domingo, 27 de novembro de 2016

LOS QUE SE VAN

No solo el Expreso de Berna decidió después de muchos viajes y exhibiciones parar definitivamente su locomotora. Con la despedida de Fabian Cancellara, muere la leyenda, pero nace el mito.
Los adoquines y el mundo del ciclismo le echaremos de menos. Cancellara llevó el ciclismo a una dimensión superior, ganándose a base de exhibiciones  el corazón de los aficionados. El ciclista suizo deja el ciclismo profesional tras quince temporadas en la élite ciclista cuando todavía tiene las condiciones físicas que le permiten todavía ser competitivo. Abandona siendo Campeón Olímpico contra el crono y siendo uno de los mejores clasicómanos de la actualidad.
Sus exhibiciones en las cronos, su elegancia sobre los adoquines y sus arreones en los últimos kilómetros desafiando a todo un pelotón a base de potencia y fuerza quedaran grabadas en las retinas de todos aquellos que hemos disfrutado de ver a un ciclista sin igual. Pasarán años hasta que volvamos a ver a alguien con la calidad y el carisma de “Espartaco”. ¡Hasta siempre mito!.
Otro que se nos va esta temporada es Frank Schleck. Con la despedida del ciclista luxemburgués también llega el adiós a la saga de los Schleck. Frank cuelga la bicicleta tras quince años como profesional, con triunfos importantes, un podio en el Tour de Francia y la alianza con su hermano Andy fueron algunos de los momentos que marcaron su trayectoria profesional.
El desgaste, la edad y que cada vez es más complicado conseguir resultados ha llevado a Frank Schleck a tomar la decisión de dejar el ciclismo profesional tras tres lustros encima de la bici. Tres etapas en grandes vueltas, una Amstel Gold Race, una Vuelta a Suiza y cinco Campeonatos de Luxemburgo son algunas de las victorias que ha logrado en su trayectoria como ciclista profesional.
Italia y Bjarne Riis fueron claves en sus inicios. Tras entrar en el programa deportivo del servicio militar de Luxemburgo se marcho a Italia, tras unos mese como stagiere con el Festina, Frank firma para la temporada 2002 con el CSC-Tiscali que por aquel entonces dirigía Bjarne Riis. En su primer año como profesional compitió poco, dejándose ver en la Japan Cup, en el Tour de Luxemburgo, en la París-Bruxelles y en la Milán-Turín. Siendo en 2003 su primera gran temporada en cuanto a participación en carreras, ese mismo año participa en la Vuelta a España, su primera grande aunque tendría que abandonar en la octava etapa al llegar fuera de control.
En 2004 dio un paso más en su crecimiento como ciclista disputando la victoria en varias carreras, quedándose muy cerca en varias ocasiones y rozando el triunfo en otras varias, para finalizar en los mundiales de Verona dónde terminó en la décima posición en la prueba en ruta.
En las siguientes temporadas siguió rozando las victorias en carreras cada vez de mayor reputación como el Giro de Italia o el Giro de Lombardia. Tras cinco temporadas en el CSC, en 2006 se llevó el triunfo en la décima-quinta etapa del Tour de Francia con final en L´Alpe d´Huez batiendo a Damiano Cunego y a Stefano Garzelli además de conseguir su primer top-ten en una carrera de tres semanas.
La temporada 2007 la comenzó con un cuarto puesto en la Vuelta a Valencia y una novena posición en la clasificación general de la París-Niza. También buscaba repetir el triunfo en la Amstel Gold Race pero una caída cuando faltaban 40 kilómetros para la línea de meta no le permitió luchar por la victoria, finalizando séptimo. Tres días después completaría el tríptico de las Ardenas con la Lieja-Bastogne-Lieja dónde fue uno de los grandes protagonistas rompiendo el grupo de los favoritos con un ataque en la cota de Saint Nicolas, pero en el último kilómetro Di Luca y Alejandro Valverde le pasaron teniendo que conformarse con el tercer puesto, en esa misma temporada también rozó la medalla en el Mundial de ruta en Stuttgar.  
En 2008 comenzaba la alianza de hermanos al disputar por primera vez el Tour de Francia junto a su hermano Andy. Frank llegaba al Tour con aspiraciones a todo tras haber conseguido la décima posición en el País Vasco, segundo en la Amstel y tercero en Lieja, además de otro tercer puesto en el Tour de Luxemburgo y acompañado por su hermano que había quedado segundo en el Giro de Italia la temporada anterior.
