domingo, 9 de abril de 2017

CUANDO LA SUERTE DEL CAMPEÓN TE ABANDONA

Tras su calvario el pasado año en el Tinkoff, Alberto Contador comenzaba la temporada 2017 muy contento y motivado por la oportunidad que le ofreció el nuevo proyecto del equipo americano el Trek-Segafredo, ya que según las propias palabras de ciclista: “el Trek es un proyecto muy atractivo y ambicioso”.
Pero ya andamos por el cuarto mes de la temporada y todavía no ha cosechado su primera victoria. Desde que viste los colores del Trek-Segafredo  parece que está abonado a la segunda plaza a pesar de las actuaciones reseñables en Andalucía y, sobre todo, en la París-Niza. A las dos se subió al segundo peldaño del podio, un puesto como premio cruel para él, ya que en el argot ciclista el segundo clasificado es el primer perdedor.
La ambición de Contador es competir para ganar y si no gana, se considera un perdedor. En diciembre cumplió 34 años, una edad avanzada para el ciclismo y que no le ayuda a ganar con la misma facilidad que antes. Eso sí, continua siendo muy competitivo. La colección de segundos puestos así lo demuestra.
A pesar de que sus piernas ya no son tan rápidas, de que tampoco en la montaña es letal, ni marca las diferencias con sus rivales y tampoco es notable contrarrelojista, el “Pistolero de Pinto” suma ocho segundos puestos en cinco carreras (30 días de competición). Está claro que ya empieza a carecer de las principales armas que le han situado entre los mejores de la historia. Pero sigue siendo bueno, muy bueno. Y suple con experiencia y talento algunas de esas lagunas. Un campeón que ha estado cerca de ganar, de momento no lo consiguió.  Pero lo que no se le puede negar es su valentía y sus ganas de dar espectáculo. Lo seguirá intentando y seguro que más cerca que tarde lo conseguirá.
El escenario del tercer duelo de la temporada entre el “Pistolero de Pinto” y el “Bala Valverde” tuvo lugar en la Vuelta al País Vasco y por tercera vez, nueva frustración para Contador que volvió a quedar segundo a tan solo 17 segundos de ganar su quinta chápela.
Llegaba a Bilbao ilusionado y confiado en que a la tercera seria la vencida después de los dos primeros duelos favorables al “Bala”. Pero ya en el paseo de la primera etapa con tres repechos montañosos, dos pasos por Ezo, el suave ascenso a Mazkiriz, surgió el primer sobresalto para un Pistolero que apareció por la meta de Sarriguren más de un minuto después de que Michael Matthews se impusiera al 'sprint' y se convirtiera en el primer líder. Era una mala manera de empezar esta prueba, aunque en un principio daba la sensación de que se había quedado cortado, el propio pistolero nada mas atravesar la línea de meta  explicaba que se había caído a 700 metros de meta, sin consecuencias físicas al haber caído sobre la hierba y no sobre el asfalto, tampoco sufrió consecuencias en la clasificación general, como suele ser habitual en este tipo de caídas tan cerca de meta.
La segunda etapa la comenzó con el mismo tiempo que el resto de favoritos, aunque con el susto en el cuerpo en una etapa que a priori no escondía peligros.
Es mala suerte caerse en la primera etapa, pero es buena hacerlo en hierba y no en asfalto. Es mala suerte volver a caerse en Bilbao y sumar dos averías en los últimos 20 kilómetros. Fue mala suerte que la primera fue al comienzo de la ascensión al Vivero, pero buena suerte que cogiera rápidamente la bicicleta de su compañero Julian Bernard y no perdiera contacto con el grupo. La siguiente mala suerte fue ya en la curva previo a la recta de meta, en la que evitó la caída tras un pinchazo, pero buena suerte al no perder tiempo por ser en los dos últimos kilómetros, como le ocurrió el primer día en Sarriguren.
Así que, pese a todas esas fatalidades, un pistolero al que la suerte del campeón empieza a abandonarle debido a la edad se podría sentir afortunado y no desgraciado. Porque llegaba a las dos etapas finales, las únicas que de verdad valen para la general, a tres segundos del líder, David de la Cruz, y a dos de Primoz Roglic, ganador en la Gran Vía de Bilbao. En definitiva, con el mismo tiempo que el resto de ciclistas llamados a pelear por la 'txapela' en Eibar, a excepción de Simon Yates, que el miércoles perdió tiempo en San Sebastián. Valverde, Henao, Michal Kwiatkowski o Izagirre se mantenían sin incidentes reseñables para la traca final tras una etapa en la que, de nuevo, no pasó casi nada.
Alberto Contador, llegando magullado a la meta de Bilbao
La contrarreloj de la última etapa era también la última oportunidad para un Alberto Contador que había empezado la carrera gafado y que la termino viendo cómo se le escapaba su quinta Vuelta al País Vasco, aunque durante muchos kilómetros parecía que lo iba a lograr. A esta contrarreloj el “Pistolero de Pinto”salió a lomos de la montura de siempre, la de ruta, con ella marcaba el mejor tiempo en el Alto de Elgeta, metros después cambiaba de montura para subirse a la “cabra” en un intento de mantener los 15 segundo de ventaja. La suerte de los campeones le volvió a abandonar  y tras ese mal cambio se le fue evaporando esa ventaja para terminar cediendo 14 segundos frente a Valverde que de menos a más llegaba como un autentico bala para hacerse con un triunfo incontestable.   
Alberto Contador está en un buen momento de forma, pero todavía no ha conseguido levantar los brazos en este comienzo de 2017. Por tercera vez en la temporada, se ve superado por Valverde, ya le ocurrió en Cataluña y Andalucía y lo mismo que en la París-Niza que también quedó segundo, tras Henao.
Pese a todo, Contador puede darse por satisfecho con ese hueco en el podio tras una Vuelta al País Vasco en la que se ha caído dos veces, ha sufrido otras tantas averías, un pinchazo, la pérdida de 3 segundos en la etapa reina tras toparse con la caída de Samuel Sánchez y, en la contrarreloj del último día, la avería de la radio con el coche del director le dejó sin referencias. Demasiadas desgracias para todo un Campeón. Él, sabes tu mejor que nadie que de aquí a julio todo puede cambiar, lo importante de la vida, no es lo que te pasa sino cómo lo afrontas.
En julio, un año más estaré delante de la TV pendiente de sus desgracias o de sus hazañas. Sé que eres capaz de vencer tus miedos y prejuicios. También se que nada te detendrá en buscar la victoria del Tour de Francia. Tu espíritu de superación, esfuerzo y entusiasmo te harán afrontar los avatares del destino y conseguir llegar a la meta victorioso.

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