RECORRIDO DE LAVUELTA CICLISTA A ESPAÑA |
El periplo por las Rías Baixas, comenzaba con esa espectacular contra reloj por equipos, con salida desde una auténtica batea de mejillones. Una crono por equipos que suponía el primer bocado importante del escualo Vincenzo Nibali, su equipo el Astaná se adjudicaba la contrarreloj de 27,4 kms., que separan a Vilanova de Arousa de Sanxenxo. El “Tiburón” dejó pasar por delante a su compañero Janez Brajkovic que se vestía con el primer maillot rojo de líder de esta 68ª edición de la Vuelta Ciclista a España, pero quien propinó el golpe de moral a sus rivales fue él. Tanto el Movistar de Alejandro Valverde como el Katusha de Purito Rodríguez sufrieron contratiempos durante el recorrido. El Movistar, que el año pasado había vencido en esta modalidad, sufrió el pinchazo de su teórico segundo hombre fuerte Beñat Intxausti. Mientras, que el Katusha tuvo que ralentizar la marcha en el tramo final porque Dani Moreno, su quinto corredor, que era el que daba el tiempo en la crono por equipos, se descolgaba y no podía seguir el ritmo impuesto por sus compañeros.
El primer equipo que probó la consistencia del piso de cristal de metacrilato, que recubría la batea y la especie de puente que enlazaba dicha batea con tierra firme fue el Netapp-Endura. En muestra de agradecimiento por la Wild-card, los alemanes marcaron un tiempo de 30:34, que les mantuvieron en cabeza mucho tiempo, hasta que se vieron rebasados por el Omega Pharma de Tony Martin que pararon el crono en 30:15. Cuando el propio Tony Martin se veía virtual líder, Fabian Cancellara y su RadioShack marcaban 30:09 arrebatándole ese privilegio. Hasta que se entrometió el Astaná de Nibali y Brajkovic, el único equipo que logró bajar de la media hora 29:59.
Pero esta genial y espectacular Vuelta no podía tomarse el respiro que todos los ciclistas seguro que deseaban tras la crono. Todo lo contrario, el domingo llegaba la primera de las doce llegadas en alto, los 11 kilómetros al 5,6% con pendientes máximas del 10% del Monte da Groba hizo que los líderes afilaran sus cuchillos. La sociedad Lampre-Astaná y el viento en contra, en las primeras pedaladas de tanteo al Monte da Groba, acabaron con la fuga de Alex Rasmussen (Garmin) y Greg Henderson (Lotto). El Movistar pasó al ataque justo en la curva que daba inicio al puerto aun dentro de Baiona. El primer ataque de Pablo Lastras encontró respaldo en José Herrada, que fue el responsable de las bajas más notables de esta jornada.
ASTANA, GANADOR DE LA CRONO POR EQUIPOS. |
La cuarta etapa finalizaba en Fisterra, Dani Moreno nada más cruzar la meta como ganador decía en los micrófonos de TVE, “quería ganar en el Fin del Mundo”. El ganador este año de la Flecha Valona en el Muro de Huy, también alzo los brazos en el “Finis Terrae”, donde también Vincenzo Nibali recuperaba el maillot rojo, prenda que había perdido el día anterior y que la recuperaba sin querer: prueba de su falta de intención es que la organización tuvo que irle a buscar al autobús porque no sabía que era el nuevo líder. La anécdota de esta etapa es que el RadioShack que había trabajado por la victoria de Cancellara, acabó sin etapa y sin maillot rojo.
El mundo no se acabó ahí, como tampoco la Vuelta 2013. Llegaban dos etapas propicias para los pocos velocistas de esta Vuelta y en la sexta etapa ganó Michael Morkov (Saxo-Tikoff), pero este triunfo no le erigió como el héroe, ya que el verdadero héroe fue Tony Martin, que prácticamente cuando Javier Guillén todavía no había bajado la bandera arrancó como una moto y no cedió hasta que faltaban 25 metros para la línea de meta. La tentativa del doble Campeón del Mundo contrarreloj, murió después de 175 kilómetros de aventura en solitario, casi la totalidad del recorrido, pero el último arreón de los sprinters y la repentina aparición de Fabian Cancellara (cuatro veces Campeón mundial contrarreloj) y su gran rival para el próximo Mundial, hizo que le recortaran la distancia lo suficiente como para aguarle la fiesta. Esta vez Cancellara fue como el perro del hortelano: Ni ganó ni dejo ganar. A pesar de todo, Tony Martin es mucho Tony Martin.
La proliferación de llegadas en alto, no solo espanto a los velocistas, sino que no hay equipos capaces de organizarse en los finales de etapa, el viernes se volvió a confirmar con Zdenek Stybar (Omega Pharma) que sorprendió al pelotón y batió por un tubular a Philippe Gilbert. Vincenzo Nibali sigue líder, sin sobresaltos.
El sábado con la disputa de la 8ª etapa, comenzaba el tríptico andaluz.
DANI MORENO, CRUZANDO LA META DEL MURO DE VALDEPEÑAS DE JAÉN |
Hoy domingo segunda etapa del tríptico andaluz con ese final en Valdepeñas de Jaén que tiene sabor español ya que primero Igor Antón, después Joaquim Rodríguez y ahora Dani Moreno inscriben su nombre en las tremendas rampas del último kilómetro de ascensión. Un sabor español que en esta edición tiene mucho más sabor, pues a la victoria del madrileño, Valverde fue segundo y Purito tercero, colocando a Moreno como nuevo líder de la clasificación general. Por detrás, entre los grandes favoritos, Vincenzo Nibali, ahora es tercero en la general a 20 segundos, volviendo a dar muestras de debilidad en el duelo particular con Valverde y Purito, perdiendo nuevamente segundos que aportan más igualdad y emoción a la Vuelta.
“Creí que no podía llegar”, dijo Dani Moreno, delante de los micrófonos de TVE, lo cierto es que levantó el brazo como ganador. Las fuerzas ya no daban para levantar los dos.
Como diría el cuervo Rockefeller (uno de los muñecos de José Luis Moreno): ¡Toma Moreno!. Dani volvió a demostrar que hoy por hoy, es el ciclista más en forma de la Vuelta cuando la carretera pica para arriba. Esta brillante segunda victoria en esta edición de la Vuelta, seguro que abre el debate sobre quién debe asumir el liderazgo en el equipo Katusha.
Mañana lunes se disputa la 10ª etapa, última del tríptico andaluz, entre Torredelcampo y el Alto de Hazallanaz, de 186 kilómetros. Un nuevo final con el ascenso a un puerto inédito, de 15,8 kilómetros al cinco por ciento de pendiente media.
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