Se acabó una Vuelta a España por todo lo alto que
estuvo marcada por la despedida de Alberto Contador (El Pistolero de Pinto) y
por la primera y ansiada victoria de Chris Froome (El Africano Blanco), que se
apunta el doblete Tour y Vuelta 2017. Una Vuelta épica con exhibiciones,
expulsiones, con los jóvenes que asoman la cabeza y como no, también con las caídas.
Pero la Vuelta Ciclista a España, es mucha
Vuelta y algo más. La 72ª edición
que se disputó desde el sábado
19 de agosto y que terminó el pasado domingo 10 de septiembre, fue todo un espectáculo por sus recorridos, por
sus finales de etapa, por los actores
participantes, por los jóvenes que empiezan a volar solos, para gozo del
ciclismo español (un elemento a detectar por el radar de los entusiastas de
este deporte), por los ataques sin
premio del “Pistolero de Pinto” y por la emoción hasta el final que hicieron
que esta Vuelta nada tiene que envidiar al todopoderoso Tour de Francia.
Cualquier carrera de tres semanas da para
mucho. Y si es una como la Vuelta, que por definición es una carrera más
descontrolada que el Tour, mucho más. Una vez acaba la competición es momento
de hacer balance y destacar lo más llamativo que nos ha dejado esta carrera. Desde
la etapa de Andorra, la contrarreloj, Los Machucos y el Angliru que han sido en
cierto modo las que han decidido, pero más allá de centrarme en unas etapas
concretas, quiero resaltar las principales claves de que la Vuelta a España es
la mejor carrera del Mundo.
La buena organización de la Vuelta lleva ya
unos años acertando prácticamente en todo y cometiendo muy pocos fallos. Con
unos recorridos que enganchan al espectador, hacen meterse en carrera al
ciclista y con una participación que no desmerecen en nada a los actores del
Giro o Tour, la Vuelta ya tiene personalidad propia. Se acabaron los años en
que la participación era solo de españoles y poco mas, y los extranjeros que
venían lo hacían para pasear. Actualmente la nomina de favoritos es
espectacular, se echa a pocos de menos, y vienen a disputarla desde el
principio hasta el final. Tuvimos un claro ejemplo con Romain Bardet que todos
los días se metía en escapadas pese a no disputar la general.
Comparando la emoción de la Vuelta este año,
con lo que fue el Tour, no hay color. El propio Froome ha comentado que esta
Vuelta ha sido con diferencia su grande más difícil.
Mirando a la Vuelta, el propio Tour intenta evolucionar hacia un formato más apetecible para el espectador, sobre todo en esa primera semana que nos ofrecen y que invita a la siesta y al aburrimiento. Por eso es que hoy en día para mí personalmente la Vuelta es mucho más divertida, más loca y menos controlada.
Me resulta difícil a día de hoy determinar el porqué sigue siendo el Tour el rey de las carreras, salvo la fama ganada en décadas pasadas en las que el Giro era una carrera entre italianos y La Vuelta una entre españoles. Pero me resulta aún más difícil determinar cómo se puede cambiar esa tendencia y que algún día se pueda considerar a La Vuelta a España o al Giro de Italia, tan importantes como el Tour de Francia. ¿Qué se tiene que hacer para adelantarlo?.
Lo que es innegable, es que la Vuelta ha crecido mucho y sigue creciendo, metiendo el codo poco a poco en el sprint de las grandes carreras por etapas, que quieran que no, pedalada a pedalada la diferencia se va recortando con el Tour.
Mirando a la Vuelta, el propio Tour intenta evolucionar hacia un formato más apetecible para el espectador, sobre todo en esa primera semana que nos ofrecen y que invita a la siesta y al aburrimiento. Por eso es que hoy en día para mí personalmente la Vuelta es mucho más divertida, más loca y menos controlada.
Me resulta difícil a día de hoy determinar el porqué sigue siendo el Tour el rey de las carreras, salvo la fama ganada en décadas pasadas en las que el Giro era una carrera entre italianos y La Vuelta una entre españoles. Pero me resulta aún más difícil determinar cómo se puede cambiar esa tendencia y que algún día se pueda considerar a La Vuelta a España o al Giro de Italia, tan importantes como el Tour de Francia. ¿Qué se tiene que hacer para adelantarlo?.
Lo que es innegable, es que la Vuelta ha crecido mucho y sigue creciendo, metiendo el codo poco a poco en el sprint de las grandes carreras por etapas, que quieran que no, pedalada a pedalada la diferencia se va recortando con el Tour.
La Vuelta Ciclista a España la veo agazapada en
medio de la escapada buena, a rueda y esperando el momento adecuado para dar el
golpe final que le permita reclamar el trono de las grandes.
SU TRONO.
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