domingo, 15 de xuño de 2014

LOS VIEJOS ROCKEROS NUNCA MUEREN, PERO... LES FALLAN LAS FUERZAS

CADEL EVANS
La conocida frase de que “los viejos rockeros nunca mueren”, pero… se estropean bastante, no es más que una frase, pero en muchos casos parece cierta, hay ciclistas que siguen en activo y parecen haber hecho un pacto con el diablo, pero por ellos también pasan los años y en el ciclismo, como en todo en esta vida, sí que pesa la edad.
Los ciclistas tampoco son eternos y por mucho que se mentalicen de que la edad es una cuestión de la mente sobre la materia, los años no pasan en balde, el tiempo va minando y no transcurre en vano.
 Esto es algo que hemos podido comprobar en el reciente Giro de Italia 2014 que acaba de terminar. Ciclistas como Ivan Basso (26/11/1977), Cadel Evans (14/02/1977), Michele Scarponi (25/09/1979) o Samuel Sánchez (05/02/1978) rindieron por debajo de las expectativas generadas al inicio de la carrera, teniendo que dejar paso a una nueva generación de ciclistas que coparon los primeros puestos de la clasificación general. Es ley de vida, nada dura para siempre, siendo la edad la única que acaba pasando factura. Estos ciclistas, como los viejos rockeros, no mueren, pero ya no deslumbran como hace unos años, ellos mismos ven como los jóvenes valores empiezan a sustituirlos, creando un nuevo orden mundial dentro del pelotón ciclista. Es la propia ley de la carretera el que va poniendo a cada uno en su sitio.
El caso más llamativo es el del viejo rockero del Canondale Ivan Basso. El italiano acudía al Giro con la intención de demostrar que aun podía ser un ciclista a tener en cuenta para las clasificaciones generales de las grandes rondas de tres semanas. Quería conseguir un buen resultado para acallar las voces críticas que decían que estaba acabado. En su mente estaba que lo podría lograr, pero posiblemente su edad no se lo permitió ya que la carrera no le ha salido como hubiese deseado, pese a sus dos buenas primeras semanas.
IVÁN BASSO
En la crontrarreloj de Barolo se empezó a desinflar, un golpe anímico que le afectó más de lo esperado. También perdió tiempo en los finales de Oropa y Montecampione, acabándose de hundir en Val Martello donde se dejó más de un cuarto de hora. Tras este varapalo, trató de cambiar el chip, metiéndose en la fuga en la etapa que acababa en el Rifugio Panarotta para tratar de  buscar la victoria, pero fue incapaz de seguir el ritmo de los escarabajos colombianos Julián Arredondo y Fabio Duarte. Termino el Giro en el puesto 15ª de la general, a más de media hora de Nairo Quintana. Siendo su participación un quiero y no puedo constante. Este viejo rockero ya no es el: “Iván el Terrible”.
Para Cadel Evans, el Giro realizado guarda ciertos paralelismos con la carrera realizada por Iván Basso. También fue de más a menos hasta la crontrarreloj de Barolo su situación era perfecta, había conseguido evitar las caídas y se encontraba en posesión de la Maglia rosa. Pero no eran más que fuegos de artificio de otro viejo rockero.
A partir de la segunda semana, cuando comenzó lo verdaderamente duro, empezó a diluirse como azucarillo en el café. La última semana de la prueba se le hizo eterna. Este viejo rockero de 37 años, también por su edad y no por su mente fue incapaz de recuperarse de los esfuerzos acumulados y acabó la carrera totalmente exhausto. El carácter batallador, sufridor e incansable de los viejos rockeros que nunca mueren le permitió acabar 8º en la clasificación general, a 11´51” de Nairo Quintana. Un resultado muy pobre para un ciclista acostumbrado a pelear por las victorias. Dejando la sensación de que está muy lejos de aquel ciclista que fue capaz de ganar el Mundial de Mendrisio en 2009 y el Tour de Francia de 2011.
MICHELE SCARPONI
Muy diferente es el caso de Michele Scarponi. Este viejo rockero acudía al Giro con los galones de líder dentro de un Astana en el que le acompañaban Fabio Aru y Mikel Landa. En este caso la mala fortuna y las caídas lastraron su rendimiento ya que fue uno de los grandes afectados tras la montonera que se produjo en la etapa de Montecassino. Como los viejos rockeros que nunca mueren, Scarponi siguió en carrera para tratar de ayudar a Aru, pero tuvo que abandonar en la etapa del Gavia y el Stelvio aquejado de fuertes dolores en el cuello y la espalda. Su próximo objetivo será ayudar a Vincenzo Nibali en el Tour de Francia.
De la decepcionante actuación del ciclismo español en este Giro de Italia que no me ilusiono, no me engancho y me defraudo, tengo que mencionar la discreta actuación del lugarteniente de Cadel Evans en el BMC, Samuel Sánchez. Este viejo rockero español, que también se resiste a morir, acudía al Giro con el objetivo de trabajar por y para Evans, las cosas no le salieron como hubiese querido. Su rendimiento ha sido muy decepcionante, estando desaparecido totalmente. El excorredor del desaparecido Euskaltel-Euskadi, acostumbrado a ser protagonista en las carreras, ha completado un Giro completamente anónimo, no cumpliendo las expectativas y dejando a su líder demasiado solo en la alta montaña.
Lo que vimos en este Giro fue a unos viejos rockeros que no mueren, pero… naufragaron por la edad y porque les faltaron las fuerzas para resistir tres semanas de lucha diaria. El cambio generacional es real, porque por detrás llegan abriéndose paso la nueva generación de estos ciclistas que coparon los primeros puestos de la clasificación general.

A viejos rockeros, nuevas generaciones. Iguales o mejores el tiempo lo dirá. De momento viva la eterna juventud.

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