Tras una semana de contrarrelojes por equipos, individuales y pruebas en
ruta de las distintas categorías masculina y femenina.
Los campeonatos del
mundo de Qatar llegaron a su fin con la prueba élite masculina en ruta. Las
polémicas por la sede, el recorrido y las elevadas temperaturas dejaron paso
finalmente a la lucha por el arco iris entre los mejores velocistas del pelotón
mundial.
Salvo que el excesivo calor o el viento se convirtieran en protagonistas, el desarrollo previsto y con el recorrido de la prueba no parecía dar margen a las sorpresas o ataques lejanos. Con el mismo circuito final que en las otras categorías, dónde hemos visto llegadas masivas en todas menos en el júnior masculino, la llegada del grupo a los últimos quilómetros y la sentencia final en forma de sprint se hacía más que previsible y entraba en todas las quinielas. Aun así, los 257,5 quilómetros con temperaturas alrededor de los 40º podían eliminar algún favorito antes de tiempo.
En un duelo entre esprínteres no podían faltar nombres tan clásicos como Peter Sagan, Mark Cavendish, Tom Boonen, Michael Matthews, Giacomo Nizzolo, Edvald Boasson Hagen, Alexander Kristoff, William Bonnet, Niki Terpstra y Greg Van Avermaet.
Muchas personas ligan al cabello con la fuerza. Y es por eso que a muchos enfermos y a niños de hasta 3 años, no se les corta el cabello para que les de energía en su crecimiento o momentos difíciles.
Peter Sagan parece ser que nació con la promesa de no cortarse el pelo para ser el icono del ciclismo espectáculo, el hombre fuerte y valiente que lucha siempre en busca de la heroica victorial.
El día que Peter “Sansón” Sagan conoció el complicado circuito final del recorrido del mundial sabía que podía ser el gran punto a su favor, ya que él era el más habilidoso encima de la bicicleta, lo que le convertía en uno de los máximos favoritos.
Peter Sagan llego a Doha sin la intención como hiciera Sanson en Gaza de arrancar las puertas de entrada a la ciudad, echárselas al hombro para llevárselas a la cima del monte que estaba frente a Hebron. Peter “Sansón” Sagan llegaba con 13 victorias sobre las espaldas esta temporada (10 de ellas en el calendario World Tour), consiguió romper la maldición del arco iris y buscaba poner el broche de oro a la mejor temporada de su carrera profesional.
Peter “Sansón” Sagan brilló en el Mundial más aburrido, el de los petrodólares de Qatar, el del miedo al calor. Un campeonato sin apenas repercusión en un país con escasa tradición ciclista. Para el recuerdo queda la soledad de los corredores en un circuito plano, sin atractivos, con un puñado de aficionados aplaudiendo a unos gladiadores castigados por unas temperaturas hostiles para el deporte. El agotamiento provocó varias caídas, como la del colombiano Fernando Gaviria. Otros se retiraron por golpes de calor, como el germano Degenkolb. Sofoco y desconcierto en un interminable recorrido de 257 kilómetros, con paseo infernal por el desierto en la zona norte de Qatar.
Un complicado Mundial, que se rompió en la segunda mitad del recorrido, a 160 kilómetros de la meta, por el planificado y excelente trabajo de la selección belga, que dejó en fuera de juego a los alemanes, franceses y españoles. Juanjo Lobato quedó eliminado pronto. Imanol Erviti se coló en un segundo grupo sin opciones.
El trabajo de Olivier Naesen, Jens Keukeleire y Jasper Stuyven redujo las opciones de triunfo a un grupo de 26 corredores, entre ellos el eslovaco Peter Sagan, los belgas Tom Boonen, Greg Van Avermaet y Jurgen Roelandts, el francés William Bonnet, el holandés Niki Terpstra, el noruego Boasson Hagen y Alexander Kristof, el británico Mark Cavendish, los italianos Elia Viviani y Giacomo Nizzolo o el australiano Michael Matthews.
La cortesana, Dalila, el próximo año intentara persuadir a Peter “Sansón” Sagan y así descubrir el secreto de su fuerza.
Sansón había gobernado a Israel durante veinte años. Peter Sagan a sus 26 años no gobernara durante tanto tiempo, pero todavía le queda algún año más para seguir mandando en el pelotón mundial y repetir el triunfo de hoy.
Salvo que el excesivo calor o el viento se convirtieran en protagonistas, el desarrollo previsto y con el recorrido de la prueba no parecía dar margen a las sorpresas o ataques lejanos. Con el mismo circuito final que en las otras categorías, dónde hemos visto llegadas masivas en todas menos en el júnior masculino, la llegada del grupo a los últimos quilómetros y la sentencia final en forma de sprint se hacía más que previsible y entraba en todas las quinielas. Aun así, los 257,5 quilómetros con temperaturas alrededor de los 40º podían eliminar algún favorito antes de tiempo.
En un duelo entre esprínteres no podían faltar nombres tan clásicos como Peter Sagan, Mark Cavendish, Tom Boonen, Michael Matthews, Giacomo Nizzolo, Edvald Boasson Hagen, Alexander Kristoff, William Bonnet, Niki Terpstra y Greg Van Avermaet.