Logró ser uno de los grandes protagonistas siendo tercero en Hautacam, llevar el maillot amarillo durante tres etapas tras habérselo arrebatado a Cadel Evans en la etapa con final en Prato Nevoso. Finalmente se tendría que conformar con una quinta posición tras disputar una mala crono final.
A escasos días para disputarse el Mundial de Varese se le relaciona con el doctor Eufemiano Fuentes teniendo que declarar ante la Agencia Antidopaje de Luxemburgo que no lo sanciona al no haber pruebas de que se hubiese dopado.
Tras varias temporadas en las que lograría victorias de etapas, duras caídas, la general en el Tour de Luxemburgo, etapas en el Tour, la mala temporada en 2010 y el ansiado podio del Tour de Francia por detrás de Evans y de su hermano Andy, llegaba el positivo y el declive.
En la décimo cuarta etapa del Tour de Francia de 2012 corriendo para el RadioShack-Nissan da positivo tras detectarle en la orina el diurético Xipamide. Al ser sancionado por un año, la relación entre el propietario del equipo y Frank se fue deteriorando y diez días antes de que terminara su sanción le comunicaron que no volvería al equipo, siendo despedido. Pero la empresa de bicicletas Trek al comprar el equipo, les hicieron una oferta económica con reducción del salario a los hermanos Schleck que finalmente ambos aceptaron y así Frank se pudo reincorporar a las filas del RadioShack Leopard.
En el regreso a la competición lograría su último título nacional en ruta y terminaría en la duodécima posición en el Tour. En 2015 volvería a rendir a gran nivel logrando la que sería su última gran victoria en la décimo sexta etapa de la Vuelta a España con final en la Ermita de Alba.
Atrás quedan quince años encima de la bicicleta con luces y sombras pero siendo prácticamente durante toda su carrera uno de los grandes dentro del pelotón internacional.
Otro ciclista que nos dejan esta temporada es Jean-Christophe Peraud, el hombre de la eterna juventud, el francés que después de siete temporadas completas, con 39 años a sus espaldas y grandes resultados en su palmarés incluido su segundo puesto en la general de Tour, cuelga la bicicleta tras haberse iniciado en el mundo de la BTT, disciplina en la cual obtuvo grandes éxitos, incluyendo la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de 2008.
A los 32 años inició en 2010 su primera temporada completa en carretera disputando cinco pruebas en la Challenge de Mallorca sin ningún resultado destacado, pero se fue a Portugal y en la Vuelta al Algarve, obtuvo una meritoria decimotercera posición en la general y con un buen sabor de boca en la montaña al estar cerca de los mejores en la tercera etapa con final en el Alto do Malhao.
Su equipo el Omega Pharma-Lotto se dio cuenta de su valía en la montaña y le dio su oportunidad en las importantes pruebas del panorama internacional como eran la París-Niza y la Vuelta al País Vasco donde obtuvo excelentes resultados. Octavo en Francia y cuarto en España con tres top 10 en las últimas tres etapas.
Demostró tener suficiente nivel como para luchar por estar con los mejores, pero la maldición del novato se apoderó de él, pasando desapercibido en las Ardenas y sin poder terminar en Romandia ni en la Dauphine.
Pero el equipo seguía confiando en él y aunque al inicio no le dio el rol de líder le hizo participar en una Gran Vuelta. Sabían que podía hacer un buen papel en la Vuelta a España y después de 21 etapas se vio a un gran escalador, ya que estuvo con los mejores en dos grandes etapas como fueron el final en Peña Cabarga y en Lagos de Covadonga. También se metió en una fuga que le permitió acabar séptimo en la novena etapa.
La temporada 2011 la empezó con un objetivo claro: hacer una buena general en el Tour. Fueron tres semanas de máximo esfuerzo y una gran regularidad que le permitieron acabar en la novena posición final, estando muy cerca de los mejores en las etapas importantes y destacando los top-10 en seis etapas.
La temporada 2012 la planteo igual que la anterior, con el Tour entre ceja y ceja, pero la temporada no la empezó bien y entre sombras y luces llego la hora de la verdad. La mala preparación física y los percances le acabaron pasando factura.
