evidencias, custodiadas en el Laboratorio Antidopaje de Barcelona, no serán destruidas y tampoco se entregaran a sus propietarios. Además, se absuelve a Eufemiano Fuentes y a José Ignacio Labarta, de un delito contra la salud pública porque se entiende que la sangre no es un medicamento.
Se acaba así con un ciclo de investigaciones policiales, tramas presuntamente delictivas y vaivenes judiciales que se ha alargado toda una década y que, al final de la escapada, permite a todos los implicados esquivar cualquier tipo de sanción deportiva. Unos días antes de la sentencia los delitos por dopaje habían prescrito.
La decisión del tribunal satisface a organismos internacionales como la Agencia Mundial Antidopaje, o la Unión Ciclista Internacional, que siempre han sospechado que en España se escondía al dopaje y que no se peleaba lo suficiente para descubrir a los tramposos. También agrada al Consejo Superior de Deportes y a la Agencia Antidopaje, que desconfiaban que no se les entregase las bolsas de sangre para iniciar un proceso de identificación de los clientes del doctor canario. Sin embargo lamentan que Fuentes haya sido absuelto.
Las bolsas serán entregadas a la F. E. C, a la AMA, a la UCI y al CONI para que las puedan investigar, extraer el ADN de la sangre y del plasma y lo puedan cotejar con el de aquellos deportistas sospechosos de ser sus propietarios. Lo hagan o no, como ya dije, no tendrá efecto sancionador.
Diez años después del arranque de la Operación Puerto, sigue inconclusa. Comenzó mal y tiene todos los visos de acabar de la misma manera.
Los deportistas culpables no van a recibir ninguna sanción porque la posible falta por dopaje ya ha prescrito.
Sin embargo, la identificación de la titularidad de esas bolsas se convertirá en motivo de escarnio público, hayan abandonado o no a estas alturas sus carreras profesionales. Con todo, los vaivenes en la instrucción y la ausencia hace una década de una normativa estricta ha permitido la absolución de quienes, como el propio Eufemiano Fuentes, representa la sombra alargada del dopaje, una lacra que atenta contra el juego limpio y la competencia en igualdad de condiciones.
La justicia dice que tiene que absolver y absuelve, porque la sangre mejorada y reinyectada no es un medicamento ni atenta contra la salud manipular dicha sangre humana, ni tampoco hay un grave riesgo para el que recibe esa transfusión. Increíble, así no vamos a ninguna parte Sr. Juez. ¿No siente Vd. vergüenza cuando dice esas palabras?.
Tengo numerosas preguntas más, seguramente serán preguntas que tampoco tendrán respuesta, pero las hare para que por lo menos sean motivos de reflexión.
Esta historia es, en muchos sentidos, la historia de un país que no ha querido luchar del modo más efectivo contra el dopaje y que, en numerosas ocasiones, recibió la reprimenda internacional por su laxitud o incompetencia. Una historia de pocas certezas, demasiadas incógnitas aún por resolver, multitud de sospechas y tan sólo unos pocos nombres confirmados, manchados y castigados.
Aquí en España a los ricos y a los políticos les sale muy barato delinquir. Poderoso caballero es don dinero.
La justicia en España es de risa, depende del juez de turno, de si se levanta con el pie izquierdo o derecho, así es que somos el hazmerreir del mundo entero.
La sentencia absuelve de dopaje pero al mismo tiempo se permite conocer la identidad de los deportistas dopados. Si alguien me lo sabe explicar se lo agradecería.
Después de 10 años, serán pocos los deportistas propietarios de esas bolsas que queden en activo, ojalá salgan a relucir los nombres de todos los tramposos, sean quienes sean, para que esa mancha quede para siempre en el historial de sus currículos y que el peso de la justicia caiga sobre ellos.
Valverde fue sancionado en Italia pese a las reticencias de la
justicia y de los organismos federativos españoles. 
Aunque si el principal culpable ha quedado absuelto, no sé en qué justicia se puede confiar.
¿Hubo 224 bolsas y ahora sólo aparecen 211?, faltan 13. ¿Qué ha pasado con esas?. ¿Fueron destruidas a propósito para proteger la carrera y la identidad de algunos deportistas?. ¿Fue un fallo de contabilidad de la Guardia Civil?. ¿Se perdieron en los traslados?. ¿Por qué se han obstaculizado las investigaciones?. ¿Por qué hay tanta laxitud contra el dopaje?. Seguramente nunca lo sabremos.
Todos los deportistas identificados curiosamente son ciclistas de los equipos Comunidad Valenciana y del Liberty Seguros, además de ciclistas particulares de otros equipos que acudían al Dr. Fuentes.
¿Dónde están los otros deportes?, ¿por qué nunca hubo sanciones desde España?.A Ivan Basso, Michel Scarponi (aún en activo), Jörg Jaksche, Giampaolo Caruso (absuelto por el TAS), Jan Ullrich y Alejandro Valverde, seis ciclistas cuya sangre ha sido comparada con éxito con las bolsas y las identificaciones encontradas por la Guardia Civil.
Ninguno de ellos, ni siquiera Valverde, han sido sancionados por organismos españoles. El motivo es simple: el juez Serrano, al contrario que en los casos anteriores, no permitió que la AMA u otros organismos antidopajes internacionales accedieran a las bolsas halladas en los pisos de Eufemiano Fuentes para cotejarlas con el ADN de los ciclistas identificados.
Todos ellos siguieron compitiendo. La mayoría relegados a equipos de serie B y marginados (Oscar Sevilla ha ganado hace pocos días una etapa en Colombia, lleva años haciendo carrera al margen de las cámaras). Pero no fueron sancionados.
Diez años después, España sigue teniendo un grave problema con la lucha antidopaje. Es la pregunta sin respuesta más grave de todas.
En fin, parece que ahora se empieza a dar pasos en la dirección correcta para limpiar la imagen de nuestro deporte que aunque no fuese delito “legalmente hablando” en 2006, no exime del delito moral que sentimos todos los que nos gusta un deporte limpio.
Yo personalmente, siento vergüenza de que personajes como estos sean de mi país.

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