Muchas personas ligan al cabello con la fuerza. Y es por eso que a muchos enfermos y a niños de hasta 3 años, no se les corta el cabello para que les de energía en su crecimiento o momentos difíciles.
Peter Sagan parece ser que nació con la promesa de no cortarse el pelo para ser el icono del ciclismo espectáculo, el hombre fuerte y valiente que lucha siempre en busca de la heroica victorial.
El día que Peter “Sansón” Sagan conoció el complicado circuito final del recorrido del mundial sabía que podía ser el gran punto a su favor, ya que él era el más habilidoso encima de la bicicleta, lo que le convertía en uno de los máximos favoritos.
Peter Sagan llego a Doha sin la intención como hiciera Sanson en Gaza de arrancar las puertas de entrada a la ciudad, echárselas al hombro para llevárselas a la cima del monte que estaba frente a Hebron. Peter “Sansón” Sagan llegaba con 13 victorias sobre las espaldas esta temporada (10 de ellas en el calendario World Tour), consiguió romper la maldición del arco iris y buscaba poner el broche de oro a la mejor temporada de su carrera profesional.
Peter
Sagan, conocedor de una de la más fabulosa historia de la Biblia que está
ligada al pelo, esconde el suyo debajo del casco para que nadie ose cortárselo,
no vaya ser que le ocurra lo de Sansón y pierda la fuerza de sus piernas.
El
talento se impuso en el desierto. Peter “Sansón” Sagan, icono del ciclismo espectáculo,
conquistó el Mundial de Doha gracias a su habilidad y rapidez en un sprint en
subida. El eslovaco se convierte en el sexto corredor que conquista un Mundial
en dos años consecutivos tras George Ronsse (1928-1929), Rik Van Steenbergen
(1956-1957), Rik Van Looy (1960-1961) y los italianos Gianni Bugno (1991-1992)
y Paolo Bettini (2006-2007).Peter “Sansón” Sagan brilló en el Mundial más aburrido, el de los petrodólares de Qatar, el del miedo al calor. Un campeonato sin apenas repercusión en un país con escasa tradición ciclista. Para el recuerdo queda la soledad de los corredores en un circuito plano, sin atractivos, con un puñado de aficionados aplaudiendo a unos gladiadores castigados por unas temperaturas hostiles para el deporte. El agotamiento provocó varias caídas, como la del colombiano Fernando Gaviria. Otros se retiraron por golpes de calor, como el germano Degenkolb. Sofoco y desconcierto en un interminable recorrido de 257 kilómetros, con paseo infernal por el desierto en la zona norte de Qatar.
Un complicado Mundial, que se rompió en la segunda mitad del recorrido, a 160 kilómetros de la meta, por el planificado y excelente trabajo de la selección belga, que dejó en fuera de juego a los alemanes, franceses y españoles. Juanjo Lobato quedó eliminado pronto. Imanol Erviti se coló en un segundo grupo sin opciones.
El trabajo de Olivier Naesen, Jens Keukeleire y Jasper Stuyven redujo las opciones de triunfo a un grupo de 26 corredores, entre ellos el eslovaco Peter Sagan, los belgas Tom Boonen, Greg Van Avermaet y Jurgen Roelandts, el francés William Bonnet, el holandés Niki Terpstra, el noruego Boasson Hagen y Alexander Kristof, el británico Mark Cavendish, los italianos Elia Viviani y Giacomo Nizzolo o el australiano Michael Matthews.
El
equipo belga puso una velocidad constante en el grupo cabecero, lo que impidió
el ataque de lejos de algún aventurero. La última vuelta al circuito de 15,2
kilómetros en La Perla de Doha se inició en fila india, con los compañeros de
Boonen y los italianos en la punta de lanza, trazando las rotondas con
precisión de cirujanos. Sólo el holandés Leezer lo intentó con un arreón a
falta de dos kilómetros. Una osadía utópica, porque los belgas y noruegos le
neutralizaron a falta de 500 metros. Peter “Sansón” Sagan, partiendo desde la
última posición del grupo de elegidos, progresó por la parte derecha y luego
encontró un hueco para acelerar por el centro. Un sprint limpio, en el que
Cavendish logró la plata y Boonen, el bronce. Imanol Erviti, que terminó en el
puesto 33º, fue el primer y único español en acabar la carrera.
El príncipe británico, Mark Cavendishs, se enfurecía una vez
más por la nueva victoria de Peter “Sansón” Sagan contra él y el resto del
ejército del grupo de elegidos en el desierto gatarí. Tres portadores del arco
iris completaron el mejor podio de siempre en los Mundiales. La cortesana, Dalila, el próximo año intentara persuadir a Peter “Sansón” Sagan y así descubrir el secreto de su fuerza.
Sansón había gobernado a Israel durante veinte años. Peter Sagan a sus 26 años no gobernara durante tanto tiempo, pero todavía le queda algún año más para seguir mandando en el pelotón mundial y repetir el triunfo de hoy.
¿Puedo usar la 3a imagen para wikipedia?
ResponderEliminarSaludos
Por supuesto que si. Un saludo.
ResponderEliminar