La temporada 2013 estuvo caracterizada por una mejor preparación para el Tour, pero tuvo mala suerte en él, aunque en el resto de la temporada obtuvo mejores resultados.
En 2014 planificó la temporada de la misma forma que lo había hecho en las anteriores y esta vez obtuvo su ansiado podio devolviendo a Francia un pódium en los Campos Elíseos tras diecisiete años de sequia.
El segundo peldaño en la clasificación general final a 7´37” de Vincenzo Nibali demostraba que Peraud había sido el más regular tras el Tiburón de Messina, estando con los mejores en todas las etapas importantes y consiguiendo siete top-10 en otras tantas etapas. Su equipo el AG2R La Mondiale ya tenía el premio a la confianza depositada en él.
El 2015 lo planteo como siempre, pero sin resultados relevantes salvo la conquista del Critérium Internacional donde gano una etapa y la general.
El Tour de Francia no lo empezó muy bien debido a que estuvo mermado físicamente debido a una espectacular caída que tuvo y que le impidió luchar por alguna etapa.
En su último año planteó correr el Giro de Italia, pensando ya en su retirada y que sería el líder en Francia, pero las cosas no le salieron de cara, se fue al suelo en la tercera etapa y se tuvo que retirar.
Se acababa de truncar su temporada, ahora intentaría arreglarla en la Vuelta a España. Era su última carrera, quería despedirse a lo grande, pero no pudo.
Se acababa así la carrera profesional de Romain Bardet, ya no lo volveremos a ver en más pruebas ciclistas como profesional. Aquel ciclista que primero destacó en BTT, que a los 32 años se paso a la carretera buscando su eterna juventud, se va. No volveremos a verle entre los primeros puestos de la general, no volveremos a ver su gran regularidad en las etapas. Los aficionados al ciclismo lo echaremos de menos.
El último de este poker de ases que se despide es el canadiense Ryder Hesjedal. El hombre de rosa que ofreció su mejor rendimiento como ciclista en el Giro de Italia del 2012, pone punto final a su exitosa carrera.
Se va, no volverá a competir nunca más. El valiente y agresivo ciclista canadiense decidió poner punto final a su laureada trayectoria como ciclista profesional. La edad, la falta de buenos gregarios y el desgaste, sumado a una sustancial baja en el rendimiento hace más complicado conseguir buenos resultados. Por todos estos motivos decidió poner punto y final.
El Giro de Italia fue la carrera que lo confirmó como un corredor de tres semanas. Disputaba todas las ediciones del Giro con las ganas de un debutante. Atacaba y se dejaba ver. Nunca pasaba desapercibido. Estas ganas le llevaban a intentarlo sin parar, hecho que le pasó factura en numerosas ocasiones en forma de lesiones o abandonos.
La manera excepcional con la que conquisto su primera y última grande fue en 2012 cuando consiguió el maillot de líder en la última etapa, una contrarreloj individual en la que supero a Joaquim “Purito” Rodríguez. Deslumbro al mundo aguantando el tipo en las etapas más duras y protagonizando diferentes ataques como el de Cervina o la resistencia que tuvo que aguantar al ritmo de Ivan Basso en el Paso Giau.
No solo consiguió buenos resultados en el Giro, el Tour de Francia lo descubrió en el 2010 cuando aparecía en las clasificaciones que se mostraban al finalizar las etapas de montaña. Luchaba y se codeaba con los Cadel Evans, Carlos Sastre, Contador, Mechov o Andy Schleck, siendo en el Tourmalet donde consiguió mostrarse al gran público.
En su trayectoria profesional consiguió cuajar buenas actuaciones en la lucha contra el crono, como la contrarreloj que le hizo besar la gloria, desbancando a Purito de su sueño. Los dos compartían el mismo sueño y merecían conseguirlo los dos. Pero en el deporte solo se recuerdan a los campeones y en el peldaño más alto solo hay sitio pada uno y en esta ocasión fue para el canadiense Ryder Hesjedal.
Los que se van, no los volveremos ver competir, pero en más de una ocasión volveremos hablar de ellos, porque cuando se fueron, nosotros los aficionados no queríamos que se marcharan.
Se fueron, pero en nuestra retina nos queda el recuerdo de su garra y de sus ganas de dar espectáculo consiguiendo conquistar nuestros corazones por todos esos buenos momentos que nos hicieron pasar.

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